El 'enfriamiento' de EE UU castigar¨¢ a M¨¦xico

Contrariamente a las crisis causadas por los relevos gubernamentales de los ¨²ltimos dos decenios, la econom¨ªa mexicana super¨® la investidura presidencial de diciembre, pero ahora contiene el aliento temiendo las consecuencias de la contracci¨®n estadounidense. Una de ellas ser¨¢ la ca¨ªda, en casi el 50%, del ritmo de crecimiento de las exportaciones mexicanas hacia el norte: del 15% originalmente previsto para este a?o, al 8% calculado por el ministro de Econom¨ªa, Luis Derbez.

La consolidaci¨®n nacional depende de la prosperidad del vecino, y 'como ocurre con una empresa que tiene un solo cliente, si ¨¦ste deja de comprar, la empresa quiebra', advierte el analista Mario Schettino. M¨¦xico ser¨¢ posiblemente el pa¨ªs m¨¢s golpeado en Am¨¦rica Latina por la p¨¦rdida de fuelle de la econom¨ªa m¨¢s importante del planeta. De acuerdo con la firma Consultores Internacionales, la disminuci¨®n del crecimiento de las ventas totales de mercanc¨ªas impedir¨¢ crear 77.499 empleos. De los 828.000 nuevos empleos generados por la econom¨ªa mexicana durante el 2000, casi la cuarta parte correspondi¨® al sector exportador.

El 88,7% del comercio de M¨¦xico, principal motor de su econom¨ªa, depende de EE UU, y es previsible una sensible disminuci¨®n de la capacidad de compra de las empresas norteamericanas. Ante esta perspectiva, operadores y analistas financieros empezaron a revisar a la baja sus previsiones para M¨¦xico. Santander Investment baj¨® su pron¨®stico de crecimiento econ¨®mico para M¨¦xico en el 2001 del 4,7% al 3,9%, ante el peso que tiene para este pa¨ªs el sector exportador. Casi dos terceras partes de las inversiones que llegan a M¨¦xico proceden, por otra parte, de EE UU.

El Gobierno de Vicente Fox, ganador de las elecciones de julio, pretende cerrar el 2001 con un crecimiento del 4,5%, frente al 7% del a?o anterior; con una inflaci¨®n del 6,5%, contra el 8,9% del 2000; y con un d¨¦ficit fiscal m¨¢ximo del 0,65%. El presupuesto se calcul¨® con el barril de petr¨®leo a 18 d¨®lares. La situaci¨®n, sin embargo, es cambiante: la brusca ca¨ªda del precio del crudo, en alg¨²n momento a menos de 17 d¨®lares, la depreciaci¨®n del peso y la p¨¦rdida de vigor de la econom¨ªa estadounidense, con se?ales de recesi¨®n, pueden obligar a corregir las previsiones.

La agencia Ciemex-Wefa anticipa que si la econom¨ªa de EE UU experimenta una contracci¨®n de un punto porcentual en un trimestre, se traducir¨¢ en una reducci¨®n de 0,76% en el crecimiento mexicano en el mismo trimestre. Y seg¨²n expertos de Morgan Stanley, EE UU puede bajar de un 5,2% al 2,2% o 2,5% en el primer trimestre de este a?o, una ca¨ªda brusca.

Lo cierto es que M¨¦xico estrech¨® v¨ªnculos comerciales con EE UU, y el extranjero en general, y si en decenios anteriores un peso de cada 20 iba o ven¨ªa del exterior, hoy es uno de cada tres. 'Hoy no podemos crecer, si nuestro vecino no crece', subraya Schettino. Los datos estad¨ªsticos avalan ese supuesto: en el 2000, M¨¦xico export¨® 166.415 millones de d¨®lares, seg¨²n el Ministerio de Hacienda, un r¨¦cord hist¨®rico, y las exportaciones, tambi¨¦n marcando un r¨¦cord, llegaron a los 174.437 millones de d¨®lares. El d¨¦ficit comercial ascendi¨® a 8.002 millones de d¨®lares.

La suma de los dos primeros indicadores representa el 60% del PIB de M¨¦xico, tercer suministrador de EE UU. En 1999, el valor de las exportaciones mexicanas hab¨ªa llegado a los 136.400 millones de d¨®lares, en tanto que Brasil ingreso 48.000 millones de d¨®lares. Ahora bien, el d¨¦ficit comercial, a rebufo de la demanda interna y el tipo de cambio, se dispar¨® por un aumento del 19,6% en las importaciones financiado en parte por el super¨¢vit en los ingresos petroleros. El valor de estas exportaciones en el 2000 creci¨® un 65%, mientras las no petroleras lo hicieron en un 18,6%.

Las din¨¢micas maquilas, las cadenas de montaje de aparatos electr¨®nicos, maquinaria o cableado de autom¨®vil establecidas en la frontera norte por el capital extranjero, la mayor¨ªa norteamericano, son un factor determinante en la dependencia. Se les atribuye el 48% de las exportaciones, y el 38% de las importaciones. El ritmo de estas plantas, que emplean a 1.200.000 personas, viene marcado por la actividad econ¨®mica de EE UU, que influye tambi¨¦n en la industria manufacturera no maquiladora. La subordinaci¨®n del sector explica la preocupaci¨®n mexicana por el progresivo decaimiento de la econom¨ªa del pa¨ªs vecino. Es previsible que las casas automovil¨ªsticas Ford y General Motors reduzcan el horario laboral en M¨¦xico, y desv¨ªen hacia otros mercados cerca de 200.000 veh¨ªculos inicialmente concebidos para el mercado de EE UU. De todas formas, la comercializaci¨®n de veh¨ªculos en M¨¦xico ser¨¢ mayor de la prevista, totalizando 890.000 unidades. No fue una buena noticia que la divisi¨®n automovil¨ªstica Oldsmobile, de General Motors, decidiera suspender algunas de sus operaciones, ya que una buena parte de las piezas importadas se fabrican en M¨¦xico. Y mucho menos el anuncio de una reestructuraci¨®n en Daimler Chrysler, que supondr¨¢ para M¨¦xico el cierre de dos plantas y el despido de 2.600 trabajadores.