Espa?a oculta casos de enfermedades en especies animales
Expertos confirman las malas estad¨ªsticas oficiales por la falta de coordinaci¨®n
?Nuestra situaci¨®n es tan buena o se ocultan casos por parte de la Administraci¨®n central y las auton¨®micas? Los profesionales y los cient¨ªficos espa?oles consultados coindicen en que las cifras oficiales apenas responden a la realidad de la situaci¨®n zoosanitaria del pa¨ªs. 'El caso de las vacas locas nos debe servir de ejemplo', advierte el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso. 'Mientras en Europa nos hab¨ªan colocado como un pa¨ªs de riesgo y nos anunciaban el problema, aqu¨ª nos enfad¨¢bamos y prefer¨ªamos divulgar que no pasaba nada. Luego pas¨® lo que ten¨ªa que pasar'.
Las estad¨ªsticas anuales de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) repasan hasta un total de 139 enfermedades animales. El representante espa?ol en esta oficina desde 1996 hasta hace un mes ha sido Quintiliano P¨¦rez Bonilla, como director general de ganader¨ªa. Las cifras correspondientes a Espa?a permanecen en blanco: apenas hay declaraci¨®n de focos. Es m¨¢s, en las enfermedades de la lista B, correspondientes a bovinos, ovinos o caprinos, no hay ning¨²n dato. Los profesionales del sector no se sorprenden por ello.
'En general, nuestra Administraci¨®n tiene muy poca tendencia a declarar', dice el decano de la Facultad de Veterinaria de Barcelona, Mart¨ª Pumarola. 'Es una especie de mal end¨¦mico. Siempre hay alguna excusa, y se han dado casos de cambiar la denominaci¨®n de una enfermedad por otra de car¨¢cter menor'. Antonio Contreras es profesor titular de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Veterinaria de Murcia. En 1993 estudi¨®, junto a grupos del Pa¨ªs Vasco, la artritis encefalitis caprina. Las autoridades negaban sistem¨¢ticamente la existencia de focos en Espa?a, a pesar de su extensi¨®n en Francia y su reflejo en publicaciones y comunicaciones cient¨ªficas. El reconocimiento oficial no lleg¨® hasta 1998, cuando se divulgaron en publicaciones internacionales.
Otros decanos de facultades coinciden con esta perspectiva. Es el caso de Manuel Rodr¨ªguez, de la Facultad de Veterinaria de Madrid. 'Es conocida la tendencia a silenciar las cosas que ocurren, tanto a nivel de la OIE como de datos oficiales. Se hace a nivel local y central'. Francisco Rojo, decano de Le¨®n, confirma que nunca se corresponden los datos reales con los oficiales. 'Se han dado casos de cambiar el nombre de las enfermedades para evitar m¨¢s problemas. Hay comunidades aut¨®nomas que de forma sibilina no env¨ªan datos'.
'Basta ver los boletines semanales de la OIE para darse cuenta de que no enviamos datos', sostiene Anselmo Perea, decano de la Facultad de Veterinaria de C¨®rdoba. 'Aqu¨ª hubo casos de rabia en M¨¢laga que tardaron a?os en declararse. Deber¨ªamos profundizar en la figura del veterinario oficial de explotaci¨®n, que controle los animales, su alimentaci¨®n, sus movimientos y hasta su vacunaci¨®n, una figura que aqu¨ª no existe'.
Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Jal¨®n, profesor de Patolog¨ªa Animal de Zaragoza, ha vivido una experiencia parecida en sus investigaciones con el scrapie, una encefalopat¨ªa espongiforme en ovejas. En Espa?a s¨®lo se ha declarado oficialmente un caso en Navarra en 1999, cuando en sus estudios cient¨ªficos se detallan muchos m¨¢s casos en el territorio nacional. 'Me da la sensaci¨®n de que nuestras autoridades se quedaron muy asustadas por la experiencia del cierre de fronteras por la peste porcina africana. Es cierto que Espa?a lo pas¨® muy mal, pero aquella experiencia en realidad termin¨® siendo muy positiva. Muchos centros trabajaron en ese problema y se pudo erradicar completamente. Pero se han quedado con la parte negativa: mejor no reconozco nada y as¨ª no me complico la vida'.
Fernando Moraleda, secretario general del sindicato UPA (Uni¨®n de Peque?os Agricultores), ratifica la ausencia de datos: 'Esa opini¨®n de que declaramos poco se corresponde con la realidad. Y no se trata s¨®lo de miedos at¨¢vicos. Aqu¨ª tenemos un serio problema de relaci¨®n entre la Administraci¨®n central y las auton¨®micas. Digamos que se hicieron las transferencias y se abandon¨® la pol¨ªtica, pero es evidente que hay un gran vac¨ªo en lo que significa la coordinaci¨®n de las inspecciones. Y eso produce un efecto perverso: hay comunidades fronterizas que se pasan los problemas: si yo tengo un ganado enfermo, procuro pasarle el problema al vecino. Seguimos esperando una Ley de Sanidad Animal, porque en el fondo hay un reconocimiento de que hay un vac¨ªo que debe cubrirse, porque no se puede sostener que convivan 17 formas distintas de inspecci¨®n sin una adecuada coordinaci¨®n'.
Fallo estad¨ªstico
Alejandro Alonso, consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, no niega el problema: 'Es evidente que, por algunas experiencias, ha existido un recelo de la Administraci¨®n. Pero ocultar estad¨ªsticas empieza a ser una tonter¨ªa, porque al final todo el mundo se entera. Creo m¨¢s bien que hay un fallo en la comunicaci¨®n de tales estad¨ªsticas'.
El Ministerio de Agricultura, a trav¨¦s de un alto cargo, rechaza tal tendencia a no declarar enfermedades. 'Me sorprende lo que dicen los decanos, porque la situaci¨®n sanitaria en Espa?a ha mejorado mucho desde nuestra integraci¨®n en la Comunidad Europea en 1986. De hecho, hemos pasado de tener muchas enfermedades y de ser deficitarios, a exportar, como ha sido el caso del vacuno y del propio porcino. Estamos al nivel del club europeo, y ocultar ya no nos sirve de nada. Ese miedo al cierre de fronteras ya no es real, porque ese problema ahora se ha regionalizado: ya no se cierra la frontera de un pa¨ªs si se detecta un foco en una regi¨®n. Nos inspeccionan t¨¦cnicos de la Uni¨®n Europea cada dos por tres. Estamos en permanente estado de revista'.
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