El Cabildo catedralicio de Sevilla recupera la figura de Francisco Guerrero
Publicada una biograf¨ªa del notable compositor del siglo XVI
En el siglo XVI, las catedrales hac¨ªan las veces de los actuales conservatorios o salas de conciertos y funcionaban como aut¨¦nticos templos de la m¨²sica. La de Sevilla fue, junto a la de Santiago y Toledo, uno de los centros musicales m¨¢s importantes del Renacimiento adonde acud¨ªan los grandes cantores y compositores del momento. Entre ellos se encontraba Francisco Guerrero (1528-1599), el compositor favorito de las catedrales espa?olas e hispanoamericanas.
Guerrero fue uno de los m¨¢s notables m¨²sicos del siglo XVI junto a Crist¨®bal Morales y Tom¨¢s Luis de Victoria. El Cabildo de la Catedral de Sevilla quiere contribuir a recuperar su memoria con la publicaci¨®n de una extensa biograf¨ªa, Francisco Guerrero. Vida y obra. La m¨²sica en la catedral de Sevilla a finales del siglo XVI, escrita por su actual maestro de capilla, Herminio Gonz¨¢lez Barrionuevo.
Admirado por sus contempor¨¢neos dentro y fuera de Espa?a, las obras de Guerrero continuaron interpret¨¢ndose durante m¨¢s de dos siglos despu¨¦s de su muerte y fueron copiadas en las catedrales hispanoamericanas mucho m¨¢s que las de Morales o Victoria. 'Esto perdur¨® incluso despu¨¦s del a?o 1700. En 1650 se cantaba a¨²n en Hispanoam¨¦rica su misa de difuntos y su Liber vesperarum era de uso ordinario en el canto del oficio solemne. Algunos manuscritos con la transcripci¨®n de su obra s¨®lo se conservan all¨ª', explica el autor
Reedici¨®n
Sin embargo, es ahora cuando est¨¢ public¨¢ndose su m¨²sica completa. Jos¨¦ Mar¨ªa Llorens, ex director del Instituto Espa?ol de Musicolog¨ªa, emprendi¨® la reedici¨®n de la m¨²sica de Guerrero de la que ya han aparecido diez vol¨²menes, el ¨²ltimo en 1999, De magnificats. 'Sus obras no son suficientemente conocidas actualmente, quedan por lo menos otros cinco vol¨²menes. Las misas s¨ª est¨¢n todas, pero faltan motetes y el libro de v¨ªsperas', dice Gonz¨¢lez Barrionuevo, que atribuye ese desconocimiento a la falta de ediciones actuales de su m¨²sica.
No obstante, Guerrero public¨® su obra en vida, primero en Sevilla y luego en el extranjero, especialmente en Roma, Venecia, Par¨ªs y Lovaina. 'Victoria y los grandes polifonistas europeos publicaban en Italia. Guerrero no se content¨® con publicar s¨®lo en Espa?a, quiso competir con los otros. Era un hombre de grandes pretensiones, tremendamente luchador, un enamorado de su trabajo que buscaba que sus obras fueran reconocidas, pues era consciente de su val¨ªa', indica el autor, que est¨¢ al frente de la capilla de m¨²sica de la Catedral sevillana desde 1985 y es profesor de Musicolog¨ªa del Conservatorio Superior de M¨²sica Manuel Castillo.
Guerrero pas¨® 32 a?os de contralto de la capilla de m¨²sica de la Catedral, de 1542 a 1574, bajo la direcci¨®n de Pedro Fern¨¢ndez de Castilleja, a quien sustituy¨® a la muerte de ¨¦ste en 1574, aunque desde mucho antes ven¨ªa actuando como auxiliar de maestro de capilla. 'Por tanto, 48 a?os ejerci¨® de maestro de capilla en total: 23 de auxiliar m¨¢s 25 de titular', aclara el can¨®nigo.
El m¨²sico sigui¨® de cerca las ediciones de su obra, las correg¨ªa y revisaba, desde los motetes (canci¨®n sagrada con texto latino) a las canciones y villanescas (composiciones vocales en verso con texto en castellano), las Pasiones, las misas polif¨®nicas y los libros de v¨ªsperas, de los que public¨® dos. 'El primero, antes del Concilio de Trento y del Breviario de P¨ªo V, desapareci¨®. S¨®lo se conservan algunas piezas en un manuscrito recopiado en la catedral de Guatemala. El segundo lo hizo para adaptarse a la nueva normativa surgida tras el concilio'.
Piratas y ruina
Dice Gonz¨¢lez Barrionuevo que de los tres grandes de la m¨²sica polif¨®nica del XVI, Guerrero es el m¨¢s desconocido, 'pese a ser el m¨¢s polifac¨¦tico y prolijo de los tres y tal vez el m¨¢s influyente de los compositores espa?oles del momento. La gigantesca reputaci¨®n y la fama de que goz¨® en vida Morales y la supremac¨ªa en la estima de los ¨²ltimos tiempos por Victoria han ensombrecido la verdadera gloria de Guerrero', afirma. El compositor ten¨ªa a menudo problemas econ¨®micos. 'Cuando fue a Roma a revisar la edici¨®n del Liber vesperarum y del segundo libro de misas pidi¨® al Cabildo un permiso de un a?o. Se le pas¨® el tiempo y pidi¨® un nuevo permiso y que le adelantaran dinero. Tuvo que recurrir al fiado de la buena gente. Entre el viaje que hizo posteriormente a Jerusal¨¦n y el asalto de los piratas a la vuelta, se qued¨® sin dinero. Un d¨ªa, apareci¨® en prisi¨®n, en la c¨¢rcel de Sevilla, en Triana', relata. El Cabildo lo socorri¨®. Gonz¨¢lez Barrionuevo destaca entre su obra, dos misas, Sancta et Inmaculata y Ecce sacerdos magnus, donde se muestra a un 'Guerrero conocedor absoluto de la composici¨®n'. La primera es una misa parodia, realizada sobre un motete de Morales del mismo nombre. 'Entonces era costumbre hacer temas de personas que apreciabas. Guerrero tom¨® siete temas mel¨®dicos de Morales y sobre ellos fue entretejiendo la polifon¨ªa', cuenta el autor, que considera que 'se ha subrayado la obra mariana, dulce y serena de Guerrero por encima de su t¨¦cnica compositiva, cuando domina perfectamente el arte del contrapunto'.
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