Jack Valenti advierte de que la huelga de actores y guionistas de Hollywood ser¨ªa devastadora

Con botas de tac¨®n y pelo blanco, este tejano que fue asesor del presidente Johnson firm¨® ayer con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) un acuerdo de 46 millones de pesetas para la formaci¨®n y promoci¨®n de cineastas espa?oles en Estados Unidos. Para Valenti, 'de todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea', Espa?a es el que deber¨ªa tener un contacto m¨¢s estrecho con Estados Unidos. 'Nos interesa la reserva de talento de este pa¨ªs. Nos interesan los nuevos Almod¨®var; los nuevos ?lex de la Iglesia, Amen¨¢bar y Trueba'.

A sus 80 a?os, Jack Valenti sigue teniendo el aire de implacable negociador -jam¨¢s pierde su amplia sonrisa- que le ha mantenido al frente de la entidad cinematogr¨¢fica m¨¢s poderosa del planeta. Valenti defiende para el cine un libre mercado en el que, seg¨²n ¨¦l, se pelea en igualdad de condiciones. 'El mercado es igual para todos. Son las mismas leyes para espa?oles, americanos, italianos o alemanes. Yo lo resumo as¨ª: si haces una pel¨ªcula que mucha gente quiera ver, tendr¨¢s ¨¦xito; si haces una pel¨ªcula que nadie quiere ver, no tendr¨¢s ¨¦xito. Las pel¨ªculas no las hacen los pol¨ªticos, las hacen los artistas. En Hollywood, de las 600 pel¨ªculas que se han producido este a?o, 150 no se han estrenado. El porcentaje es muy parecido al de Espa?a. El fracaso existe en todas partes'.

Al preguntarle por el doblaje -que no existe en Estados Unidos, lo que limita el cine en habla no inglesa a las reducidas pantallas del cine en versi¨®n original-, Valenti hace gala de su conocido cinismo: 'La mayor¨ªa de los americanos s¨®lo hablamos un idioma. Eso nos hace tener cierto complejo de inferioridad. A los americanos no les gusta leer y ver a la vez una pel¨ªcula. Por eso las pel¨ªculas subtituladas tienen tan poca vida. Las pel¨ªculas no se doblan porque tampoco les gusta. En Europa tienen un talento innato para el doblaje. Pero al p¨²blico americano le molesta notar que los labios no coinciden con las palabras. En Europa ya est¨¢n acostumbrados y el doblaje se hace con una habilidad superior. Creo que no puedo responder mejor a su pregunta'.

Sobre las supuestas pr¨¢cticas ilegales de algunas distribuidoras norteamericanas, que exigen a los exhibidores la compra de paquetes de pel¨ªculas cada vez que quieren un filme importante, Valenti responde: 'A m¨ª no me consta. Si es ilegal, hay que pararlo. He o¨ªdo varias veces este asunto pero hasta la fecha no existen evidencias y antes de acusar debe existir esa evidencia que lo confirme'.

Valenti, que ha defendido la libertad de Hollywood frente a los que han querido, por ejemplo, regular los grados de violencia de sus pel¨ªculas, cree que el secreto del cine americano est¨¢ en 'la felicidad'. 'Yo no pago mil pesetas, cuatro mil si se trata de mi familia entera, para no disfrutar. El cine debe hacer feliz, y ¨¦se es el secreto del cine americano'.