El sector de las tragaperras exige a la Generalitat que regule las m¨¢quinas de gr¨²a
Las m¨¢quinas de pinza o gr¨²a se han convertido en un peligroso competidor para las tragaperras convencionales, que s¨ª pagan impuestos, seg¨²n las empresas de juego. Todas las agrupaciones de explotadores de m¨¢quinas tragaperras se han dirigido a la Generalitat para exigir que haga cumplir la ley y para que los premios que dan las m¨¢quinas gr¨²a sean equivalentes a las 100 pesetas que invierte el usuario. Los empresarios de las tragaperras consideran que losue poseen m¨¢quinas gr¨²a se aprovechan de que no tributan para competir con ellas.
Las asociaciones han llegado incluso a amenazar con una campa?a de 'insumisi¨®n fiscal' si no se corrige la situaci¨®n y recuerdan que las m¨¢quinas tragaperras ingresan trimestralmente del orden de 5.000 millones de pesetas en las arcas p¨²blicas de la Administraci¨®n catalana.
El conflicto afecta a toda Espa?a. Algunas comunidades auton¨®nomas, como el Pa¨ªs Vasco, Navarra o Asturias, han optado por retirar este tipo de m¨¢quinas. Otras autonom¨ªas como Galicia, Valencia o Catalu?a dudan acerca de c¨®mo legislar esta nueva realidad del sector. La diferente situaci¨®n legal en las autonom¨ªas ha provocado que desde el pasado verano lleguen a Catalu?a, Andaluc¨ªa, Castilla y Le¨®n o Extremadura gran n¨²mero de este tipo de m¨¢quinas, dotadas de premios que no se ajustas a la inversi¨®n realizada. Por ejemplo, ositos de peluche con billetes de 10.000 pesetas en su interior.
La polic¨ªa auton¨®mica catalana estima que existen entre 4.000 y 6.000 m¨¢quinas gr¨²a operativas en Catalu?a, una cifra ya muy cercana de las 10.000 m¨¢quinas tragaperras o 'm¨¢quinas B' en funcionamiento. Amadeu Farr¨¦, director general de Juego, afirma que 'la Generalitat ha realizado unos 500 precintos y decomisos de estas m¨¢quinas gr¨²a, as¨ª como diversos decomisos en los que la v¨ªa contenciosa judicial nos est¨¢ dando la raz¨®n. Tambi¨¦n sometemos a gran n¨²mero de m¨¢quinas a control policial y a an¨¢lisis por parte del Laboratorio General de Ensayos'. 'Nosotros', sigue Farr¨¦, 'hemos trasladado al sector la propuesta de regular estas m¨¢quinas y las de entretenimiento infantil. Les proponemos que las legalicen y que les impongan las tasas correspondientes'.
El problema es que muchas de estas m¨¢quinas no tienen una referencia empresarial. En otros casos, cuando se les multa, se declaran insolventes porque est¨¢n a nombre de tapaderas. 'En muchos casos estas m¨¢quinas tan s¨®lo tienen un tel¨¦fono m¨®vil para se?alar las incidencias', afirma Amadeu Ferr¨¦.
La Comisi¨®n Nacional del Juego propici¨® una propuesta del Ministerio de Interior a las comunidades aut¨®nomas para que las m¨¢quinas pinza fuesen consideradas como una variante de las 'm¨¢quinas A' o recreativas, con lo que quedar¨ªan equiparadas a las t¨ªpicas m¨¢quinas de marcianitos. Algunas comunidades aut¨®nomas, como la Rioja, aplican ya esta propuesta. La asociaci¨®n de los explotadores de m¨¢quinas pinza, Apemec, afirma que son partidarios de la propuesta de Interior, es decir, que sean tratadas como 'm¨¢quinas A' con premios en especie.
El diputado socialista Joan Ferran ha requerido en pregunta parlamentaria al Ejecutivo catal¨¢n para que explique cu¨¢l es el calendario de la Direcci¨®n General de Juego para 'normalizar' la situaci¨®n at¨ªpica de esta variante de m¨¢quinas, 'ya que nada bueno puede derivarse de la actual falta de regulaci¨®n', afirma.
Las asociaciones de m¨¢quinas tragaperras afirman que 'las m¨¢quinas de pinza o gr¨²a se han convertido en un peligroso rival: los propietarios explotadores las prefieren a las m¨¢quinas de juego porque son m¨¢s rentables'. Sin embargo, la Generalitat afirma que sus actuaciones policiales han reducido estas expectativas y que en las ¨²ltimas semanas han detectado que muchos de sus titulares han prescindido de ellas 'para evitarse problemas'.
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