La privatizaci¨®n destap¨® las malversaciones

Elf-Aquitaine, la empresa que vicedirig¨ªa Alfred Sirven, fue durante mucho tiempo un grupo p¨²blico, el m¨¢s rico y poderoso de Francia; la punta de lanza de la industria francesa del petr¨®leo y uno de los brazos diplom¨¢ticos del pa¨ªs. La empresa fue privatizada por el Gobierno de centroderecha que lleg¨® al poder tras la derrota socialista en las legislativas de 1993, y esto fue lo que destap¨® las malversaciones de fondos que se hab¨ªan producido durante el segundo mandato del mitterrandismo. Elf-Aquitaine forma parte ahora del Grupo TotalFinaElf.

En 1989, cuando Lo?k Le Floch-Prigent fue nombrado presidente de Elf-Aquitaine, la cifra de negocios de la empresa equival¨ªa ya al presupuesto franc¨¦s de Defensa. El nuevo presidente llam¨® a Sirven a su lado y ¨¦ste se convirti¨® en el n¨²mero dos, pese a disponer en ella de un t¨ªtulo tan ambiguo como el de 'director de asuntos generales', m¨¢s tarde presidente de la filial suiza Elf-Aquitaine International. La empresa, de la que se dice que pintaba en ?frica m¨¢s que el Gobierno de Par¨ªs, se lanz¨® a invertir 130.000 millones de francos (3,3 billones de pesetas) durante los cuatro a?os de poder del t¨¢ndem Le Flock-Sirven, duplic¨® su producci¨®n de petr¨®leo y de gas, potenci¨® el sector qu¨ªmico y abord¨® operaciones colosales de crecimiento con adquisiciones fulminantes en Oriente Pr¨®ximo, en Alemania (la refiner¨ªa Leuna) y en Espa?a (la compa?¨ªa Ertoil).

Tras el desalojo del Gobierno socialista en 1993, el equipo de centroderecha que le sucedi¨®, encabezado por Edouard Balladur, decidi¨® privatizar aquella empresa floreciente. Un nuevo presidente, Philippe Jaffr¨¦, tom¨® el mando en Elf-Aquitaine. La Comisi¨®n de Operaciones de Bolsa descubri¨® datos extra?os en la documentaci¨®n manejada y el nuevo presidente de la empresa, Philippe Jaffr¨¦, efectu¨® las primeras denuncias. Lleg¨® a decir p¨²blicamente que en la Elf-Aquitaine de su antecesor hab¨ªa existido 'una gigantesca caja negra utilizada con fines personales'.

En 1999, Total lanz¨® una OPA sobre Elf-Aquitaine, cuyo ¨¦xito implic¨® la salida del grupo del presidente-denunciante. A finales de 1999, cuando Jaffr¨¦ tuvo que marcharse, no lo hizo con las manos vac¨ªas. Obtuvo una indemnizaci¨®n de 40 millones de francos y opciones sobre acciones y una prima especial, que representaban plusval¨ªas potenciales de otros 160 millones de francos: en total, unos 5.000 millones de pesetas.