PNV y EA se preparan para unir sus fuerzas

'A grandes males, grandes remedios', ha dicho Carlos Garaikoetxea y repetido, pocos d¨ªas despu¨¦s, Xabier Arzalluz. En 15 a?os de escisi¨®n EA-PNV ¨¦sta es, seguramente, la primera vez que las dos primeras figuras del nacionalismo vasco, hoy en declive, enemigos personales irreconciliables, unen sus voces en un mensaje movilizador com¨²n. Obviamente, en la versi¨®n nacionalista, 'los grandes males' que aquejan a Euskadi son el supuesto frente 'espa?ol PP-PSOE' que con la 'excusa' del pacto antiterrorista viene a 'arrasar toda se?a de identidad' vasca, 'arrancar de ra¨ªz el euskera', 'abatir a la naci¨®n vasca'. Lo otro, el terrorismo, es la calamidad de siempre que s¨®lo se acabar¨¢, a trav¨¦s del di¨¢logo y la negociaci¨®n, el d¨ªa que se aborden seriamente 'las causas pol¨ªticas' que lo generan.

Arzalluz: 'De lo que no hay duda es de que habr¨¢ una embestida colosal contra el nacionalismo democr¨¢tico y que en ese barco estamos los dos'

Como si la campana que debe anunciar el adelanto de las elecciones auton¨®micas vascas hubiera sonado ya, secretamente, por adelantado, en los privilegiados c¨®nclaves nacionalistas, las direcciones del PNV y de EA se preparan para reorganizar y sumar sus fuerzas, decididos a formar juntos en orden de batalla, bien asentados en la orilla soberanista. 'La patria est¨¢ en peligro', vienen a decir, enarbolando el di¨¢logo como fetiche ante la 'imposici¨®n espa?ola' y con la vista puesta en esos 64.000 votantes de HB que, seg¨²n las encuestas, se sienten frustrados por la ruptura de la tregua. Te¨®ricamente, por la propia ley D'Hondt, la uni¨®n de los votos del PNV y EA en un lista com¨²n permitir¨ªa al nacionalismo no violento obtener, como m¨ªnimo, un diputado m¨¢s y amarrar la condici¨®n de primera fuerza vasca, elemento clave, de alto contenido simb¨®lico, en la lucha por el poder.

La 'amenaza exterior'

Aunque la uni¨®n de uno m¨¢s uno no da necesariamente tres -en ocasiones, ni siquiera dos-, PNV y EA creen que el frente abertzale contra 'la amenaza exterior' actuar¨¢ de revulsivo en el campo sociol¨®gico nacionalista y permitir¨¢ encauzar mejor los votos procedentes de EH. 'De lo que no hay duda es de que va a haber una embestida colosal contra el nacionalismo democr¨¢tico y que en ese barco estamos los dos. Se ha creado un clima ante el que habr¨¢ que hacer algo, y los de la izquierda abertzale vendr¨¢n cuando se materialice la embestida', pronostica Xabier Arzalluz.

La corriente Aralar de EH le da la raz¨®n, impl¨ªcitamente, en un documento en el que sostiene que la izquierda abertzale 'debe parar al PP-PSOE', y evitar que llegue al Gobierno vasco. 'En las condiciones actuales, en el frente institucional de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, el objetivo prioritario es parar el t¨¢ndem PP-PSOE en Gasteiz (Vitoria) cada vez que se lance un ataque contra cualquier elemento estrat¨¦gico aprovechable en la construcci¨®n nacional', se indica en el texto, cr¨ªtico por lo dem¨¢s con la direcci¨®n de EH por haber abandonado sus esca?os en el Parlamento auton¨®mico y haber dejado en minor¨ªa al Ejecutivo de Ibarretxe. Tanto el PNV como EA, sin embargo, parecen haber renunciado a la tentaci¨®n de incorporar en sus proyectadas listas comunes a gentes identificadas con EH y descartado establecer contactos formales con los colectivos cr¨ªticos de esa formaci¨®n. Quieren evitar dar p¨¢bulo a las acusaciones de connivencia con el mundo violento y, sobre todo, que el entorno pol¨ªtico de ETA reaccione a la defensiva, constri?¨¦ndose sobre s¨ª mismo, como la almeja ante las gotas de lim¨®n. En el c¨¢lculo de los dirigentes del PNV y EA, el efecto reclamo en EH debe producirse como consecuencia natural de la lucha frentista en una situaci¨®n hist¨®rica tan trascendental, surgir espont¨¢neamente de la agitaci¨®n y efervescencia del combate entre 'vascos' y 'espa?oles', de la percepci¨®n inducida de que el pueblo vasco se juega pr¨¢cticamente el ser o no ser.

El 'combate', t¨¦rmino ¨¦ste que el presidente del PNV lleva semanas reiterando, ser¨¢ duro y sucio; m¨¢s duro y m¨¢s sucio de lo habitual, porque el resultado se presenta incierto por mucho que los nacionalistas traten de conjurar la alarma que roe sus filas y aparenten promet¨¦rselas felices. 'El PNV no va a estar en la oposici¨®n', asegura Arzalluz, 'seremos el partido m¨¢s votado, y con EA e IU, en ausencia de EH, sumaremos m¨¢s que el PP-PSOE'. Y sin embargo, los sondeos que maneja el PNV no le permiten echar las campanas al vuelo, seg¨²n fuentes de ese mismo partido. Aunque la coalici¨®n electoral PNV-EA se da pr¨¢cticamente por hecha -el mensaje emitido por Garaikoetxea y el eco obtenido en Sabin-Etxea, parecen confir-marlo- , los primeros encuentros conjuntos no han dejado el camino despejado. Al PNV, representado en las negociaciones por su portavoz, Joseba Egibar, el presidente del Bizkai Buru Batzar (la direcci¨®n en Vizcaya), ??igo Urkullu y la secretaria del Euskadi Buru Batzar, Josune Ariztondo, se le atraganta el prop¨®sito de EA de comprometerlo de lleno en la literalidad de un programa soberanista que, como el de Euskal Herritarrok, fija la independencia de Euskal Herria para el a?o 2008.

Sobre todo, a la direcci¨®n del PNV no le parece inteligente exhibir p¨²blicamente estos compromisos en un momento en el que de lo que se trata es de 'sacar votos de debajo de las piedras'. Teme la reacci¨®n de una parte de su electorado natural y la resistencia o inhibici¨®n de ese sector cr¨ªtico interno del partido que ha optado colectivamente por situarse silenciosamente tras la barrera, sin otro ¨¢nimo que el de 'tomar nota' de la 'faena' que sus l¨ªderes soberanistas se disponen a hacer en la arena electoral. Los cr¨ªticos del PNV tienen el reloj puesto en la fecha inmediatamente posterior a las elecciones porque saben que, en el fragor del combate que se avecina, sus voces ser¨ªan sistem¨¢ticamente tachadas de deslealtad, juzgadas bajo la sospecha de traici¨®n.

'Las conversaciones con EA est¨¢n todav¨ªa en una fase preliminar, no sabemos exactamente qu¨¦ es lo que piden, pero pensamos que no se dan las condiciones para un debate sosegado y p¨²blico soberanista, que no hay un ambiente propicio para plantearlo con naturalidad', se?ala un dirigente del PNV. 'Al planteamiento inicial de este partido de dar a la previsible alianza electoral un recorrido mayor que asiente estrat¨¦gicamente la colaboraci¨®n ya existente en una serie de ¨¢reas institucionales, EA, siempre temerosa de que su partido madre termine d¨¢ndole el abrazo del oso de convertirse en un mero ap¨¦ndice del PNV, ha respondido enarbolando el programa soberanista surgido al calor del Pacto de Lizarra.

El soberanismo de EA contempla, asimismo, la creaci¨®n de una serie de instituciones que sumar a la ya existente, Udalbiltza, 'la instituci¨®n nacional de base municipal que orienta su actividad y funcionamiento a afirmar la existencia nacional de Euskal Herria'. Esas instituciones por fundar son el Departamento Vasco en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, el ?rgano de Cooperaci¨®n Iparralde-Hegoalde destinado a fomentar pol¨ªticas conjuntas en todos los campos, desde la cultura a la protecci¨®n civil, pasando por la fiscalidad y la educaci¨®n, la Dieta entre las comunidades aut¨®nomas vasca y navarra, que reunir¨ªa a una representaci¨®n paritaria de parlamentarios vascos y navarros, y el Consejo Comunidad Aut¨®noma Vasca-Comunidad Foral Navarra, que tendr¨ªa car¨¢cter ejecutivo y estar¨ªa formado por delegados de ambos gobiernos.

Compromisos electorales

La propuesta de EA implica que los partidos que asuman la v¨ªa soberanista deben incluir estos compromisos en sus programas electorales. 'Si tal compromiso explicitado en cada programa obtuviese el respaldo de una mayor¨ªa social en las sucesivas convocatorias electorales, deber¨¢ materializarse en la legislatura 2004-2008', se indica en el documento. El envite resulta demasiado fuerte para este PNV que conf¨ªa tambi¨¦n en rentabilizar el ejercicio ret¨®rico de 'mano tendida' que el lehendakari Ibarretxe protagoniza desde hace meses, bien envuelto en la bandera del 'di¨¢logo', la palabra talism¨¢n que los soberanistas de Lizarra piensan arrojar a la cara de sus adversarios pol¨ªticos. Pero si las dificultades son evidentes en el 'acuerdo program¨¢tico', al PNV no le falta entusiasmo para abrazar la propuesta de 'optimizar los recursos movilizadores y de respuesta del nacionalismo'. La presidenta de EA, Bego?a Errasti, ya ha dicho que considera 'fundamental' esa respuesta conjunta. A su juicio, Euskadi es un pa¨ªs 'absolutamente amenazado por el frentismo e imperialismo espa?ol que tiene el objetivo de deshacer y destrozar de forma irresponsable y partidista los esfuerzos que durante a?os hemos hecho algunos'. S¨ª, la campa?a ser¨¢ dura y sucia, y va a ahondar, bajo el gesto amenazante de ETA, la zanja y las trincheras que separan a los vascos.