Estrella mayor, cine menor
Dirige Finding Forrester Gus van Sant, que hizo una buena primera pel¨ªcula, Drug store cowboy; una segunda que se limita a seguir siendo prometedora, Mi Idaho privado, y ah¨ª, en la promesa, se humedeci¨® la dinamita de este cineasta que surgi¨® con ¨ªnfulas de explosivo, pues el resto de la obra del insobornable oscila entre el soborno del cine convencional y el soborno del cine subnormal, como su espantosa versi¨®n de Psicosis, que bordea lo estrictamente idiota. Ahora, Van Sant recupera la cordura o, m¨¢s exactamente, la astucia y el olfato profesional, y vuelve al cine convencional s¨®lido, eficaz, a veces brillante, bien calculado y fabricado, pero que es cine sabido, que no aporta nada, salvo el ciertamente gozoso espect¨¢culo del lucimiento de Sean Connery, que obviamente borda un personaje que irradia encanto y est¨¢ confeccionado a su medida exacta, como toda la pel¨ªcula, que para mayor evidencia produce el propio Connery.
Finding Forrester se ve bien, emociona a ratos, es cine f¨¢cil y predigerido, un agradable caramelo sentimental adornado con algunos toques de solemnidad intelectual de sal¨®n, que dar¨¢ dinero a espuertas al productor Connery, pero que en el concurso de un festival sobra, porque la figura y la leyenda del actor Connery tienen peso suficiente para forzar hacia su pel¨ªcula un premio que ser¨ªa, adem¨¢s de innecesario para ella, injusto.
Horas antes concurs¨® una producci¨®n alemana titulada My sweet home, dirigida por el griego Filippos Tsitos. Es una comedia dura, crispada, algo ¨¢spera, de escuela berlinesa, que re¨²ne en una extra?a y acalorada despedida de soltero a una docena de personajes berlineses de mala acera, casi todos inmigrantes que nos dan un vapuleo de compulsivas idas y venidas emocionales. Posiblemente, en la locuacidad del filme hay abundantes gui?os caseros, que se escapan de los gruesos filtros de la traducci¨®n simult¨¢nea, lo que explica que durante la proyecci¨®n media sala, la que sabe alem¨¢n, riese a carcajadas, mientras la otra mitad, la que no tiene ni idea de alem¨¢n, pon¨ªa cara de funeral.
Finalmente, la pel¨ªcula coreana Joint security area relata un complicado y ver¨ªdico asunto fronterizo ocurrido entre las dos Coreas, que conduce a la investigaci¨®n, dentro del territorio controlado por la ONU, del asesinato de unos soldados de Corea del Sur en sospechosas circunstancias de haber sido v¨ªctimas de otros de Corea del Norte. El asunto amenaza con crear grave conflicto diplom¨¢tico preb¨¦lico. El gui¨®n, desplegado en forma de rompecabezas, tiene una construcci¨®n solid¨ªsima y est¨¢ impecablemente elevado a la pantalla por el director, Park Chan-Wook. La pel¨ªcula es tambi¨¦n un excelente trabajo interpretativo y, en conjunto, se trata de una obra muy estimable, aunque peca por su duraci¨®n excesiva y por una prolijidad innecesaria en la descripci¨®n de los hechos.
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