Los hospitales vascos vuelven a incumplir la ley al comprar medicinas sin un concurso p¨²blico

Seg¨²n el informe, Osakidetza ha cumplido 'razonablemente' la normativa que regula los gastos de personal y la contrataci¨®n administrativa , excepto en el caso de la compra de medicamentos. En lugar de sacar a concurso p¨²blico esta adquisici¨®n, los centros negociaron directamente con los proveedores, algo que no prev¨¦ la Ley de Contratos, norma que regula todo lo relacionado con los suministros a las administraciones en todo el Estado.

Al negociar de manera individual, los hospitales pactan con las compa?¨ªas farmac¨¦uticas diferentes descuentos sobre los productos, lo que a veces motiva variaciones de precios entre los medicamentos adquiridos por los centros p¨²blicos. Por ello, el tribunal aboga por una compra centralizada de las medicinas, lo que facilitar¨ªa precios m¨¢s uniformes para todos.

Mientras, el Servicio Vasco de Salud alega que existe 'indefinici¨®n' en la aplicaci¨®n de la Ley de Contratos a la adquisici¨®n de productos farmac¨¦uticos, dada la existencia de acuerdos entre el Sistema Nacional de Salud y la patronal nacional Farmaindustria, que regulan todos los aspectos relacionados con ese tipo de compras.

Falta de herramientas

Adem¨¢s, Osakidetza defiende su actuaci¨®n por la falta de herramientas precisas para la contrataci¨®n, adecuadas a 'la propia y especial naturaleza de los productos', la ausencia de bases t¨¦cnicas no discriminatorias y la falta de implicaci¨®n de los profesionales farmac¨¦uticos en el proceso.

Desde que se aclar¨® la manera de aplicar la Ley de Contratos a estas compras, Osakidetza asegura que se han realizado de una manera integrada expedientes de contrataci¨®n hasta el mes de noviembre de 2000.

Por otra parte, el Tribunal de Cuentas P¨²blicas cuestiona en su trabajo que Osakidetza emplee el recurso de fraccionar las compras de bienes (como material de oficina o vestuario) y servicios (limpieza, vigilancia, reparaci¨®n) para obviar el procedimiento legal previsto para estos casos, que obliga a sacar a concurso p¨²blico cualquier compra que exceda de un determinado importe. Al no realizar concurso, se vulneran los principios de publicidad e igualdad.

Osakidetza asegura que respeta la normativa de contrataci¨®n vigente para las administraciones p¨²blicas, pero que los cambios organizativos producidos en 1998 (cuando pas¨® de ser un organismo p¨²blico a convertirse en un ente p¨²blico de derecho privado) motivaron un giro dr¨¢stico en el sistema de informaci¨®n econ¨®mico-financiero y en los sistemas contables que ten¨ªa hasta ese momento, con lo que se pudieron realizar algunos fraccionamientos.

Por encargo del Parlamento, el Tribunal de Cuentas tambi¨¦n ha realizado un an¨¢lisis sobre el sistema de autoconcertaci¨®n de Osakidetza, puesto en marcha en el a?o 1992 para reducir las listas de espera.

Sanidad decidi¨® en aquel momento abonar un complemento por intervenci¨®n quir¨²rgica a todos aquellos profesionales sanitarios que accedieran de forma voluntaria a realizar operaciones por las tardes, fuera de su jornada laboral.

El proyecto cont¨® con el visto bueno un¨¢nime del Parlamento vasco, pero el sistema suscit¨® desde el primer momento recelos y cr¨ªticas entre los sindicatos del sector.

M¨¢s intervenciones

Seg¨²n los datos del tribunal, el importe del gasto en autoncertaci¨®n en el periodo 1992-1998 ascendi¨® a 4.198 millones de pesetas. El incremento de la actividad ordinaria y el funcionamiento de la autoconcertaci¨®n ha permitido aumentar 'significativamente' el n¨²mero de intervenciones quir¨²rgicas anuales, reconoce el tribunal. Sin embargo, la subida que se ha producido en la demanda de operaciones por parte de la poblaci¨®n ha absorbido este incremento de actividad, con lo que la lista de espera contin¨²a aunque se han reducido de manera sustancial los tiempos de espera. El ¨®rgano fiscalizador considera necesario que Osakidetza ponga en marcha otros mecanismos complementarios que permitan aumentar el ritmo de operaciones quir¨²rgicas para continuar reduciendo las listas. En la actualidad, la media de espera para intervenciones no supera los dos meses.