Arco cumple 20 a?os sin haber creado un coleccionismo de arte internacional
La feria busca un p¨²blico de profesionales y no el espect¨¢culo, dice Rosina G¨®mez-Baeza
Ma?ana, martes, con una visita de dos horas del rey Juan Carlos, se inaugura una nueva edici¨®n de Arco, que en su 20? aniversario re¨²ne 274 galer¨ªas, con una oferta de vanguardias hist¨®ricas, arte moderno, actual, experimental y emergente que recorre todas las tendencias y t¨¦cnicas del siglo XX. Con un presupuesto de 300 millones de pesetas, no deficitario, est¨¢ organizada por Ifema, donde participan la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, la C¨¢mara de Comercio e Industria y Caja Madrid.
'La feria est¨¢ en un buen momento y cada a?o renace de sus propias cenizas para convertirse en la cita de Madrid, gracias al apoyo absoluto de las galer¨ªas y de las instituciones', declara la directora, Rosina G¨®mez-Baeza. Se?ala que en estos a?os se ha ido solucionando la falta de infraestructuras culturales para poder mostrar el arte contempor¨¢neo y el papel que juegan las galer¨ªas. 'Hay muchas carencias todav¨ªa, pero hay iniciativas que ya tienen un nombre internacional, en las que a veces intervienen las comunidades aut¨®nomas'.
La directora defiende Arco como una galer¨ªa de galer¨ªas, donde 'la creaci¨®n necesita el apoyo econ¨®mico'. 'Se identifica Arco con el comercio, pero este mercado, como ocurre en Estados Unidos, Francia o Alemania, tambi¨¦n produce un patrimonio art¨ªstico que refleja el arte del siglo XX e incluso del siglo XIX. Es fundamental cambiar esos recelos de un purismo fuera de lugar, ya que la creaci¨®n necesita de este mercado del arte'.
Arco virtual
Conseguir un coleccionismo estable, p¨²blico y privado, sobre todo de arte internacional, es el objetivo que se repite en cada edici¨®n de Arco. 'Hay coleccionistas j¨®venes que est¨¢n interesados por los artistas actuales, pero es un fen¨®meno natural en todos los pa¨ªses que se considere m¨¢s el arte propio, que refleja la sociedad. Es una forma de compartir la obra de un artista y hacerla m¨¢s pr¨®xima. Es cierto que la mirada m¨¢s culta de los espa?oles se puede dirigir a un arte sin localismos, y nos gustar¨ªa tener m¨¢s coleccionistas privados y de las instituciones. Los espacios p¨²blicos tienen que facilitar el acceso a la creaci¨®n actual como formaci¨®n y contacto con la obra del artista.
Pendiente la reforma de la ley de mecenazgo y fundaciones, G¨®mez-Baeza reconoce que el empresariado espa?ol 'no est¨¢ apoyando la creaci¨®n e innovaci¨®n art¨ªsticas', por una falta de sensibilidad hacia la creaci¨®n art¨ªstica. Pone los ejemplos del Reino Unido, con la financiaci¨®n del Arts Council Lottery, o las ayudas en Holanda a los centros de formaci¨®n. Desde Arco se puede crear una plataforma de encuentro y debate, seg¨²n la directora, que se va a prolongar tambi¨¦n en la Red con un Arco virtual. Ya se ha puesto en marcha arco.online, un proyecto desarrollado por la Universidad de Alicante, para informar sobre los espacios en la feria de galer¨ªas, publicaciones, colecciones y agenda cultural, que recibe 20.000 visitas diarias. Tambi¨¦n se va crear un foro de pensamiento en torno a la Red.
Los 170.000 visitantes de Arco 2000 volver¨¢n a los pasillos estrechos de los pabellones 5 y 7 del recinto ferial Juan Carlos I, tras pagar una entrada de 3.500 pesetas. 'El comit¨¦ de Arco quiere que se preste mayor atenci¨®n al profesional, a los galeristas, coleccionistas, responsables de museos y p¨²blico interesado. No interesa tanto el p¨²blico ocasional y curioso y no se plantea un Arco como espect¨¢culo'.
Arco empez¨® en 1982 con 25.000 visitantes y 90 galer¨ªas, pero sobre todo con una pasi¨®n contagiosa, seg¨²n la galerista Juana de Aizpuru, que empez¨® a movilizarse en 1979 y fue la primera directora hasta 1987. 'Fue un milagro. Cost¨® much¨ªsimo superar el boicoteo intelectual a Espa?a, pero sali¨® una feria muy diferente, vital y con el entusiasmo enorme de la transici¨®n, los artistas y la sociedad implicada en aprovechar el carro de la modernidad', declara Juana de Aizpuru. Conserva las im¨¢genes de Chillida, T¨¤pies y Palazuelo, Bonito Oliva y Celant, el ministro Solana comiendo un bocadillo, la transvanguardia italiana y el p¨²blico. 'Las galer¨ªas y los artistas eran los ¨²nicos protagonistas, y no se admit¨ªa a las instituciones. Arco ten¨ªa un car¨¢cter festivo y p¨²blico, en un periodo heroico'.
Del entusiasmo a la pluralidad
Anna Maria Guasch, profesora de Historia de Arte Contempor¨¢neo de la Universidad de Barcelona, dedica un cap¨ªtulo al 'arte espa?ol en la era del entusiasmo' en su reciente libro El arte ¨²ltimo del siglo XX. Del posminimalismo a lo multicultural (Alianza Forma). Sobre los 20 a?os de Arco, dice que de su objetivo inicial, 'poner fin a la escasa presencia de artistas internacionales en Espa?a y reintegrar el pa¨ªs a la comunidad internacional', se ha cumplido m¨¢s la primera parte. Distingue una fase de entusiasmo y optimismo, un proceso entre lo p¨²blico y lo privado que coincide con programas del Ministerio de Cultura para difundir el arte espa?ol en el extranjero, impulsados por Carmen Gim¨¦nez. Es el tiempo de la transvanguardia, las tendencias de Nueva York, la uni¨®n de esfuerzos entre Arco y las instituciones. El entusiasmo entr¨® en crisis en 1992, al unirse otras de car¨¢cter econ¨®mico y pol¨ªtico, y sit¨²a la recuperaci¨®n cuatro a?os despu¨¦s, con una mayor colaboraci¨®n entre las iniciativas privadas y p¨²blicas y criterios estrictos de selecci¨®n de las galer¨ªas. Anna Maria Guasch tiene el proyecto de dedicar un libro al arte espa?ol de la posguerra, con la misma metodolog¨ªa de El arte ¨²ltimo del siglo XX, donde integra la historia de la creaci¨®n, la recepci¨®n y las ideas. 'La posmodernidad es un arte opaco, en clave aleg¨®rica, que hay que descodificar a trav¨¦s de las ideas, de la filosof¨ªa y de la cr¨ªtica. Busco dar sentido global al arte contempor¨¢neo, que a veces no se entiende o se dice que es banal'. Sobre lo que el visitante de Arco 2001 se va a encontrar, Guasch se?ala que impera una pluralidad sin tendencias. 'El arte hoy se mueve por impulsos, y hay dos tipos de impulsos en el arte contempor¨¢neo. Uno tiende a lo sublime, a lo espiritual (como Bill Viola), y otro, que practican, por ejemplo, los artistas brit¨¢nicos, que sondea lo m¨¢s rec¨®ndito de la subjetividad. Antes, el arte negaba la subjetividad, se proclamaba la muerte del arte, y ahora se relaciona con lo subjetivo, se acerca a lo neur¨®tico, como un neosurrealismo, pero sin formar un estilo. Los artistas hoy no trabajan por la belleza, tienen que contar historias en clave aleg¨®rica, para provocar sensaciones'.
Babelia
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