Editado un libro sobre el director de fotograf¨ªa Cecilio Paniagua

'Blanco y negro es la verdadera fotograf¨ªa, porque el color es m¨¢s sencillo y m¨¢s agradecido. Donde se demuestra bien la creaci¨®n art¨ªstica es en el blanco y negro'. As¨ª se expresaba el director de fotograf¨ªa Cecilio Paniagua en una entrevista realizada en 1974, cinco a?os antes de morir. Este texto es uno de los recogidos en el libro Cecilio Paniagua, arquitectura de la luz, editado por la Diputaci¨®n de Almer¨ªa con motivo del festival de cortometrajes y escrito por el historiador Luis Fern¨¢ndez Colorado.

El almeriense Paniagua est¨¢ considerado uno de los principales directores de fotograf¨ªa del cine espa?ol. Una filmograf¨ªa formada por cerca de 200 t¨ªtulos y una larga lista de premios del Sindicato Nacional del Espect¨¢culo y el C¨ªrculo de Escritores Cinematogr¨¢ficos avalan la carrera de un profesional que comenz¨® en la fotograf¨ªa y, por una serie de avatares, acab¨® instal¨¢ndose en el cine, donde creci¨® considerablemente el prestigio que ya pose¨ªa como fot¨®grafo.

Naci¨® en 1911 en el seno de una familia bien situada que vio con muy malos ojos la afici¨®n a la fotograf¨ªa de Cecilio. Hijo de un teniente coronel del Ej¨¦rcito, sus hermanos acabaron en la medicina, la justicia y las Fuerzas Armadas. ?l termin¨® convirti¨¦ndose en la 'oveja gris', tal como Fern¨¢ndez Colorado lo define en el libro. 'El rasgo m¨¢s importante de su larga trayectoria es su preocupaci¨®n por trasladar sus conocimientos de la fotograf¨ªa y su t¨¦cnica al cine', afirma.

Est¨¢ considerado como uno de los precursores de la fotograf¨ªa tur¨ªstica en Espa?a. Recorri¨® toda la pen¨ªnsula gratis debido a la vinculaci¨®n laboral de su padre con las compa?¨ªas ferroviarias -adem¨¢s de militar era director t¨¦cnico de varias de estas empresas- y all¨ª donde no llegaba el tren iba andando. Tambi¨¦n viaj¨® hasta Canarias y Marruecos, un lugar por el que sent¨ªa una especial predilecci¨®n. Lamentablemente, casi todo este archivo se perdi¨® durante la guerra civil.

Fue durante la II Rep¨²blica cuando entra en contacto con el cine gracias a las Misiones Pedag¨®gicas, en las que tambi¨¦n participaron el granadino Jos¨¦ Val del Omar, Rafael Gil -que destacar¨ªa como director bajo el franquismo- y Gonzalo Men¨¦ndez Pidal, hijo del c¨¦lebre fil¨®logo e historiador. Estos fueron quienes le llamaron y le propusieron que se uniera a esta iniciativa que pretend¨ªa llevar la cultura por los lugares m¨¢s rec¨®nditos de Espa?a filmando sus principales actividades, dando a conocer la figura de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y Miguel de Unamuno mediante los documentales que rodaron sobre ellos y tomando im¨¢genes de las Hurdes y el valle de Ar¨¢n, entre otras zonas. A lo largo de dos a?os la producci¨®n de documentales alcanz¨® los 50 t¨ªtulos y unas 700 proyecciones ambulantes.

En las Misiones Pedag¨®gicas no s¨®lo conoci¨® a Garc¨ªa Lorca, que le pidi¨® su colaboraci¨®n para La Barraca, sino tambi¨¦n a directores que despu¨¦s lo requerir¨ªan para sus primeras pel¨ªculas. Estaba en C¨¢diz, con uno de sus primeros largometrajes cuando comenz¨® la guerra civil. 'Nos hall¨¢bamos rodando (...) en el buque-escuela Sebasti¨¢n Elcano. Un d¨ªa dijeron los marinos: 'Se ha declarado el estado de guerra, es cuesti¨®n de dos o tres d¨ªas'. As¨ª relata Paniagua c¨®mo le sorprendi¨® la contienda. A pesar de su vinculaci¨®n con eminentes republicanos e intelectuales de izquierda no tuvo que pasar 'expediente de depuraci¨®n', tal como afirma Fern¨¢ndez Colorado: 'Tuvo la suerte de irse a Marruecos a rodar con Carlos Velo, lejos de las bombas, pero, a diferencia de ¨¦ste, que acab¨® exiliado en M¨¦xico, se qued¨® en Espa?a'.

Acabada la guerra, no par¨® de trabajar con directores como Rafael Gil, Juan de Ordu?a, Fernando Fern¨¢n-G¨®mez y Luis Luc¨ªa, impulsor del cine folcl¨®rico con Juanita Reina, Carmen Sevilla, Lola Flores y Antonio Molina, am¨¦n de descubridor de ni?os prodigio como Marisol, Roc¨ªo D¨²rcal y Ana Bel¨¦n. Famoso por su mal car¨¢cter, Luc¨ªa encontr¨® en Cecilio Paniagua el perfecto contrapunto dada su serenidad y car¨¢cter afable.