Gu¨ªa contra el maltrato dom¨¦stico

El a?o pasado llegaron a los juzgados m¨¢s de 30.000 denuncias sobre malos tratos en el hogar, especialmente contra mujeres. Muchos m¨¢s se quedaron en el secreto familiar, pese a que en ese mismo periodo 64 mujeres fueron asesinadas por sus maridos o ex maridos, novios o ex novios. Una actuaci¨®n judicial a tiempo pudo haber evitado algunas de esas muertes. Agotado en diciembre pasado el plan contra la violencia dom¨¦stica 1998-2000, y en v¨ªsperas de la aprobaci¨®n del que habr¨¢ de sustituirle, el Consejo General del Poder Judicial ha elaborado una especie de gu¨ªa o vadem¨¦cum de actuaci¨®n judicial contra esa plaga.

La experiencia demuestra que el papel de los jueces es decisivo en este terreno. Para evitar la impunidad de los que humillan y golpean a sus parejas, pero tambi¨¦n para prevenir que esos malos tratos den paso a tragedias irreversibles. El grueso de las medidas propuestas busca reducir los efectos del mal funcionamiento de la justicia sobre los procesos por violencia dom¨¦stica. Frente a la lentitud, se otorga car¨¢cter de urgencia a la tramitaci¨®n de las denuncias por malos tratos, obligando a colocar sobre las correspondientes diligencias judiciales un r¨®tulo bien visible con la leyenda 'Urgente. Violencia dom¨¦stica'.

Y frente a la descoordinaci¨®n, se urge a que a los jueces civiles y penales act¨²en de consuno frente al maltrato familiar, de modo que los primeros, en los supuestos de violencia dom¨¦stica relacionados con procesos de divorcio o separaci¨®n de la pareja, ordenen la detenci¨®n del hipot¨¦tico agresor poni¨¦ndole a disposici¨®n del juez penal de guardia.

Otras medidas se orientan a garantizar que los actos repetidos de agresi¨®n sean tramitados por un solo juez y que el registro inform¨¢tico de las fiscal¨ªas, que centraliza los datos sobre delitos de violencia dom¨¦stica, pueda ser consultado por los jueces que tramitan ese tipo de delitos.

El Consejo General del Poder Judicial no puede ir m¨¢s all¨¢ de establecer normas de agilizaci¨®n de los procesos. No es poco. Pero la respuesta judicial al maltrato dom¨¦stico debe pasar tambi¨¦n por una mayor unidad de criterio en la aplicaci¨®n de la ley. Es verdaderamente incomprensible que la agresi¨®n sexual en el seno familiar -una de las formas frecuentes de violencia dom¨¦stica- pueda quedar impune porque un tribunal estime que no hay constancia del rechazo de la v¨ªctima, como acaba de ocurrir en la Audiencia de Barcelona. El drama de una menor sometida a abusos sexuales a manos de su padre a partir de los 14 a?os, hasta dejarla embarazada a los 20, no puede resolverse con una invocaci¨®n tan superficial, por m¨¢s que la v¨ªctima renunciara a declarar en la vista.