'Veo dif¨ªcil mantener el di¨¢logo con alguien que lleva un arma en la mano'
Pregunta. El Gobierno vet¨® inicialmente su viaje al Pa¨ªs Vasco alegando que se pod¨ªa utilizar electoralmente. La verdad, no se entiende en qu¨¦ puede perjudicar los intereses del Gobierno un previsible informe sobre los derechos humanos en Euskadi.
Respuesta. No s¨¦... Prefiero no pronunciarme sobre esas valoraciones que ha hecho el Gobierno, ni sobre quien las ha hecho. Lo que s¨ª le puedo asegurar es que yo tengo much¨ªsimo cuidado, que el comisario no interviene cuando va a haber un periodo electoral.
P. Entonces ?usted no har¨¢ p¨²blico su informe sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en el Pa¨ªs Vasco hasta despu¨¦s de las elecciones?
R. Bueno, no... No le puedo decir ahora cu¨¢ndo voy a terminar mi informe, pero supongo que para finales del mes de febrero puede estar terminado. Y no creo que vayan a convocar las elecciones vascas antes, ?no?
P. Pero si se difunde su informe en febrero, las elecciones no se habr¨¢n celebrado, obviamente, ?le preocupa que su diagn¨®stico sobre los derechos humanos en Euskadi se utilice en la campa?a electoral?
R. No, a m¨ª me preocupa solamente cumplir con mi obligaci¨®n lo mejor posible. Y le aseguro que cuando el informe sea p¨²blico no entrar¨¦ en ninguna pol¨¦mica. ?All¨¢ cada cual con su responsabilidad! Le puedo asegurar que yo estoy dispuesto a hablar con todo el que me lo pida, que voy a hablar con los representantes de todas las instituciones, pero tambi¨¦n con los de la sociedad civil, que yo creo que tienen mucho que decir. L¨®gicamente, soy consciente de que voy a ir a un territorio donde la situaci¨®n es muy compleja, donde la gente sufre mucho... Pero yo me he comprometido con mi responsabilidad de defender los derechos humanos all¨ª donde se violan, en cualquier pa¨ªs de Europa.
P. Una determinaci¨®n que le honra, pero que le lleva directamente al avispero vasco...
R. S¨ª, s¨ª; lo s¨¦, lo s¨¦. Pero yo voy con una determinaci¨®n, tambi¨¦n, de hacer mi trabajo de la manera mas objetiva posible, en el sentido de que no voy a aceptar ning¨²n elemento de lucha partidaria porque ¨¦se no es mi cometido. Yo, como espa?ol, l¨®gicamente, tengo mis opiniones pero, cuando vaya al Pa¨ªs Vasco, ser¨¦, por encima de todo, el comisario europeo para los Derechos Humanos. Me voy a mantener al margen de la lucha partidaria que hay en el Pa¨ªs Vasco por muy leg¨ªtima que sea. Pero tambi¨¦n le aseguro una cosa: que no voy a ser neutral. Porque en materia de violaci¨®n de los derechos humanos el comisario europeo no puede ser neutral. Voy a entrar en contacto con quienes est¨¢n sufriendo esta circunstancia y con quienes tienen la responsabilidad de gobernar, en Madrid y en el Pa¨ªs Vasco, en una situaci¨®n como ¨¦sta. Voy a intentar informarme al m¨¢ximo y escuchar, escuchar much¨ªsimo. Lo ¨²nico que pedir¨ªa es que mi informe no se tergiverse, que se tenga honestidad intelectual para entender que lo que diga el comisario europeo de los Derechos Humanos no lo dice en beneficio de ning¨²n partido, de ninguna opci¨®n, ?De ninguna!
P. No le va a ser dif¨ªcil acertar en su previsible diagn¨®stico sobre lo que pasa con los derechos humanos en el Pa¨ªs Vasco, atormentado por el terror de cada d¨ªa.
R. Me imagino que no. La verdad es que cuando hay una democracia que funciona y cuando se puede decir lo que se quiera, cuando todos los derechos est¨¢n respetados, donde hay un Estado de las Autonom¨ªas con m¨¢s competencias que los lander alemanes... Que alguien decida que para mantener su idea tiene que pegarle a otro un tiro en la nuca o secuestrarle, o poner una bomba debajo de un coche, eso es inaceptable, eso es...
P. Eso es fascismo. Pero, ?le concede usted el derecho a los nacionalistas no violentos a reclamar la independencia del Pa¨ªs Vasco?
R. Para m¨ª est¨¢ claro que en Espa?a cualquier opci¨®n que se defienda por la v¨ªa pac¨ªfica, por la v¨ªa de la batalla electoral, es perfectamente aceptable. Que yo sepa nadie le ha puesto ning¨²n l¨ªmite a quienes en este pa¨ªs se declaran independentistas. Lo ¨²nico que se ha determinado es que esta reivindicaci¨®n no se puede hacer mediante la violencia o creando un clima en el que los dem¨¢s no se sientan libres para pensar, ni para votar, porque viven bajo el terror. En esas circunstancias no se puede decir que los derechos humanos est¨¢n protegidos, eso es fascismo. Se puede defender cualquier opci¨®n en el Pa¨ªs Vasco siempre que esa opci¨®n no excluya a las dem¨¢s.
P. Su visita al Pa¨ªs Vasco va a ser inc¨®moda, seguro, porque usted ha afirmado que quiere hablar con todos... ?Con todos, realmente? ?No va a poner el veto en ninguna parte?
R. Mire, el Comisario de los Derechos Humanos, a quien no le gustar¨ªa tener que escuchar es a aqu¨¦l que empu?a la pistola, o a quienes no han tenido el valor de condenar a los que aprietan el gatillo. Fuera de eso...
P. Pero eso no quiere decir que se negar¨ªa a hablar con ellos si se lo pidieran ?no?
R. L¨®gicamente a cualquiera que se me acerque para hablar no lo voy a rechazar, eso no lo voy a hacer. Lo que est¨¢ claro es que con los de las pistolas no tengo nada de que hablar. Y bueno, tampoco con quienes les aplauden y les alientan. Aunque la verdad es que alguna organizaci¨®n de las que voy a ver puede estar cercana a esos...
P. Me estoy preguntando como habr¨¢ vivido usted, desde Estrasburgo, el asesinato de Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle, el atentado contra Jos¨¦ Ram¨®n Recalde, luchadores antifranquistas y ahora v¨ªctimas de ETA.
R. Pues ?C¨®mo ha de ser? ?Con verdadero desgarro personal! Igual que el asesinato de Ernest Lluch, y de tantos y tantos... Igual que la muerte del pobre se?or cocinero al que han matado recientemente. ?Es todo tan irracional, tan absurdo!
P. Algunos incluso han defendido el di¨¢logo hasta el d¨ªa de su muerte...
R. Y yo los respeto profundamente, porque s¨¦ de su buena voluntad. Pero la verdad es que veo muy dif¨ªcil mantener un di¨¢logo con alguien cuyo ¨²nico instrumento para mantener ese di¨¢logo es un arma en la mano... ?C¨®mo voy a poder mantener un di¨¢logo con alguien que me est¨¢ apuntando con una pistola?
P. ?Sabe? Es curioso que su viaje al Pa¨ªs Vasco no le gustara nada al Gobierno del PP y ahora parece que es el PNV el que le teme a usted m¨¢s que a un nublado.
R. Yo no voy a valorar en mi informe la conducta de ning¨²n partido pol¨ªtico, no es mi funci¨®n, ni vengo a potenciar ni a condenar a nadie. Vengo a analizar la situaci¨®n de crisis de los derechos humanos. A m¨ª me preocupa la fractura social que ya est¨¢ clara en al Pa¨ªs Vasco. Por eso creo que todos tienen que hacer un esfuerzo por potenciar lo que les une y no lo que les separa.
P. Y... ?Est¨¢ usted dispuesto a recibir a los familiares de los presos de ETA?
R. S¨ª, s¨ª estoy dispuesto a recibir a los familiares de los presos de ETA. Aunque la verdad es que no est¨¢n en la agenda, pero porque no lo han pedido ?eh? Yo no pongo trabas de ning¨²n tipo a esa posibilidad. Y, bueno, creo que el Gobierno lo entender¨ªa, lo tendr¨ªa que entender.
P. Lo que no se entiende es que el Gobierno lo condecorase a usted en 1999 por la defensa de los derechos de los inmigrantes y ahora ignore la suerte de miles y miles de ilegales. Supongo que usted deber¨¢ pronunciarse sobre eso inevitablemente ?no?
R. Como usted sabe yo soy hijo de inmigrante pol¨ªtico y... ?Qu¨¦ quiere que le diga! El Gobierno, y todos, tenemos que buscar la forma jur¨ªdica, la que sea, para que a los inmigrantes, a todos, se les reconozcan sus derechos, su dignidad de personas. El Gobierno tiene que buscar una f¨®rmula para que quienes est¨¢n en la ilegalidad puedan regularizar sus situaci¨®n y no se vean obligados a deambular por nuestro pa¨ªs sin ninguna seguridad y sin ning¨²n derecho. Tienen derecho a un trabajo y adem¨¢s son necesarios.
P. Me pregunto qu¨¦ le preocupa m¨¢s de su viaje a Euskadi: el diagn¨®stico previsible o la frustraci¨®n de no traer una soluci¨®n al problema...
R. Mire, hay algo que todo el mundo tiene que tener claro: yo no soy un mediador ni vengo con la soluci¨®n en el bolsillo para un problema tan largo y tan dif¨ªcil. ?Ojal¨¢ yo pudiera aportar alguna soluci¨®n!
P. Y ?usted cree que es posible, al menos, una reconciliaci¨®n de la sociedad vasca, tan enfrentada?
R. No lo s¨¦... Le contestar¨¦ a usted cuando haya terminado el viaje, cuando haya escuchado a unos y a otros... Yo creo que entre la gente de buena fe, entre la gente dem¨®crata, se est¨¦ en la opci¨®n pol¨ªtica en la que se est¨¦, es posible, y deseable, volverse a dar la mano aunque se hayan cometido muchos errores. Pero los que han empu?ado las pistolas, ¨¦sos... es muy dif¨ªcil que tiendan la mano.
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