Ecuador y los ind¨ªgenas
El domingo 11 del presente mes, el profesor e historiador don Juli¨¢n Casanova public¨® en el EL PA?S un art¨ªculo bastante bien documentado acerca de los ind¨ªgenas ecuatorianos. Con todo lujo de detalles describi¨® la situaci¨®n del ind¨ªgena del Ecuador desde 1830, a?o en el que el Departamento del Sur, el actual Ecuador, se separ¨® de la Gran Colombia. Sin embargo, cometi¨®, entre otros, un craso error, porque confundi¨® a?os con periodos presidenciales.
Dice ¨¦l: '.... que en 1990, poco antes de las elecciones, en las que en un escenario de expectativas frustradas de cambio y de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n sali¨® derrotado el presidente de Izquierda Democr¨¢tica, Rodrigo Borja...'. Incre¨ªble que un profesor de Historia cometa tal error: el doctor Rodrigo Borja Cevallos gan¨® las elecciones presidenciales en 1988 y gobern¨® hasta 1992 . El doctor Borja dej¨® la presidencia y termin¨® su per¨ªodo sin tacha en 1992. El doctor Borja es muy respetado en mi pa¨ªs precisamente por su actitud objetiva y de gesti¨®n inc¨®lume en la pol¨ªtica desde que fund¨® su partido Izquierda Democr¨¢tica
Terminado el per¨ªodo del doctor Borja en 1992, gan¨® las elecciones el arquitecto Sixto Dur¨¢n Ball¨¦n derrotando al licenciado Jaime Nebot Sadi. Es decir, el profesor historiador confunde churras con merinas y, de este modo, desacredita sin ning¨²n fundamento al presidente, quien, adem¨¢s, es un gran orador . Precisamente la semana anterior fue invitado por la Universidad de Valencia para pronunciar un discurso de orden en la ceremonia de la celebraci¨®n de los 500 a?os de su fundaci¨®n. Seguidamente fue invitado a Barcelona por la escritora Montserrat Pons a la presentaci¨®n de un libro: Mis personajes. En 1997, el doctor Borja present¨® en la Casa de Am¨¦rica de Madrid su obra Enciclopedia de la pol¨ªtica, editada por el Fondo de Cultura Econ¨®mica de M¨¦xico, y con este motivo ha sido invitado a dar conferencias en Argentina, Chile, M¨¦xico y Uruguay, am¨¦n de, en varias ocasiones, en Espa?a.
Rodrigo Borja pertenece a esa pl¨¦yade de ex presidentes iberoamericanos, tales como su colega doctor Osvaldo Hurtado, que gobern¨® Ecuador entre 1978 y 1982; Ra¨²l Alfons¨ªn, de Argentina; Patricio Aylwin, de Chile; Adolfo Su¨¢rez, Felipe Gonz¨¢lez y Calvo Sotelo, de Espa?a; Mario Soares, de Portugal; Julio Sanguinetti, de Uruguay.
Al ganar la presidencia el arquitecto Sixto Dur¨¢n Ball¨¦n, su vicepresidente, t¨ªmidamente, trat¨® de privatizar la econom¨ªa ecuatoriana, pero el neoliberalismo de la ¨¦poca de Dur¨¢n Ball¨¦n s¨®lo se concret¨® en la incipiente venta de un paquete de acciones que pertenec¨ªan al Estado ecuatoriano en la Cemento Nacional. La modernizaci¨®n o privatizaci¨®n de empresas estatales en el Ecuador se hallan estancadas por la oposici¨®n de los sindicatos y de los ind¨ªgenas, quienes, manipulados por el gremio de izquierdistas trasnochados, no dejan que el Estado se libere del fardo burocr¨¢tico que impera en los organismos estatales.
Contrariamente a lo que afirma el profesor Casanova, los ecuatorianos s¨ª estamos conscientes de la existencia de los cerca de 4,2 millones de ind¨ªgenas, cuyo n¨²mero no se conoce con exactitud por la dificultad de censarlos en sus comarcas y el crecimiento exponencial de sus etnias. No s¨®lo estamos conscientes de ellos, sino de la poblaci¨®n de color, que nace de un barco con 18 personas entre hombres y mujeres en el siglo XVII que naufrag¨® en las costas ecuatorianas, m¨¢s unos 4.000 a 5.000 que fueron introducidos desde Am¨¦rica Central para trabajar en la construcci¨®n del ferrocarril a finales del siglo XIX y cuya poblaci¨®n en la actualidad alcanza, grosso modo, los 700.000 representantes. ?stos tambi¨¦n est¨¢n marginados.
Mas el dilema est¨¢ en el c¨®mo ofrecer vivienda, educaci¨®n, sanidad, a poblaciones que se resisten a integrarse con el resto de la poblaci¨®n, que crecen exponencialmente y que las desigualdades de ingresos entre la poblaci¨®n econ¨®micamente activa y la ind¨ªgena cada vez se distancian m¨¢s, debido precisamente a la insuficiecia de recursos. Y los escasos recursos no cubren la creciente demograf¨ªa ecuatoriana e iberoamericana.
Evidentemente, la desigualdad de ingresos es una de las causas de la pobreza del indigenado ecuatoriano y de las gentes de color. ?C¨®mo solucionarla? Pues con educaci¨®n, con inversiones en infraestructuras de toda clase (pero esto toma mucho tiempo), con ingentes recursos y con mucho esfuerzo. Jean-Jacques Rousseau, en su discurso sobre el origen de la desigualdad de los hombres en 1754, ya expuso el problema, que, sin nombrarlo como una de las causas del subdesarrollo, no dej¨® por eso de mencionar la dificultad de encontrar la igualdad de los hombres a trav¨¦s de una rep¨²blica ideal.
Finalmente tengo que corregir al profesor Casanova sobre el hecho de que los ind¨ªgenas no son la mayor¨ªa de la poblaci¨®n en Ecuador. Seg¨²n un estudio de la Universidad San Francisco de Quito realizado en 1999, la composici¨®n ¨¦tnica ecuatoriana estuvo compuesta de la siguiente manera: mestiza, 45%; ind¨ªgena, 35%; blanca, 14%, y negra, 5%, de un total de 12,2 millones de habitantes. Valga anotar que la poblaci¨®n ecuatoriana en 1950 alcanzaba los 3,2 millones, 6,5 en 1974 y 12,2 en 1999. Ah¨ª, en el crecimiento biol¨®gico acelerado, est¨¢ uno de los problemas muy complejos que engendran la desigualdad de ingresos y de riqueza.
Alfredo Valdivieso ha sido embajador de Ecuador en Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.