El Alav¨¦s incendia San Siro
El equipo de Man¨¦ super¨® en todo a un Inter menor y acab¨® asistiendo a un altercado de orden p¨²blico en la grada
El Alav¨¦s se ri¨® de la historia, de los t¨ªtulos del Inter, de los 42 a?os que los espa?oles llevaban sufriendo en San Siro. Se ri¨® tambi¨¦n de la taca?er¨ªa italiana, tan fruct¨ªfera en el pasado y que ahora hace agua. Ya no se teme al calcio. Ni siquiera los debutantes, como el Alav¨¦s, que supo castigar el cerocerismo del Inter con dos goles en los ¨²ltimos minutos, cuando ya nada hab¨ªa que hacer. Man¨¦ llev¨® a su colega Tardelli al borde de la lista del paro y a la locura de la afici¨®n interista, que acab¨® enfrentada a las fuerzas de seguridad y corriendo por la grada.
Era dif¨ªcil predecir un final as¨ª al comienzo. Pese a los secretismos, ning¨²n equipo sorprendi¨® de salida. Con casi los mismos jugadores que en Mendizorroza, el Alav¨¦s apost¨® por enfriar el juego en la primera media hora y esperar a que San Siro murmurara. El Inter, pensaba Man¨¦, no ten¨ªa otro remedio que dar la cara. Al fin y al cabo, ya se la hab¨ªan roto demasiadas veces esta temporada. Pero se equivoc¨®. Fue en lo ¨²nico. Los italianos se desentendieron de la pelota. Les val¨ªa el 3-3 de Vitoria.
INTER DE MIL?N 0 | ALAV?S 2
Inter: Frey; Cirillo (Pacheco, m. 83), Blanc, C¨®rdoba; Brocchi (Seedorf, 69), Zanetti, Di Biagio, Farin¨®s, Serena (Ferrari, m. 69); Vieri y Recoba. Alav¨¦s: Herrera; Contra, Eggen, T¨¦llez, Geli; Desio, Pablo (Magno, m. 62); Tomic, Jordi Cruyff, Ibon Bego?a (Iv¨¢n Alonso, m. 62); y Javi Moreno (Azkoitia, m. 81). ?rbitro: Graham Barber (Inglaterra). Mostr¨® tarjetas amarillas a Desio, Geli, Iv¨¢n Alonso y C¨®rdoba. Goles: 0-1. M. 79. El ¨¢rbitro anula un gol legal a Javi Moreno y en la jugada siguiente, Jordi Cruyff dispara desde fuera del ¨¢rea y el bal¨®n sorprende a Frey tras colarse entre las piernas de un defensa. 0-2. M.83. Geli aprovecha un contragolpepara asistir a Tomic, que libre de marcaje, bate a Frey con un tiro cruzado. 9.845 espectadores en San Siro, de ellos unos 500 seguidores del equipo alavesista. La polic¨ªa tuvo que intervenir contra un grupo de espectadores.
En lo dem¨¢s, las teor¨ªas de Man¨¦ se cumplieron minuto a minuto. Tal y como hab¨ªa pronosticado, el Inter s¨®lo ten¨ªa media hora de cr¨¦dito. A los 30 minutos, los silbidos llegaron puntuales a San Siro, aunque sin mucho eco a pie de c¨¦sped. All¨ª apenas hubo se?ales de f¨²tbol. El espect¨¢culo se qued¨® en Mendizorroza.
El partido naci¨® pacato. En el Inter, por plena convicci¨®n, porque no hab¨ªa quien le sacara de su guarida. En el Alav¨¦s tambi¨¦n se vio un tono menor, m¨¢s reservado, ultraconservador. Su mayor miedo era recibir un gol y abandon¨® a Javi Moreno a su suerte. Pese a todo, el control fue alavesista. Pero lo suyo era una posesi¨®n ficticia. De nada vale conducir el bal¨®n si nadie quiere correr al frente, si la mente del futbolista piensa en horizontal, no en vertical.
El Inter encontr¨® su h¨¢bitat en la banda izquierda porque Jordi y Tomic se estorbaban y no guardaron su sitio por aquel lugar. S¨®lo les alivi¨® la escasa habilidad de Serena para buscar las espaldas ajenas. Los ¨²nicos que tuvieron visi¨®n fueron Blanc y Zanetti, pero su posici¨®n era demasiado retrasada para dar al partido una m¨ªnima continuidad. De Recoba y Vieri no hubo noticias.
Con un partido tan escaso de constantes vitales, las ¨²nicas llegadas posibles surgieron con acciones de estrategia. En eso el Inter llev¨® m¨¢s peligro. Blanc cabece¨® un saque de esquina de Recoba que despej¨® Ibon Bego?a en la raya de gol.
El partido no se mov¨ªa. Corr¨ªan los minutos y al Alav¨¦s le tocaba mover ficha. El Inter, por supuesto, segu¨ªa fiel al italianismo. Para qu¨¦ dar espect¨¢culo, jugar al f¨²tbol o acariciar el bal¨®n si con un 0-0 le serv¨ªa. San Siro y su p¨²blico, siempre pr¨¢cticos, tambi¨¦n admitieron el orden establecido.
Pero el Alav¨¦s recurri¨® al inconformismo y al esp¨ªritu del partido de ida. Con s¨®lo 20 minutos por delante, empez¨® otro encuentro. Uno mucho m¨¢s parecido a lo vivido en Mendizorroza siete d¨ªas atr¨¢s.
El Alav¨¦s entr¨® en tromba y el Inter empez¨® a ver huecos y a Recoba. La eliminatoria se abri¨® de par en par y todos tuvieron su minuto de gloria. Lo tuvieron los uruguayos: Recoba estuvo cerca en tres ocasiones durante una misma jugada e Iv¨¢n Alonso en un fuerte disparo.
Pero fue el Alav¨¦s el que lo consigui¨® gracias a su insistencia. Primero, se le anul¨® un tanto a Javi Moreno en una jugada embarullada. M¨¢s tarde, sin ninguna duda sobre su legalidad, fue Jordi el que puso en bandeja la clasificaci¨®n al equipo vitoriano. El Inter se vio preso de su propia arrogancia y ni supo reaccionar. Mientras, el Alav¨¦s sigui¨® a lo suyo. A robar balones y ponerlos a disposici¨®n de los delanteros. Pero fue un centrocampista, Tomic, el que puso la guinda al hist¨®rico pase del Alav¨¦s a los cuartos de final.
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