Catalu?a y Euskadi
Lo m¨¢s relevante de la declaraci¨®n antiterrorista suscrita por todas las fuerzas pol¨ªticas catalanas (desde el PP hasta la independentista Esquerra Republicana) es precisamente la unanimidad que ha concitado. La ofensiva de ETA en Catalu?a, en la que los terroristas creyeron ver un eslab¨®n d¨¦bil en la resistencia democr¨¢tica frente a sus pretensiones de imposici¨®n, requer¨ªa una respuesta unitaria. La de una sociedad plural, pero en la que existe en torno a la autonom¨ªa una amplia superficie de valores compartidos. Que algo as¨ª sea imposible en Euskadi es algo que deber¨ªa hacer pensar a quienes llevan 20 a?os gobernando en Vitoria: la ruptura del consenso forjado en torno al Estatuto de Gernika, y que agrupaba al 80% de los vascos, ha acabado rompiendo tambi¨¦n el acuerdo antiterrorista. M¨¢s que lamentarlo, el lehendakari deber¨ªa extraer la consecuencia obvia que se deriva de esa diferencia entre el acuerdo catal¨¢n y el eco nulo de su propia en¨¦sima propuesta.
El texto del Parlament refleja el com¨²n denominador de una sociedad que, si bien lleva tambi¨¦n 20 a?os gobernada por el nacionalismo, nunca ha realizado concesiones indebidas a los grupos violentos. La declaraci¨®n supone reconocer que la sociedad catalana considera como propio el problema del terrorismo etarra, y no como una cuesti¨®n exterior muy compleja, seg¨²n una vieja tentaci¨®n escapista. Su contenido es ciertamente gen¨¦rico, pero deja claro el rechazo de cualquier justificaci¨®n del recurso a la violencia en nombre de supuestos problemas pol¨ªticos. Aboga por la colaboraci¨®n entre las instituciones y reclama un di¨¢logo circunscrito a las formaciones democr¨¢ticas; es decir, con exclusi¨®n expresa de las que no lo son.
Ser¨ªa ileg¨ªtimo, por tanto, cualquier intento de invocar el acuerdo como contrapuesto al suscrito entre el PP y el PSOE, cuyo objetivo esencial es dejar claro que, cualquiera que sea el signo del Gobierno de Espa?a, no habr¨¢ beneficios pol¨ªticos derivados de la violencia. Rebajar ese consenso b¨¢sico para que pueda sumarse a ¨¦l el nacionalismo que no acaba de romper con los principios de Lizarra habr¨ªa sido una torpeza. El compromiso catal¨¢n no se opone a ese acuerdo, pero tiene otros objetivos, entre los que era decisivo el de presentar un frente com¨²n de nacionalistas y no nacionalistas en la respuesta al desaf¨ªo de ETA en su comunidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Declaraciones terrorismo
- VI Legislatura Catalu?a
- Gobierno auton¨®mico
- Comunidades aut¨®nomas
- Generalitat Catalu?a
- Parlamentos auton¨®micos
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Catalu?a
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Parlamento
- Lucha antiterrorista
- ETA
- Grupos terroristas
- Espa?a
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica