Hollywood se prepara para resistir la huelga de 11.000 guionistas

Durante la ¨²ltima huelga, en 1988, las televisiones norteamericanas perdieron, adem¨¢s de unos 500 millones de d¨®lares, casi el 10% de una audiencia que nunca volvieron a recuperar. Esta vez la alcald¨ªa de Los ?ngeles estima que un nuevo par¨®n podr¨ªa costarle a la ciudad al menos cinco veces m¨¢s y dejar sin trabajo a 47.000 personas.

Apenas se sabe nada de las negociaciones que los dos bandos llevan manteniendo desde principios de a?o. El tiempo apremia. El pr¨®ximo martes termina el acuerdo marco que hasta ahora regulaba el reparto de estos derechos entre la industria y los escritores. Tras una interrupci¨®n de m¨¢s de mes y medio, el sindicato de autores, el Writers Guild of America (WGA), que cuenta con 11.000 miembros, y las 350 productoras del sector, entre ellas los seis grandes estudios que llevan la voz cantante, Warner, Paramount, Disney, Fox, Universal y Columbia, reanudaron las conversaciones el pasado 17 de abril, entre rumores sin confirmar de un posible acuerdo. Es muy probable que prolonguen el pulso hasta el ¨²ltimo minuto.

Cien millones de d¨®lares los separan. Los escritores quieren m¨¢s dinero por la difusi¨®n de sus obras en mercados que hasta hace unos a?os eran considerados marginales y que ahora se han convertido en la principal fuente de beneficios de los productores: el cable, cuyos ingresos en los ¨²ltimos 15 a?os se han multiplicado por 20, la venta de v¨ªdeos y DVD y la exportaci¨®n, sin contar con Internet.

La industria se ha negado en redondo. Teme sobre todo el efecto multiplicador de un acuerdo desfavorable si los otros sindicatos, como el de los actores (SAG), que tambi¨¦n ha amenazado con apuntarse a la huelga cuando termine su contrato el 30 de junio, piden el mismo reparto del pastel. La SAG cuenta con 135.000 miembros. Jeffrey Katzenberg, socio de Steven Spielberg en el estudio Dreamworks y uno de los principales negociadores, estimaba hace unas semanas que la propuesta del WGA les llevar¨ªa a la ruina y les costar¨ªa en total 1.100 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos tres a?os.

Hollywood lleva casi un a?o prepar¨¢ndose para la batalla, almacenando provisiones y cavando trincheras. Desde oto?o, el ritmo de las producciones se ha multiplicado por dos. Cualquier gui¨®n medianamente decente (o no) ha recibido luz verde. Los estudios estiman que tienen bastantes pel¨ªculas para resistir hasta 2002. Las televisiones lo llevan peor. Aunque han conseguido rodar algunos episodios suplementarios de sus series estrella, se quedar¨¢n sin material si la huelga dura m¨¢s all¨¢ del verano, lo que nadie espera.

Los escritores, m¨¢s vulnerables, tambi¨¦n han hecho acopio de fuerzas. '?ste no es el momento para comprar una casa m¨¢s grande o el mejor coche', advert¨ªa ya el WGA a sus miembros el pasado agosto. 'Si tiene un contrato en televisi¨®n empiece a ahorrar. Si realiza una pel¨ªcula, guarde cada centavo que le reporte'. United Talented Agency, uno de los agentes m¨¢s importantes de Hollywood, ha creado un fondo especial para echarle una mano a sus clientes mientras dura la tormenta. Pero para un sector que vive del trabajo temporal, una huelga prolongada puede significar la ruina.

En estos momentos, buena parte de Los ?ngeles ya est¨¢ en paro t¨¦cnico. No hay proyectos en marcha, la fecha tope para empezar cualquier cosa con alguna esperanza de terminarla era principios de abril. Tom Cruise y Julia Roberts han rodado dos pel¨ªculas en los ¨²ltimos meses, pero Sharon Stone no ha podido empezar la segunda parte de Instinto b¨¢sico por falta de tiempo. Johnny Depp se qued¨® sin trabajo cuando se cay¨® el proyecto al no encontrar financiaci¨®n lo bastante r¨¢pido.

Hace unos d¨ªas, el alcalde de la ciudad, Richard Riordan, esboz¨® un gui¨®n catastr¨®fico para la regi¨®n si actores y escritores entraban en guerra contra los productores: 4.400 millones de d¨®lares en p¨¦rdidas, 81.900 personas en paro, incluido todo el negocio que se mueve en torno al cine, desde restaurantes hasta las limusinas. En el mejor de los casos, un par¨®n de dos meses del WGA no saldr¨ªa por menos de 2.500 millones de d¨®lares.

La huelga llega en mal momento, justo cuando los anunciantes preparan sus presupuestos publicitarios para la pr¨®xima temporada. Pero la industria no es tan vulnerable como en 1988, cuando los autores sembraron el p¨¢nico qued¨¢ndose de brazos cruzados durante ocho meses. Los estudios est¨¢n ahora integrados en grandes conglomerados multimedia y ya no dependen exclusivamente de las pel¨ªculas para sobrevivir.

AOL Time Warner no s¨®lo incluye al negocio cinematogr¨¢fico, tambi¨¦n cuenta con un imperio editorial y el primer portal de Internet, sin contar con la CNN o la televisi¨®n WB Network. Viacom junta Paramount Pictures y una de las tres principales cadenas norteamericanas, CBS. Su rival, ABC, es propiedad de Disney. La hist¨®rica 20th Century Fox es una de las piezas del imperio de Rupert Murdoch. Universal forma parte desde hace unos meses del grupo franc¨¦s Vivendi, al que pertenece, entre otras cosas, el Canal + galo. Y por ¨²ltimo, Columbia Pictures pertenece a Sony.

Los escritores no s¨®lo quieren m¨¢s dinero, tambi¨¦n exigen mayor reconocimiento. Algunos pueden llegar a cobrar dos millones de d¨®lares por gui¨®n, pero generalmente quedan relegados a papeles m¨¢s que secundarios una vez entregados sus folios. No suelen tener acceso al rodaje. Tampoco tienen opci¨®n a un porcentaje sobre los resultados en taquilla y critican a los directores por llevarse todo el m¨¦rito de sus obras.