El aborto es el primer m¨¦todo anticonceptivo en el este de Europa
La crisis econ¨®mica impide el acceso a los m¨¦todos modernos de planificaci¨®n familiar
La arraigada cultura del aborto en la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica y los pa¨ªses del Este ha sobrevivido al colapso del comunismo una d¨¦cada despu¨¦s. Seg¨²n una informaci¨®n publicada el viernes por International Herald Tribune, que cita a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), en 1990 Rusia registr¨® 1.971 abortos por cada 1.000 nacimientos, es decir, casi dos abortos por cada ni?o nacido. Una d¨¦cada despu¨¦s, la tasa apenas se ha modificado: 1.696 abortos por cada 1.000 nacidos. En contraste, la media en la Uni¨®n Europea es de 193 por cada 1.000.
Los antiguos reg¨ªmenes del bloque oriental han legado a las actuales rep¨²blicas una de las legislaciones m¨¢s liberales sobre el aborto, pero tambi¨¦n un vac¨ªo sobre la informaci¨®n anticonceptiva, aseguran los expertos.
Las tendencias muestran unas profundas diferencias entre el este y el oeste europeo. En la Europa ocidental, las mujeres que recurren al aborto suelen ser solteras que llegan a esta situaci¨®n tras un fallo en los m¨¦todos anticonceptivos. Por el contrario, en el Este, la mayor¨ªa son casadas que recurren a este m¨¦todo como una forma est¨¢ndar de control de natalidad.
M¨¦todos inaccesibles
De acuerdo con las estad¨ªsticas disponibles, las tasas de aborto de muchos pa¨ªses ex comunistas est¨¢n descendiendo mucho m¨¢s gradualmente de lo que los expertos predijeron hace una d¨¦cada, cuando se abrieron las fronteras y, en teor¨ªa, la entrada en juego del asesoramiento sobre planificaci¨®n familiar y de las organizaciones no gubernamentales.
El descenso en las tasas de aborto ha sido muy moderado desde 1990, y en algunos pa¨ªses apenas se han modificado desde 1980. En Hungr¨ªa, por ejemplo, en 1999 se contabilizaron 697 abortos por cada 1.000 nacimientos, frente a los 544 que se produc¨ªan dos d¨¦cadas antes.
Los trabajadores sociales opinan que el hecho de que los anticonceptivos no sean muy accesibles en algunas de estas sociedades refleja el trauma social y econ¨®mico de la transici¨®n. 'Se ha producido un incremento en el uso de anticonceptivos, pero esto no ha reemplazado al aborto', declara el doctor Iqbal Sha, especialista de la OMS en salud reproductiva. La propia OMS ha confirmado en un reciente informe sobre la zona que los anticonceptivos modernos 'o no est¨¢n disponibles en las cantidades necesarias o son inaccesibles para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n'. S¨®lo en Rusia, un espermicida puede costar dos tercios del salario m¨ªnimo, se indica en el diario.
Los pa¨ªses comunistas legalizaron el aborto al amparo de la revoluci¨®n y mucho antes del desarrollo de los primeros anticonceptivos y la revoluci¨®n sexual. Pero hoy, en medio de la crisis econ¨®mica, 'esta plaga es una fuente considerable de recursos para los m¨¦dicos', dice la OMS.
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