Un juzgado de Vitoria no halla dos tomos de un sumario por estafa

El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Vitoria ha comunicado a varios letrados que dos de los m¨¢s de diez tomos del sumario del caso ERNE -en el que hay en torno a 20 denunciantes por estafa, apropiaci¨®n indebida y maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas por m¨¢s de 200 millones de pesetas- no aparecen. En esos dos tomos figurar¨ªan varias pruebas periciales consideradas importantes por los letrados, y cuya desaparici¨®n puede provocar otro rev¨¦s a un caso que se remonta a 1992 y en el que todav¨ªa no se ha celebrado la vista oral.

Varios peque?os ahorradores denunciaron a partir de dicho a?o a la gestor¨ªa ERNE y a sus dos socios, Francisco Javier L¨®pez de Landache y Jos¨¦ Ram¨®n Saenz de Maturana, tras perder todos sus ahorros al parecer en inversiones que no rentaron el dinero prometido y finalmente fracasaron.

Varios abogados de los querellantes coinciden en se?alar la importancia de los dos tomos desaparecidos y recalcan que el juzgado es el m¨¢ximo responsable de la custodia de esos documentos. Adem¨¢s, sugieren que si hasta ahora el juzgado ten¨ªa serios problemas para celebrar el juicio, de confirmarse oficialmente la desaparici¨®n, el caso podr¨ªa retrasarse a¨²n m¨¢s tiempo.

Retroceso

En 1998, el proceso retrocedi¨® hasta lo actuado en 1993 por un error del propio juzgado, que no comunic¨® a una de las partes el paso de diligencias previas a procedimiento abreviado. La Audiencia Provincial le dio la raz¨®n al abogado de la defensa y orden¨® retrotraer las actuaciones cinco a?os atr¨¢s.

Ahora, las m¨¢s de 20 denuncias se han acumulado en un ¨²nico sumario. Los inversores hab¨ªan depositado en algunos casos hasta 25 millones de pesetas para que ERNE se los colocara en activos financieros. Sin embargo, el dinero acab¨® presuntamente circulando por una red de empresas que los socios de esa gestoria manejaban.

El negocio funcion¨® desde los a?os ochenta hasta que a principios de la d¨¦cada de los noventa los clientes empezaron a tener noticias de que ERNE ten¨ªa problemas de liquidez. El castillo se derrumb¨® en 1991.

Varios ahorradores exigieron la devoluci¨®n de los fondos y empez¨® su particular calvario. Landache reconoci¨® en conversaciones privadas que todo el problema se derivaba de 'una desafortunada inversi¨®n inmobiliaria' en una parcela que otra empresa, creada, entre otros, por ¨¦l mismo y su socio, hizo en Las Palmas de Gran Canaria.

Esta parcela urbana fue comprada a finales de 1986 para edificar y cinco a?os despu¨¦s no ten¨ªa ni un ladrillo puesto. El precio de compra de la parcela fue de 450 millones de pesetas. Apenas 21 meses antes, esa parcela fue adquirida por un matrimonio que resid¨ªa en las islas Canarias por un precio sensiblemente inferior, 142,4 millones de pesetas.