Sharon, Bush
Israel va a elegir hoy a Sharon, su Hitler. No, Israel no: quiz¨¢ casi la mitad se abstenga y vote en blanco, y de la mitad activa un 35 o un 40 por ciento vote contra el general. Lo digo sobre sus pron¨®sticos, encuestas, c¨¢lculos. Ya veremos.
Un pa¨ªs teocr¨¢tico, a punto de guerra, que mata todos los d¨ªas, capaz de destruir viviendas y de cerrar el paso al trabajo a sus vecinos odiados, va a tener un n¨²mero alto de abstenciones: parece en principio raro, a no ser que el cansancio, el fastidio, la incomprensi¨®n de su propio fen¨®meno y de no poder salir de esos vasallajes -iluminaci¨®n, crueldad, venganza rab¨ªnica- les hagan creer que la democracia es falsa tambi¨¦n all¨ª y que todo es in¨²til: el destino lo crean unos cuantos. Una vez que tuvieron un hombre distinto, le mataron los otros. Se entiende m¨¢s que entre los que a¨²n votan haya mayor¨ªa para Sharon, un militar que si fuera serbio estar¨ªa declarado criminal de guerra por c¨®mo se ensa?¨® con los civiles. Uno que estaba fuera de juego y vuelve al lugar del suceso.
Su c¨¢lculo ha estado muy bien hecho: hab¨ªa que interrumpir el proceso de paz de Clinton y Barak y esperar que ganase Bush. Con Bush y Sharon, y el agotamiento de Arafat, todo ser¨¢ de otro modo. Para eso Sharon en persona interrumpi¨® el intento de paz con su irrupci¨®n en la plaza de las mezquitas con un peque?o ej¨¦rcito como escolta; para eso respondieron a la nueva Intifada de protesta con armas de fuego y palestinos ca¨ªdos cada d¨ªa (desde entonces, unos cuatrocientos); y mejor para ese prop¨®sito que tambi¨¦n haya ca¨ªdo alg¨²n israel¨ª. Clinton siempre estuvo inclinado hacia Israel, y su vicepresidente y candidato Gore nombr¨® un vicepresidente hebreo para ver si contrarrestaba el amor jud¨ªo por Bush. Y es que en este caso es un tema de fuerza. Bush va a gobernar sobre la fuerza con un lema que era ya el de su padre: si Estados Unidos tiene una superioridad absoluta en la fuerza, en las armas, ?por qu¨¦ ha de trabajar con la negociaci¨®n? No fue exacto en Vietnam, donde hubo que acudir a la negociaci¨®n y la huida, a la estampida de los helic¨®pteros. Pero aprendi¨® de aquello, y con ¨¦xito. Y sabe que Israel es su b¨²nker en ese Oriente.
Sharon tiene la misma doctrina: Israel, piensa, podr¨ªa arrasar otra vez el mundo ¨¢rabe. Y quiz¨¢ el mundo ¨¢rabe no se expondr¨ªa a eso para ayudar a Palestina aunque tambi¨¦n le interesa que exista como escudo de protecci¨®n. La paz se va a ir donde se van siempre las paces: al cuerno.
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