Fox recibe en M¨¦xico al presidente estadounidense
El gobernante estadounidense efectu¨® a M¨¦xico su primer viaje oficial al extranjero, deferencia p¨²blicamente agradecida por Fox. Al aceptar la creaci¨®n de una comisi¨®n de alto rango, con un enfoque diferente a anteriores administraciones, prestaba especial atenci¨®n al punto que m¨¢s preocupa a M¨¦xico: la indefensi¨®n de millones de nacionales con problemas de documentaci¨®n en EE UU, y los malos tratos denunciados por los compatriotas apaleados por la Patrulla Fronteriza estadounidese cuando tratan de cruzar, indocumentados, el R¨ªo Bravo. Cientos mueren en su penosa traves¨ªa.
Los dos Gobiernos, en un comunicado le¨ªdo por sus ministros de Exteriores, Jorge G. Casta?eda y Colin Powell, coincidieron en la necesidad de promover unidos las libertades, la democracia y los derechos humanos en el hemisferio, y de sostener posteriores reuniones para avanzar en la lucha contra el narcotr¨¢fico. Asimismo promover¨¢n mayores intercambios comerciales, 200.000 millones de d¨®lares en el 2000, y la colaboraci¨®n energ¨¦tica, asunto prioritario ¨¦ste ¨²ltimo para Washington despu¨¦s de la crisis registrada en California.
La jornada sostenida en el rancho de la familia Fox, declar¨® el presidente mexicano, 'marca el inicio de una etapa in¨¦dita en nuestras relaciones bilaterales. Es un punto de partida alentador'. 'Quiero que sepa', agreg¨® dirigi¨¦ndose a Bush, 'que lo considero un amigo de M¨¦xico, y un amigo m¨ªo'.
A las diez en punto de la ma?ana (hora local) el Air Force One hab¨ªa aterrizado en el aeropuerto de El Baj¨ªo, Estado de Guanajuato, a 340 kil¨®metros de Ciudad de M¨¦xico, y a 42 kil¨®metros del rancho San Crist¨®bal, donde se reunieron las dos delegaciones en una jornada de la que no cupo esperar acuerdos concretos porque fue concebida como 'informal y de trabajo'. El presidente mexicano, de 58 a?os, abraz¨® a su invitado, de 54 a?os, le present¨® sus ministros, y ambos hablaron animadamente en ingl¨¦s en el trayecto hacia su camioneta blindada y una caravana de 15 veh¨ªculos.
'Me hace sentir como en familia', agradeci¨® Bush en la conferencia de prensa conjunta. 'Nace una nueva relaci¨®n, una nueva perspectiva'. Hab¨ªa llegado a un pa¨ªs diferente, a una naci¨®n de cien millones de personas, m¨¢s del 40% en la pobreza, inmersa en el proceso de cambios aperturistas inaugurado el 2 de julio tras la victoria del conservador Fox, ex ejecutivo de la multinacional estadounidense Coca-Cola, cuyo perfil personal y pol¨ªtico se asemeja al de su invitado: los dos son religiosos y los dos fueron empresarios. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que retuvo la presidencia de la rep¨²blica durante 71 a?os, hab¨ªa sido derrotado, y las relaciones bilaterales, plagadas de problemas y posibilidades, parecen cobrar br¨ªo con dos pragm¨¢ticos al frente.
Ahora bien, ni el Partido Acci¨®n Democr¨¢tica (PAN), ni el Partido Republicano de Bush controlan los respectivos Congresos, cuyo concurso ser¨¢ necesario para traducir en acuerdos las buenas intenciones planteadas en la cumbre de Guanajuato. 'Queremos formar equipo', insisti¨® el jefe de Gobierno anfitri¨®n. Nunca como antes esa posibilidad hab¨ªa estado tan cercana. Bush chapurre¨® piropos en espa?ol, y reparti¨® abrazos. 'Es diez cent¨ªmetros m¨¢s peque?o que Fox [1,92 metros de estatura]', comentaba un periodista local. Tambi¨¦n salud¨® a los numerosos familiares de jefe de Gobierno mexicano, y a su madre, Mercedes Quezada, de 85 a?os, donostiarra, convaleciente de una enfermedad, a quien bes¨® y regal¨® una foto de familia, y un mant¨®n. 'Ah¨ª tienes al presidente americano, madre, viene a ver como vas', coment¨® Fox. 'Bueno, vamos a trabajar', agreg¨® minutos despu¨¦s.
Las dos delegaciones trabajaron cinco horas sobre 15 cuestiones, algunas concretas, entre ellas el libre acceso de los camiones mexicanos por carreteras de Estados Unidos, la protecci¨®n del medio ambiente, la disputa comercial sobre el az¨²car, o la retirada de la denuncia de Estados Unidos ante la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) contra M¨¦xico, acusado dos a?os atr¨¢s de permitir un virtual monopolio en telecomunicaciones.
'La capital de las botas'
Inevitable al tratarse de una reuni¨®n de dos presidentes rancheros, de hecho los dos gobernantes calzaban ayer botas camperas. Fox regal¨® a Bush dos pares: unas conmemorativas, de piel de avestruz, con las banderas de M¨¦xico y EE UU entrelazadas, y las otras, de lagarto, color caf¨¦, de vestir, con la estrella tejana al frente y las siglas GWB. La fabricaci¨®n artesanal de ese calzado, en una empresa de Fox, dur¨® 12 d¨ªas, y el valor comercial de cada par ronda los 600 d¨®lares (poco m¨¢s de 100.000 pesetas)
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