ETA y la locura
Considera al autor que la 'enfermedad' social de la que se nutre el terrorismo ideol¨®gico tiene una matriz cultural
Ante la barbarie de ETA muchas personas se preguntan si la organizaci¨®n terrorista y su entorno no ser¨¢n m¨¢s que una panda de locos, dado lo inexplicable de sus conductas, como el tiro en la nuca y los insultos posteriores a la familia del asesinado.
En una primera aproximaci¨®n, hay una caracter¨ªstica que asemeja a ambos fen¨®menos (barbarie etarra y locura), lo incomprensible que resultan ciertas conductas. As¨ª, el delirio, uno de los ejes centrales de la patolog¨ªa mental grave, tiene desde Jaspers como una de sus connotaciones b¨¢sicas lo incomprensible de las creencias del afectado (creerse Napole¨®n). De esta manera, podemos comprender el sufrimiento humano de dicha persona, sus actitudes ante la vida, pero dif¨ªcilmente podremos comprender esa transformaci¨®n de su ser en un ser napole¨®nico.
De la misma manera, podemos entender las reindivicaciones nacionalistas sobre un determinado territorio, de unos derechos, incluso de la formaci¨®n del magma volc¨¢nico de la violencia, como bien nos recordaba en estas p¨¢ginas Enrique Etxeburua, pero resulta casi inexplicable el paso al siguiente acto, el asesinato. Digo casi porque tenemos un antecedente, muy cercano todav¨ªa en la memoria hist¨®rica, el nazismo, por no recurrir a los m¨¢s recientes acontecimientos en los Balcanes.
Habiendo sido muy analizado el fen¨®meno nazi, todav¨ªa hoy resulta dif¨ªcil entenderlo bien. Tal vez una de las mejores explicaciones del fen¨®meno nos la diera Anna Arendt, se?alando lo absurdo y gratuito del mismo; y lo absurdo resulta de muy dif¨ªcil de comprensi¨®n. En cualquier caso no creo que nadie en su sano juicio pudiera decir que todos los nazis de la ¨¦poca estuvieran locos. M¨¢s bien, nos inclinar¨ªamos a pensar que la sociedad germana, al menos la mayor¨ªa, enloqueci¨®, enferm¨® presa del gregarismo de la masa, mas all¨¢ de las coacciones del sistema hitleriano.
De esta manera, si bien el nazi como individuo no podr¨ªa definirse en ning¨²n momento t¨¦cnicamente como loco, s¨ª que podr¨ªamos entender como loco, como enferma, o como quieran ustedes llamar, al colectivo social nazi, porque el nombre, sea cual fuere, refleja lo luctuoso, lo perverso en que puede llegar a convertirse la c¨¢ndida naturaleza humana.
Aqu¨ª empiezan las profundas diferencias entre la naturaleza del mal de la locura, del ser enfermo, y la locura social de un colectivo, porque de ninguna otra manera se podr¨ªa hablar del nazismo. La locura del ser napole¨®nico tiene una ra¨ªz claramente biol¨®gica (afirmaci¨®n que suscribir¨ªan el 95% de los psiquiatras actuales), mientras que la locura social se propicia en la matriz cultural. La pregunta tantas veces formulada y nunca del todo respondida, la pregunta del mill¨®n, es c¨®mo demonios se puede llegar a un grado tal de perversi¨®n. Mas all¨¢ de todas las explicaciones socioculturales que se nos propongan; creo que una de las razones fundamentales nos la explica Ryszard Kapuscinski en su fant¨¢stico libro ?bano, cuando nos relata las creencias de una tribu africana donde el Otro siempre es el culpable. Es en el otro donde podemos descargar todos nuestros miasmas, conectando todo ello con nuestros m¨¢s profundos ancestros. Escribe Kapuscinski: 'Nuestro recelo y suspicacia contempor¨¢neo hacia el Diferente, el Extra?o, tiene su origen en el miedo ancestral de nuestros antepasados, que ve¨ªan en el Otro en el No-Congenere-Tribal, al portador del mal y fuente de la desgracia'.
La quiebra de la supuesta racionalidad de nuestra civilizaci¨®n actual abre la caja de Pandora, destapando mas all¨¢ del inconsciente, la iniquidad y fragilidad del ser humano. Miedos, neuras, paranoias, todo ello forma parte del ser humano, tanto el amor como el odio. Pero cuando una sociedad se articula en contra del Otro para su Arcadia particular, propicia una locura id¨ªlica, social; y cuando ¨¦sta, a su vez, se articula en el odio, los resultados son espeluznantes.
Daniel Padr¨® Moreno es doctor en Medicina y psiquiatra.
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