Patrullar el centro de la ciudad
Cada d¨ªa se denuncian en la comisar¨ªa de la calle de Leganitos al menos 75 delitos y se detiene a 25 delincuentes
El aviso llega de la recepci¨®n de unos apartamentos. La emisora requiere los coches disponibles. Hay tres supuestos ladrones en su interior y se pide la presencia inmediata de los polic¨ªas. Dos agentes de paisano que circulan en un coche camuflado por la calle de Barquillo acuden al lugar. El copiloto empieza a hacer sonar las sirenas y el conductor pone el rotativo azul. Son las 12 de la noche. Acaba de comenzar una jornada de trabajo en la comisar¨ªa de Centro, la m¨¢s grande de toda la regi¨®n.
El conductor acelera a fondo. La luz azul ilumina las tiendas de la calle de Barquillo. Segunda, tercera marcha. El motor gira revolucionado. Poco despu¨¦s, los agentes apagan las sirenas para no molestar a los vecinos. La emisora no deja de dar avisos. Tambi¨¦n acuden tres zetas. Un r¨¢pido toque de luces largas advierte al conductor de un taxi de que no se mueva. El veh¨ªculo lo esquiva a m¨¢s de 80 kil¨®metros por hora. Un cami¨®n de reparto a la altura del sem¨¢foro de Alcal¨¢ frena a la carrera. El coche policial le avisa con las sirenas m¨¢s sonoras, pero la furgoneta ni se mueve. En el ¨²ltimo intento, el conductor del coche camuflado saca el brazo por la ventanilla y le muestra la luz azul destelleante. La furgoneta, por fin, se mueve. El veh¨ªculo camuflado gira hacia la calle de Alcal¨¢ en fracciones de segundo. Al minuto llega a la plaza de Espa?a, a pesar del tr¨¢fico.
344 agentes velan por la seguridad de 355.000 vecinos y de miles de clientes que acuden a las grandes superficies
Cuando los agentes bajan del coche, otros compa?eros uniformados les informan de que un cliente acusa a tres prostitutas de origen dominicano de haberle robado 4.300 d¨®lares en efectivo (unas 775.000 pesetas). El caso ha perdido el riesgo que parec¨ªa tener. Una polic¨ªa cachea a las tres meretrices y no les encuentra el dinero. El cliente mexicano se queja y piensa c¨®mo recuperar sus divisas. Los guardias s¨®lo pueden recomendarle que denuncie el caso en comisar¨ªa. 'Casos como ¨¦stos entre prostitutas y clientes son frecuentes todos los d¨ªas', explica el conductor del coche camuflado. El agente, a pesar de su juventud (s¨®lo tiene 24 a?os), ya ha vivido la peligrosidad de la noche en la comisar¨ªa de Centro. ?l fue uno de los polic¨ªas que estaban cerca del coche bomba que ETA coloc¨® el pasado 12 de julio en la calle del Carmen. Cuando estaban transmitiendo por radio la matr¨ªcula del veh¨ªculo, el artefacto explosion¨®. ?l y su compa?ero resultaron heridos en las piernas.
25 detenidos al d¨ªa
Y es que la comisar¨ªa de Centro es de las que m¨¢s movimiento tienen de la regi¨®n. Mientras en otras comisar¨ªas no pasa de tres o cuatro detenidos al d¨ªa, en la calle de Leganitos no bajan de 25. Sus 344 agentes est¨¢n repartidos en los cuatro m¨®dulos de la polic¨ªa de proximidad, divididos a su vez en 30 subsectores y en las brigadas de protecci¨®n de todo el distrito.
Las jornadas siempre empiezan igual. Antes de salir a la calle, una peque?a habitaci¨®n de la quinta planta acoge la reuni¨®n de los polic¨ªas que acuden a patrullar. Es viernes y el reloj est¨¢ a punto de marcar las diez de la noche. El comisario, Tel¨¦sforo Rubio, da las primeras indicaciones: 'Agentes, hay que incidir en los hurtos y en los robos con violencia. En cuanto vean algo raro, bajen del coche y pidan la documentaci¨®n a todo el que les parezca sospechoso'. Luego, el comisario les advierte de los puntos negros del distrito: tienen que vigilar m¨¢s las cundas (veh¨ªculos que transportan a los toxic¨®manos a los hipermercados de la droga) de la red de San Luis y a los sospechosos de las plazas de Santa Ana y de Cabestreros. Tampoco pueden pasar por alto el trapicheo de la calle del Desenga?o. Los agentes tambi¨¦n pasan la informaci¨®n de la noche anterior: 'Si alguno ve una furgoneta roja , paradla. Su conductor est¨¢ buscado por varios juzgados'.
Uno de los principales problemas de la comisar¨ªa es la dimensi¨®n del distrito. Por el norte alcanza desde la esquina de la calle de la Princesa con Alberto Aguilera hasta la confluencia de G¨¦nova con Col¨®n. Por el sur, el l¨ªmite lo marcan las calles de Embajadores, la ronda de Segovia y la avenida de la Virgen del Puerto. Adem¨¢s, las grandes superficies atraen diariamente a miles de personas, lo que multiplica el riesgo de delitos. 'El que m¨¢s nos preocupa es el robo con violencia. Un alto porcentaje lo sufren los extranjeros', asegura Telesforo Rubio. Cada d¨ªa se denuncian en Centro al menos 75 delitos y faltas, de los que el 80% corresponde a hurtos de carteras. Otros asuntos m¨¢s graves, como homicidios, son infrecuentes.
Tras la charla (llamada briefing en la jerga), los agentes salen a la calle. Esta noche, al ser viernes, se ha reforzado el dispositivo. Salen 10 de los 26 coches de los que dispone la comisar¨ªa. La mayor¨ªa est¨¢ distribuida en los cuatro sectores en que se ha dividido el distrito. Otros dos, llamados b¨²hos, vigilan todas las zonas. Sus polic¨ªas van de paisano. Un b¨²ho comienza su andadura por los aleda?os de la Puerta del Sol. Los agentes paran en un lateral y comienzan a identificar a dos j¨®venes que parec¨ªan estar trapicheando con papelinas. Los polic¨ªas muestran sus placas y les piden que dejen todo lo que llevan encima del coche. Por la emisora pasan sus datos y comprueban que cuatro juzgados los reclaman por delitos contra la salud p¨²blica (tr¨¢fico de drogas). Esta noche dormir¨¢n en el calabozo.
Al volver a la calle, los polic¨ªas ven en la plaza de Barcel¨® c¨®mo cinco j¨®venes esnifan una sustancia blanca que han cortado encima del cap¨® de un coche. Uno de ellos se pone nervioso y asegura que aquello no es coca¨ªna. Se trata tan s¨®lo de code¨ªna (una medicina) y dice que buscaban 'un coloque psicol¨®gico'. Los agentes del b¨²ho no entienden de eso. Le informan al joven de que, si el laboratorio de la polic¨ªa confirma que es droga, la Delegaci¨®n del Gobierno podr¨¢ multarle entre 50.000 y 250.000 pesetas. 'Lo que ya me parece muy descarado es que se pongan encima de un coche y adem¨¢s intenten enga?arnos. As¨ª se dar¨¢n cuenta de que no se puede tontear con la coca', explica un polic¨ªa.
El coche camuflado entra en Chueca. Un corpulento viandante hace se?as a los polic¨ªas para saber si llevan dinero. ?stos paran el veh¨ªculo y le dicen que quieren 'pillar algo de droga'. El otro se acerca despacio y les contesta que s¨®lo quer¨ªa hablar. 'Nos ha mordido [descubierto] cuando ven¨ªa hacia el coche. Si no, a este chorlo le ligamos [detenemos] en un abrir y cerrar de ojos', se queja el conductor del patrulla. 'Se nota que es final de mes, porque ha salido mucha menos gente a la calle', explica al poco su compa?ero.
La emisora pide que acudan dos agentes a la plaza de Santa Ana. Van a hacer una batida para identificar a los magreb¨ªes de la zona. Seis polic¨ªas comienzan a pasar sus filiaciones a la central. La operaci¨®n tambi¨¦n se repite en la plaza de Cabestreros. 'Hay que ir mucho a pie. Es bueno que se vea a los polic¨ªas, sobre todo si van de uniforme', afirma el inspector jefe Jos¨¦ Cabanillas.
La mayor¨ªa de los agentes son muy j¨®venes. Eso les permite atrapar a la carrera a ladrones y tironeros, lo que suele ser, seg¨²n Cabanillas, 'la pr¨¢ctica habitual en el distrito'. La emisora sigue disparando mensajes. En este caso se trata de una pelea a la salida de un bar de copas. Se pide la presencia policial para acabar con una disputa entre j¨®venes. El caso no pasa a mayores. Tambi¨¦n se oyen alarmas que se disparan en medio de la madrugada.
Poco a poco despunta el d¨ªa. Los b¨²hos dejar¨¢n de sobrevolar las calles con la llegada de la luz. Es la hora del grupo especial de carteristas. Sus principales zonas son Gran V¨ªa, las calles de la Montera, Arenal, Mayor, Preciados y la Puerta del Sol. Act¨²an de forma similar. Deben pasar inadvertidos para descubrir c¨®mo un ladr¨®n abre un bolso o birla una cartera de un bolsillo. 'Hay que ser muy r¨¢pido para que no tiren lo robado. A veces corres durante mucho tiempo hasta que le pillas', explica un agente. Tambi¨¦n centran sus pesquisas en los restaurantes de comida r¨¢pida y en las aglomeraciones de gente.
'Un trabajo muy variado'
En este caso se han fijado en una joven con gorra y pasamonta?as. La chica observa a los transe¨²ntes de la carrera de San Jer¨®nimo. Despu¨¦s de una hora de vigilancia, la joven es detenida por hurto. Su v¨ªctima no se hab¨ªa dado ni cuenta de que le hab¨ªa quitado la cartera. 'Hasta que no dejas el pocket [la emisora] y te marchas, no sabes lo que te puede deparar un d¨ªa de trabajo en esta comisar¨ªa. Es de lo m¨¢s variado', afirma un agente del grupo especializado en carteristas.
La jornada transcurre tranquila. El movimiento de la noche se ha aletargado con la luz del d¨ªa. Acaba de salir un nuevo grupo de agentes a la calle. En este caso se encargan de controlar las pensiones para comprobar a sus clientes. 'Por Centro pasan miles de personas todos los d¨ªas, y muchas veces llegan requisitorias de cualquier punto de Espa?a, lo que suele dar mucho trabajo', explica Telesforo Rubio. En media hora caer¨¢ de nuevo la noche. Los zetas han encendido sus luces azules. Poco a poco se producir¨¢n los relevos en la calle de Leganitos, n¨²mero 19. Medio centenar de guardias se encargar¨¢n de mantener la tranquilidad en Centro, mientras miles y miles de personas se divierten, hacen compras o van al cine. Ha terminado otro d¨ªa en la mayor comisar¨ªa de la regi¨®n.
Fotos a la carta
La comisar¨ªa de Centro ha puesto en marcha un novedoso sistema para que las personas que denuncian identifiquen a sus agresores. Un programa inform¨¢tico permite introducir las caracter¨ªsticas f¨ªsicas del individuo y sacar las fotograf¨ªas de los sospechosos que las cumplen. Hasta la fecha hay 800 im¨¢genes que corresponden a los fichados m¨¢s habituales de la calle de Leganitos. El registro ir¨¢ aumentando poco a poco, hasta introducir en el sistema todos los ¨¢lbumes de los que dispone la comisar¨ªa. Las ventajas para el denunciante son claras. Por una lado, no tiene que ver innumerables listas de fotograf¨ªas para dar con una cara; por otro, la rapidez con que se accede a las im¨¢genes. Las ventajas para la polic¨ªa tambi¨¦n son muchas. Permite saber el n¨²mero de denuncias que acumula un determinado sospechoso y tambi¨¦n el tipo de delitos a los que se dedica (robos con intimidaci¨®n, hurtos, tirones). El registro tambi¨¦n incluye los alias utilizados por el delicuente en sus detenciones. 'Queremos que este archivo aumente hasta que la mayor¨ªa de los fichados est¨¦n informatizados. Calculamos que ser¨¢n unas 3.000 personas', afirma el inspector jefe Jos¨¦ Cabanillas. La abundancia de delincuentes magreb¨ªes que tiene la comisar¨ªa de Centro provoca que este centro policial tenga de forma permanente un traductor de ¨¢rabe e ingl¨¦s. Tambi¨¦n atiende a los turistas. ?stos cuentan con formularios de denuncia en 10 idiomas distintos (¨¢rabe, chino o ruso, entre otros). 'Hemos tenido incluso int¨¦rpretes de alem¨¢n y franc¨¦s para que pudieran denunciar con facilidad', explica el comisario, Telesforo Rubio.
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