El Deportivo descuelga al Bar?a

En un buen partido, por el nervio, la emoci¨®n, el inter¨¦s de los contendientes y las alternativas, el Deportivo apart¨® al Barcelona de la senda de la Liga y se dispone a disputarle el liderato al Madrid. Justo cuando uno y otro equipo se hab¨ªan neutralizado en un choque de un desgaste tremendo, V¨ªctor sentenci¨® en la prolongaci¨®n con un gol a bal¨®n parado tan bello como imprevisto, salido de una jugada de estrategia, que premi¨® el buen dise?o que Irureta hizo de la contienda. Especialmente activo en el primer acto, el Bar?a se desfond¨® en el segundo, v¨ªctima de la fatiga y de su propia desdicha. A los azulgrana les sobr¨® partido y les falt¨® un poco de juego, un poco de car¨¢cter, un poco de suerte, un poco de todo, sobre todo futbolistas. El Deportivo aguard¨® pacientemente su momento, administr¨® mejor sus recursos, especialmente la profundidad de su plantilla, y por vez primera sali¨® victorioso del Camp Nou cuando m¨¢s lo necesitaba. Pese a que su alineaci¨®n provoc¨® una cierta decepci¨®n, pues hab¨ªa inter¨¦s por saber del buen momento de juego del exquisito y al tiempo quebradizo Valer¨®n, sustituido por el tragamillas Emerson, el Deportivo jug¨® como el campe¨®n que es en un estadio en el que muchos equipos se dan media vuelta. Fue a por el partido y de camino se encontr¨® con un Barcelona enfebrecido, con Luis Enrique apareciendo en cada jugada, y manejado por el criterio de Guardiola. El ir y venir de unos y otros provoc¨® un encuentro din¨¢mico, temperamental, febril y abierto, con llegadas en una y otra ¨¢rea, especialmente gratificante para una hinchada depresiva como era la azulgrana. El Barcelona sufri¨® tanto como el Deportivo cuando no tuvo la pelota. Los azulgrana estuvieron un rato fuera del partido por un gol trempranero de Djalminha en un remate que le prepar¨® Makaay de forma majestuosa. Atacaban los gallegos por el costado de Sergi, con V¨ªctor al mando de las maniobras, y obligaban al Bar?a a salir de su campo por medio de Reiziger, que en ausencia de Abelardo ejerci¨® de central. Nada m¨¢s empezar, ten¨ªan el encuentro justamente donde quer¨ªan.Hay factores, sin embargo, que resultan incontrolables para cualquier equipo, y entre ellos la agresividad de Luis Enrique, la movilidad de Zenden y especialmente la clarividencia de Guardiola. El Barcelona acept¨® de buena gana el intercambio de golpes: abri¨® la cancha, le dio aire a la pelota y jug¨® a la carrera como ped¨ªa el partido. En el intercambio de golpes, los azulgrana sacaron mejor resultado, porque desequilibraron en dos jugadas a bal¨®n parado. El remonte local no supuso, sin embargo, ning¨²n punto de inflexi¨®n en la contienda, que continu¨® abierta, con mucho tr¨¢fico, vibrante y siempre emotiva por bella. El Barcelona tuvo el partido a huevo en un par de remates que los puntas malgastaron de mala manera, y ah¨ª se le escap¨® el triunfo. Por la ausencia de Overmars, el equipo no desbord¨® por la banda izquierda, pero hab¨ªa encontrado en Zenden a un futbolista generoso y m¨®vil, que guardaba bien la posici¨®n de extremo, hasta que se lesion¨®. Falto de jugadores de banda, el Bar?a se vio sometido por el Deportivo, que recuper¨® la pelota en el arranque del segundo tiempo y comenz¨® a tejer jugadas de gol. Lo pas¨® mal el Bar?a ante la omnipresencia de Emerson, los apoyos de Djalminha, la salida a escena de Valer¨®n y la pegada de V¨ªctor. Muy cansado por el partido de Atenas, harto de batirse en batallas menores, el Barcelona ya no resisti¨® m¨¢s y revent¨®. Perdi¨® vitalidad, recul¨®, no supo aguantar la pelota y pas¨® a jugar a la contra.Nunca se distingui¨® por su orden defensivo, y en la acumulaci¨®n de jugadores en ¨¢rea propia acostumbra a salir mal parado. Falto de jugadores de refresco, el equipo azulgrana acab¨® por perder el partido con los cambios, circunstancia que expresa lo err¨¢tico de la pol¨ªtica de fichajes ante un adversario con un plantel muy variado. V¨ªctor apareci¨® entonces como el futbolista desequilibrante en dos acciones preciosas: en una control¨® un pase interior precioso de Djalminha y remat¨® a la red y en la otra tranform¨® una falta por el lado opuesto al que se supon¨ªa. El ¨²ltimo tanto coron¨® el remonte del Deportivo y le legitima para discutirle el primer puesto al Madrid en perjuicio de un Bar?a que se faj¨® con la entereza de un noble perdedor. Triste consuelo.