'Vamos a ser exquisitos en la aplicaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa'
Desde diciembre es el jefe policial de Andaluc¨ªa Oriental. Su carrera siempre ha estado vinculada a M¨¢laga. Conoce bien la situaci¨®n en la Costa del Sol, pero ahora sus competencias abarcan otras tres provincias con problemas diferentes, como la inmigraci¨®n en Almer¨ªa.
Pregunta. ?Plantea una especial dificultad dirigir a la Polic¨ªa en una regi¨®n compleja como ¨¦sta?
Respuesta. El gran problema que acecha a la Polic¨ªa es el de la coordinaci¨®n. Se van a plantear problemas de todo tipo, al tiempo que evoluciona la sociedad. La regi¨®n tiene cuatro provincias distintas en sus preocupaciones y para que todo funcione hay que cambiar las estructuras.
'Una cosa es la inmigraci¨®n y otra que se use para que seamos el pa¨ªs que d¨¦ cobijo a los delincuentes'
P. Hace unos a?os se pensaba que las mafias en la Costa del Sol eran el principal problema. ?Ha cambiado esta impresi¨®n con un fen¨®meno como la inmigraci¨®n?
R. No. El peque?o delito es el que preocupa a los ciudadanos, y luego hay otros que afectan a las estructuras nacionales: tr¨¢fico de estupefacientes, trata de blancas, crimen organizado... M¨¢laga, a causa del turismo, tiene una delincuencia que difiere de las dem¨¢s provincias, pero eso no quiere decir que se reduzca a ese ¨¢mbito. En Almer¨ªa esa delincuencia tambi¨¦n est¨¢ emergiendo.
P. La inmigraci¨®n ?es m¨¢s un problema social que policial?
R. Es un problema humano. Se ha modificado la ley en varias ocasiones. La Polic¨ªa no contempla al inmigrante como un delincuente, sino como alguien en situaci¨®n irregular. Lo que ocurre es que una zona que tiene que asumir un gran n¨²mero de inmigrantes sufre distorsiones, ciertos roces. Los problemas de El Ejido han venido por ah¨ª. Otra cosa es que se use esa inmigraci¨®n para que nosotros seamos el pa¨ªs que da cobijo a todos los delincuentes. Asumir inmigraci¨®n, s¨ª; asumir la delincuencia de afuera, no. Yo creo que por ah¨ª va la Ley de Extranjer¨ªa.
P. ?La Polic¨ªa ha recibido ¨®rdenes de aplicar la Ley de Extranjer¨ªa con cierta cautela?
R. No. Lo que pasa es que vamos a ser muy exquisitos en su aplicaci¨®n. Es una herramienta para expulsar a las personas da?inas, pero en ning¨²n sitio de Espa?a se han hecho operaciones masivas de expulsi¨®n. Ser¨ªa, adem¨¢s, una tarea imposible. Es m¨¢s l¨®gico abrir una v¨ªa de acceso a la legalizaci¨®n a trav¨¦s de convenios.
P. ?Es cierta la percepci¨®n que tienen algunos de que la inmigraci¨®n incrementa la delincuencia?
R. El ciudadano de a pie percibe eso. Si una poblaci¨®n suma 10.000 inmigrantes es inevitable que alguno de ellos cometa un acto delictivo.
P. ?La Polic¨ªa sigue manteniendo la tesis de que en M¨¢laga no hay mafias asentadas?
R. Depende del concepto de mafia. Puede haber mafiosos pero no mafias. El crimen organizado necesita estructuras y situaciones de poder en el tejido social. Y eso no lo hemos detectado. Hemos identificado a individuos mafiosos aposentados all¨ª. Lo que hay que evitar es que lleguen a instalarse definitivamente.
P. Sin embargo, a la hora de expulsar a estos individuos, las relaciones entre la Polic¨ªa y el Poder Judicial han chirriado.
R. Es que es l¨®gico que chirr¨ªen, pues tienen funciones diferentes. Aunque est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas, la decisi¨®n ¨²ltima recae en la autoridad judicial. A la Polic¨ªa le corresponde la detenci¨®n, la preparaci¨®n del atestado con pruebas suficientes... Si luego, en el juicio, sale en libertad, es normal. No todos los detenidos van a prisi¨®n. A nosotros nos facilitar¨ªa la tarea. Si despu¨¦s de mucho trabajo detenemos a un tironero, nos gustar¨ªa que al menos no estuviera suelto durante cierto tiempo, pero tambi¨¦n los jueces y la ley contemplan que ese delito al ser menor no implique prisi¨®n. ?Qu¨¦ ocurre? Que tanto nosotros como el ciudadano nos vemos frustrados.
P. Hace d¨ªas usted lament¨® que la media de edad de los polic¨ªas de Granada ronde los 50 a?os...
R. A m¨ª me gustar¨ªa que el personal que tenemos en la calle tuviera 25 a?os, pero en la Polic¨ªa hay puestos para aprovechar tambi¨¦n la experiencia de quienes tienen 50. Quiz¨¢ habr¨ªa que hacer concursos de m¨¦ritos para determinados puestos en que se contemplara la edad.
P. Usted tambi¨¦n se ha quejado de la falta de coordinaci¨®n de las fuerzas de seguridad.
R. Estamos coordinados en algunos aspectos, pero todo se puede mejorar. Por parte de algunos se interpret¨® mal, como un conflicto de competencias, pero s¨®lo dije que una mejor coordinaci¨®n da un mejor servicio.
P. El problema del terrorismo distrae tambi¨¦n un n¨²mero elevado de efectivos...
R. Efectivamente. Si uno tiene efectivos limitados, ya sean m¨¢s o menos, pero se destinan a labores de prevenci¨®n ciudadana o de patrullas se les ver¨ªa. Pero si hay que destinarlos a luchar contra el terrorismo, la seguridad ciudadana se resiente, pero no s¨®lo en Andaluc¨ªa sino en toda Espa?a. El utilizar miles de funcionarios en escolta, vigilancias o contravigilancia impide que hagan la otra funci¨®n de atenci¨®n al ciudadano. Pero si lamentable es un robo, el valor principal es la vida.
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