Los transformadores espa?oles de lino compraron m¨¢quinas 'inadecuadas' para el uso textil
La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n termin¨® hace varias semanas una investigaci¨®n en la que concluy¨® que hab¨ªa existido un fraude generalizado en el cobro de ayudas comunitarias al cultivo del lino en Espa?a. Ese fraude, seg¨²n la fiscal¨ªa, consist¨ªa en engordar artificialmente las cantidades de lino cultivadas y transformadas, para lo que se requer¨ªa la colaboraci¨®n entre el agricultor y el industrial propietario de las m¨¢quinas transformadoras. La fibra transformada no ten¨ªa la suficiente calidad textil como para ser comercializada en Espa?a.
La firma belga Demaitiere BVBA figura como fabricante de la casi totalidad de las m¨¢quinas de transformaci¨®n del lino vendidas a los industriales espa?oles, seg¨²n confirman sus representantes. La empresa, que considera que los cazaprimas espa?oles 'han arruinado' su negocio al 'enlodar' la imagen del lino con el fraude generalizado, no posee la patente exclusiva de la maquinaria para transformar el lino. Pero s¨ª comercializa un sistema considerado como el m¨¢s simple y asequible. 'Hay otros sistemas de transformaci¨®n, pero son m¨¢s caros', explican representantes de dicha firma.
En Espa?a, los industriales siempre han proclamado que la transformaci¨®n del lino ten¨ªa como fin primordial la elaboraci¨®n de fibra textil. Las subvenciones comunitarias iban ligadas a ese destino. En cuatro a?os, bajo el Gobierno del PP, las ayudas comunitarias al lino pasaron de 1.398 millones de pesetas a cerca de 10.000 millones, y la superficie cultivada pas¨® de 11.000 hect¨¢reas a m¨¢s de 91.000. Representantes de la empresa belga que vendi¨® la maquinaria aportan el siguiente dato: 'Cuando contactamos con cada uno de los clientes espa?oles, les explicamos que para transformar el lino en fibra textil deb¨ªan comprar una l¨ªnea completa [un total de cuatro tambores que, uno tras otro, baten la planta]. Pero la mayor¨ªa invoc¨® que no precisaban una fibra tan pura porque la iban a destinar al sector de la papeler¨ªa'. 'Todos', a?adi¨®, 'nos compraron s¨®lo dos tambores, la mitad de la l¨ªnea completa que vendemos para elaborar fibra textil de lino'. La diferencia de precio entre una m¨¢quina con dos tambores -30 millones de pesetas- y una de cuatro -60 millones de pesetas- era muy peque?a en relaci¨®n con las ganancias por las subvenciones comunitarias del lino.
La compra de la m¨¢quina transformadora era un paso obligado para los cazaprimas desde la temporada 1997-1998, momento en que se obliga a transformar el lino, ya que no se subvenciona el mero cultivo, sino lo que conste como transformado.
Expertos de la citada empresa belga explican que no es imposible elaborar lino textil con s¨®lo dos tambores, pero exige pasarlo hasta cuatro veces por la m¨¢quina. 'Y ¨¦sto no es rentable', agregan. 'Y, adem¨¢s, necesitan una m¨¢quina arrancadora del lino, ya que cortar simplemente la planta provoca que entre en la m¨¢quina un material menos puro, que rebaja la calidad final de la fibra'. Y son excepci¨®n los empresarios espa?oles de la transformaci¨®n del lino que compraron esta m¨¢quina arrancadora.
'Una condici¨®n para hacer lino textil es que el lino tiene que ser arrancado y no cortado. Cuando no tienes arrancadora, tienes que esperar a que el lino se reseque, para poderlo cortar con una cosechadora normal. Pero si esperas tanto tiempo, el valor del lino se pierde en el campo. La planta est¨¢ en su estado terminal. Por eso hay que arrancarla antes, cuando la planta est¨¢ lozana', explica un gran conocedor de esas labores.
Otro empresario belga dedicado a la venta de maquinaria para transformar el lino se desesper¨® con unos potenciales clientes espa?oles al comprobar que quer¨ªan reducir al m¨ªnimo el aparataje y la inversi¨®n para fabricar fibra de lino: 'Quieren meter mierda y que salga oro'.
Pese a la supuesta taca?er¨ªa industrial de los empresarios espa?oles del lino, las arcas de la Uni¨®n Europea, s¨®lo desde la temporada 1996-1997, les nutrieron con m¨¢s de 20.000 millones de pesetas hasta el a?o 2000. Los empresarios espa?oles consultados por este diario fueron muy reacios a detallar c¨®mo todos ellos entraron en contacto con la misma f¨¢brica de maquinaria.
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