Vargas Llosa re¨²ne en un libro sus art¨ªculos de EL PA?S

'La literatura no es una actividad gratuita, de entretenimiento, sino una responsabilidad c¨ªvica y moral de participar en el debate. Es la manera que tiene el escritor de influir en la historia'. Con estos conceptos, Mario Vargas Llosa present¨® anoche su ¨²ltimo libro,El lenguaje de la pasi¨®n (El Pa¨ªs-Aguilar), en el que recoge una selecci¨®n de los temas de actualidad que publica regularmente en EL PA?S. 'Reflejan', continu¨® en la sede londinense del Instituto Cervantes, 'inconformidad y actitud cr¨ªtica frente a los problemas contempor¨¢neos. Me describen mucho, mis simpat¨ªas y diferencias'.

El lenguaje de la pasi¨®n aporta la radiograf¨ªa particular y cr¨ªtica de las sociedades contempor¨¢neas que Vargas Llosa public¨® en su columna Piedra de toque desde 1992 hasta 2000. Incluye un variado espectro de, explic¨® anoche el autor, 'los grandes desaf¨ªos de la cultura democr¨¢tica'. 'El periodismo ha sido una sombra de mi vocaci¨®n literaria. Una actividad muy estimulante que me permite contribuir al hallazgo de soluciones, a dar respuesta a los interrogantes de la vida'.

Son muchos los temas y personajes que inquietan al escritor. Desde el nacionalismo al libre mercado; desde una desconocida autora de novelas rom¨¢nticas, Margaret Elizabeth Trask, a la poes¨ªa y culto rasta de Bob Marley; desde el incierto destino de su pa¨ªs de origen al suicidio de Venezuela, como titula su escrito sobre los acontecimientos en aquel pa¨ªs.

'Las pol¨ªticas antiinmigrantes', escribe en 1996, 'est¨¢n condenadas a fracasar porque nunca atajar¨¢n a ¨¦stos, pero, en cambio, tienen el efecto perverso de socavar las instituciones democr¨¢ticas del pa¨ªs que las aplica y de dar una apariencia de legitimidad a la xenofobia y al racismo y de abrir las puertas de la ciudad al autoritarismo'. La apertura de fronteras al Tercer Mundo, tanto al tr¨¢fico humano como comercial, es el ¨²nico remedio que Vargas Llosa propone como v¨ªa para sanar el mal de nuestra d¨¦cada. 'Los argumentos racionales se estrellan con la creciente paronoia que existe sobre la inmigraci¨®n', dijo anoche.