El seguro dispara sus precios
Ramos populares como hogar, salud y autom¨®viles registran los mayores aumentos
Con un crecimiento del 27,4% y un volumen de primas de 6,8 billones de pesetas, el seguro privado experiment¨® en Espa?a un importante impulso durante el a?o 2000. El incremento en el seguro de vida fue del 39%, debido, especialmente, a tres circunstancias: el fen¨®meno de los unit linked (seguros de vida en los que el tomador elige en qu¨¦ activos se invierte las cantidades aportadas y tiene la posibilidad de cambiarla cuando lo desee), la popularizaci¨®n de los seguros de rentas y la exteriorizaci¨®n de compromisos por pensiones. El seguro no vida creci¨® un 13,3%. Estos datos se desprenden de una encuesta realizada por la asociaci¨®n Icea, un centro de investigaci¨®n y estudio del seguro, a 150 aseguradoras. Sin embargo, este fuerte crecimiento no oculta otro fen¨®meno cada vez m¨¢s palpable: que la progresi¨®n del negocio en ciertos ramos tiene su base en el permanente incremento de las tarifas que pagan los asegurados.
Por modalidades, el seguro de vida ha rebasado en importancia al seguro no vida. Las primas del seguro de vida se elevaron a 3,945 billones de pesetas en el a?o 2000, y las provisiones matem¨¢ticas, es decir, las reservas para hacer frente a los compromisos futuros, se situaron en 13,8 billones de pesetas. Los crecimientos m¨¢s significativos se produjeron en los seguros unit linked, con el 80,7%, hasta alcanzar los 1,56 billones de pesetas, y en los seguros de rentas, con 66,6%, hasta encajar un bill¨®n de pesetas. Estos fuertes incrementos en el volumen de negocio ponen de manifiesto que el seguro de vida, al igual que ocurre en los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa, se consolida como un instrumento destinado a la previsi¨®n y el ahorro.
El crecimiento por la elevaci¨®n de tarifas es dif¨ªcil de estimar y est¨¢ referido, ¨²nicamente, a los seguros de riesgo, donde las variables biom¨¦tricas son las que ponderan a la hora de fijar las primas, de acuerdo con las tablas de mortalidad vigentes, que en esencia asignan unas probabilidades de fallecimiento a los asegurados en funci¨®n de su edad, fijando precios en consecuencia.
Planes de pensiones
A finales del a?o 2000 el volumen de activos gestionados por los planes de pensiones se situ¨® en los 6,641 billones de pesetas, con un incremento del 26,3%, de acuerdo con el primer avance de datos de Inverco. De esta cantidad, 3,620 billones de pesetas correspondieron al sistema individual, y 3,021 billones de pesetas, al sistema de empleo.
En el seguro del autom¨®vil la elevaci¨®n de precios tiene caracter¨ªsticas c¨ªclicas, y tras la acumulaci¨®n de p¨¦rdidas t¨¦cnicas registradas en los dos ¨²ltimos ejercicios por las aseguradoras, existe la intenci¨®n de que sean los asegurados los que soporten la recuperaci¨®n del ramo pagando m¨¢s por sus seguros. En el a?o 2000 el seguro del autom¨®vil creci¨® un 15,5% hasta alcanzar un encaje de primas de 1,27 billones de pesetas. Seg¨²n Jaime Varela, presidente de la Comisi¨®n T¨¦cnica de Autom¨®viles de la patronal del seguro Unespa, la prima media se ha incrementado un 12% de promedio en el a?o 2000, es decir, tres veces la inflaci¨®n. Esto supone que un asegurado que pag¨® 150.000 pesetas por su seguro de autos en 1999, ha pagado 168.000 pesetas en el 2000.
La tendencia de precios sigue al alza, a pesar de la fuerte competencia existente. Las mutuas especializadas ofrecen los mejores precios: Mutua Madrile?a Automovilista, Pelayo, Mapfre, o la filial de la mutua francesa MAAF. Las compa?¨ªas de venta directa a trav¨¦s del tel¨¦fono o Internet, como Direct Seguros o L¨ªnea Directa, intentan abrirse un hueco en el mercado, pero su inversi¨®n en imagen no est¨¢ a la altura de los resultados conseguidos.
Hay que partir de la base de que en el seguro del autom¨®vil se dan tantos casos como asegurados existen: m¨¢s de 20 millones de personas. Las tarifas se han personalizado hasta el l¨ªmite dependiendo de multitud de circunstancias, y aun as¨ª muchas entidades no consiguen buenos resultados. La situaci¨®n es tan parad¨®jica que, por ejemplo, una iniciativa sectorial emplazaba recientemente a una mutua a mostrar sus criterios de gesti¨®n del negocio, en un intento de emular su eficacia.
Por otra parte, los seguros de enfermedad, tambi¨¦n llamados de salud, en sus distintas modalidades, han alcanzado los 460.000 millones de pesetas en primas durante el a?o 2000, experimentando un crecimiento cercano al 11% respecto a 1999. Alrededor de la mitad de este porcentaje se ha logrado bas¨¢ndose en el incremento de tarifas, y el resto por la contrataci¨®n de nuevas p¨®lizas. El incremento de precios se justifica invariablemente por la incorporaci¨®n de los ¨²ltimos avances y tecnolog¨ªas sanitarias.
Seg¨²n Javier Murillo, director general de Adeslas, entre los a?os 1999 y 2000 no se han registrado m¨¢s de 50.000 nuevas p¨®lizas netas en el sector, es decir, despu¨¦s de descontar las anulaciones o traspasos de entidades. Esto es f¨¢cil de entender contemplando el siguiente ejemplo: una familia de cuatro miembros, con dos hijos adolescentes y unos padres que han superado los 40 a?os, paga al mes en Asisa, Adeslas, Sanitas o Mapfre Caja Salud en torno a las 26.000 pesetas, por un seguro de asistencia sanitaria, y otras 5.000 pesetas m¨¢s si incluye la asistencia dental; es decir, 31.000 pesetas de prima neta al mes m¨¢s los impuestos correspondientes, lo que supone m¨¢s de 370.000 pesetas anuales. Pero ah¨ª no acaba todo. Por cada acto m¨¦dico que se realiza, adem¨¢s debe abonar un precio que var¨ªa entre las 100 y las 450 pesetas.
Es obvio que este tipo de seguros no est¨¢n pensados para aquellos millones de trabajadores que se ven obligados a mantener una familia con unos ingresos pr¨®ximos al salario m¨ªnimo. Una tendencia observada en tiempos de crisis es que las familias se hacen m¨¢s selectivas en el gasto y no aseguran a todos los miembros de la misma, sino s¨®lo a los hijos, o aquellas personas con tendencia a enfermar.
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