F¨¦lix Romeo mezcla 'culebr¨®n' y tragedia cl¨¢sica en 'Discoth¨¨que'

Una pareja de artistas porno en horas bajas, un humorista que ya no tiene gracia, una due?a de pensi¨®n que intent¨® ser la segunda Marisol, una aparici¨®n fantasmal de un antiguo jugador del Real Zaragoza y, sobre todo, un ex soldado de la ocultada guerra de Ifni que persigue a su hijo para matarle porque ha perdido su vida en una partida de cartas. Son algunos de los personajes que pueblan la segunda novela de F¨¦lix Romeo (Zaragoza, 1968), Discoth¨¨que, que se debe pronunciar con todas las letras, la ¨²ltima 'e' incluida.

La novela, dijo ayer Romeo en Barcelona, bebe de 'un g¨¦nero h¨ªbrido entre el culebr¨®n y la tragedia cl¨¢sica' puesto que su n¨²cleo es una tremenda relaci¨®n entre un padre y un hijo: 'Quer¨ªa tratar temas aparentemente superficiales, de culebr¨®n, y hablar a la vez de cosas m¨¢s profundas', afirm¨®.

Discoth¨¨que acaba de ser publicada por Anagrama, que tambi¨¦n ha recuperado la primera novela del escritor, Dibujos animados. Se trata de una novela coral ambientada en los 'Monegros salvajes', una tierra des¨¦rtica que, sin embargo, alberga todo tipo de personajes de la 'Espa?a kitsch', como la defini¨® Romeo. 'Una Espa?a que est¨¢ m¨¢s viva que nunca, como demuestran programas de televisi¨®n como Cr¨®nicas marcianas'. Tamara, Risitas, Leonardo Dant¨¦s, Paco Porras..., la lista de personajes que se le ocurrieron a Romeo para ilustrar sus afirmaciones es larga: 'Es una Espa?a con la que no nos queremos mezclar, pero que miramos a trav¨¦s de la distancia del televisor'.

La novela naci¨® en una c¨¢rcel. M¨¢s concretamente en la de Torrero, Zaragoza, donde Romeo cumpli¨® hace cinco a?os 16 meses de reclusi¨®n por insumisi¨®n, la mayor parte de ellos en r¨¦gimen de tercer grado. 'Aunque no es autobiogr¨¢fica, s¨ª forma parte de mi vida. Incluye historias verdaderas que me contaron compa?eros de c¨¢rcel'. Como las que cuenta obsesivamente el antiguo soldado de Ifni o las de la mulata Dalila Love.

El libro ha sido rechazado por un par de librer¨ªas del Opus Dei en Madrid, asegur¨® el editor de Anagrama. Jorge Herralde afirm¨® que no la han querido porque la portada, con una fotograf¨ªa de Cristina Garc¨ªa Rodero, muestra a una artista porno desnuda.