El desamparo de Mario Santos
El espa?ol de 17 a?os que gan¨® en diciembre el campeonato de invierno de la f¨®rmula Ford, antesala de la f¨®rmula 1, no tiene patrocinador a siete d¨ªas del comienzo de la temporada
Dos meses. S¨®lo dos meses han pasado desde que el espa?ol Mario Santos, de 17 a?os, asombrase al mundo ganando las Winter series, el campeonato de invierno de la f¨®rmula Ford brit¨¢nica, una de las indiscutibles antesalas de la f¨®rmula 1. Pero ahora, a s¨®lo seis d¨ªas de que se cierre el plazo para la inscripci¨®n de la temporada oficial, el joven piloto de Castell¨®n se encuentra sin equipo, fuera del torneo. La situaci¨®n es desesperada. El presupuesto de su proyecto asciende a 60 millones de pesetas y le faltan a¨²n por conseguir cuarenta. 'La verdad es que lo veo muy negro', dice Mario Santos cada vez m¨¢s resignado.
Santos se ve en el paro, descolgado de una prometedora carrera que comenz¨® a los tres a?os. Presume de ser el ganador m¨¢s joven de la historia de las Winter series, pero no es su ¨²nico motivo de orgullo al volante. Ya fue vencedor de Espa?a de karts a los 14 a?os, y de varias carreras el a?o pasado de la f¨®rmula Toyota. Su palmar¨¦s huele a campe¨®n.
40 millones separan al piloto de la competici¨®n brit¨¢nica de la que provienen 16 de los 22 pilotos de la f-1
De la cantera de los monoplazas Ford han salido 16 de los 22 pilotos que correr¨¢n esta temporada la f¨®rmula 1. Entre ellos, el campeon¨ªsimo Michael Schumacher. Tambi¨¦n como el alem¨¢n de Ferrari, Mario Santos es hijo de un propietario de un circuito de karts. Y como ¨¦l -a¨²n lo hace durante los veranos en su Benic¨¢ssim natal -, Mario se pas¨® la adolescencia ayudando a su padre en el trabajo. Los dos, Schumacher y Santos, parecen haber nacido para conducir muy, muy deprisa.
Pero la hoja de servicios de Santos no ha conseguido impresionar a los patrocinadores. La empresa que representa los intereses del joven castellonense (Hectra) no ha recibido m¨¢s que negativas en sus intentos de que alguna firma o instituci¨®n sufrague los gastos de su representado.
Faltan 40 millones, dos terceras partes del proyecto. Un presupuesto que servir¨ªa para alimentar al piloto, para pagar su inclusi¨®n en uno de los seis equipos (10 existen en la f¨®rmula Ford) que han reclamado al castellonense, para costear sus clases de ingl¨¦s, para hacer frente a los entrenamientos y para sufragar los gastos de la escuela de ingenieros en la que le ense?ar¨ªan los misterios de un coche de carreras. 'Una formaci¨®n pensada para un futuro campe¨®n de f¨®rmula 1', resume Marc Mart¨ªn, portavoz de Hectra.
Cuando Mario Santos se march¨® para completar la pretemporada de invierno de la competici¨®n brit¨¢nica -en la que con talante y actitud modestas firm¨® una brillant¨ªsima actuaci¨®n ganando tres de las cuatro carreras de que consta el torneo- no sab¨ªa apenas ingl¨¦s y a?oraba a su familia. 'Ojal¨¢ estuvier¨¢ con mis padres', comenta Mario que pensaba durante las h¨²medas tardes de su estancia inglesa. Santos se comportaba como cualquier muchacho de 17 a?os lejos de su casa. El joven piloto ten¨ªa que pedir por se?as, en el transcurso de las poco atractivas comidas inglesas, la sal, el vinagre o un tenedor. Pero poco a poco se fue adaptando a la familia que le acogi¨® en su casa. 'Ten¨ªan un hijo de 12 a?os y por lo menos pod¨ªa entretenerme jugando a la Play Station con ¨¦l', explica Santos.
Mario Santos no s¨®lo consigui¨® superar la separaci¨®n de sus amigos. Su pa¨ªs. Sus padres. Tambi¨¦n tuvo tiempo para impresionar al patr¨®n de su equipo, Andy Welch. Mario se subi¨® por primera vez un jueves lluvioso a un coche f¨®rmula Ford y tres d¨ªas despu¨¦s, un s¨¢bado, ya hab¨ªa ganado su primera carrera de la categor¨ªa.
Mario no es muy optimista sobre un posible regreso a la perenne bruma brit¨¢nica. 'Lo veo muy negro, aunque no pierdo la esperanza'. Sin embargo, el joven Santos, ya acostumbrado a esa bruma de las islas en la que ha aprendido a ser el m¨¢s r¨¢pido bajo la lluvia, sue?a en un milagro de ¨²ltima hora. Sus representantes tambi¨¦n. 'Hay que seguir intent¨¢ndolo hasta el ¨²ltimo momento', insiste Marc Martin.
La competici¨®n de Ford tiene unas saludables cifras de audiencia televisiva anual en el Reino Unido. Unos 22 millones de espectadores. Por eso, desde el entorno de Santos no se entiende la reticencia de los organismos oficiales y empresas castellonenses a contribuir econ¨®micamente en el proyecto Santos.
A los ingleses les gusta la f¨®rmula Ford, una competici¨®n que lleva implantada en el Reino Unido desde hace 30 a?os. Por ella han pasado, entre otros, Ayrton Senna - el ¨ªdolo del joven Mario -, o los dos ¨²ltimos espa?oles en subirse a un monoplaza de f¨®rmula 1, Pedro de la Rosa y Marc Gen¨¦. Tambi¨¦n el antecesor de Santos en lo m¨¢s alto del podio de las Winter series, Anthony Davidson, ha conseguido dar el salto. El joven brit¨¢nico ha firmado este a?o como piloto de pruebas de BAR.
'Inglaterra es la cuna del automovilismo', dice el castellonense con una voz que muestra desilusi¨®n. La desilusi¨®n de un muchacho. Un muchacho, sin embargo, que conf¨ªa en poder estar en el m¨ªtico circuito de Silverstone el 1 de abril, prueba inaugural de la f¨®rmula Ford, para imprimir una brillante firma sobre el asfalto ingl¨¦s. La firma de un campe¨®n.
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