El 23-F de Fecsa

La mesa del Parlament estaba reunida cuando tuvo conocimiento de que efectivos de la Guardia Civil hab¨ªan ocupado el Congreso y tomado como rehenes a los representantes de la soberan¨ªa popular. 'Al saberlo, decidimos dirigirnos al Palau de la Generalitat para estar junto a Jordi Pujol', record¨® ayer Heribert Barrera, entonces presidente de la C¨¢mara catalana. 'De pronto, nos quedamos sin luz', agreg¨®. Algunos pensaron que la falta de fluido era la tarjeta de presentaci¨®n del caballo de Pav¨ªa. Pero no. Todo estaba dentro de la normalidad. Era culpa de Fecsa, que en pleno golpe de estado dej¨® sin luz al Parlament.

Ayer Barrera lo recordaba con humor en la Universidad Ramon Llull, donde comparti¨® mesa redonda con Miquel Sellar¨¨s -entonces en CDC- , Antoni Guti¨¦rrez y Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, en aquellos momentos dirigentes del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC).

Los ponentes, moderados por Francesc-Marc ?lvaro, se refirieron a las grandes inc¨®gnitas que arrastra el 23-F: el papel del Rey; el gobierno de concentraci¨®n que quer¨ªa llevar a la pr¨¢ctica el general Alfonso Armada y la -todav¨ªa in¨¦dita- trama civil del golpe.

El papel del Rey gener¨® pol¨¦mica. Que el monarca no apareciera hasta siete horas despu¨¦s de que Tejero entrara en el Congreso fue objeto de debate. Tanto L¨®pez Bulla como Barrera expresaron sus objeciones, mientras que Antoni Guti¨¦rrez sugiri¨® que Juan Carlos I no pudo comparecer antes por no tener controlada la situaci¨®n en las Fuerzas Armadas. 'El Rey no arriesg¨®', sentenci¨® el entonces presidente del Parlament. L¨®pez Bulla agreg¨® que se est¨¢ asistiendo a un proceso de revisionismo sobre el 23-F: se tiende a realzar el papel de Juan Carlos I como garante de la democracia, mientras que el presidente Adolfo Su¨¢rez, el ministro de defensa Guti¨¦rrez Mellado o el l¨ªder del PCE Santiago Carrillo pasan a ser personajes de sfumatura. Barrera agradeci¨® la 'lecci¨®n de dignidad' de estos tres pol¨ªticos, pero lament¨® que el revisionismo cobre cada d¨ªa m¨¢s fuerza, cuando se condecora a polic¨ªas torturadores como Melit¨®n Manzanas -la primera v¨ªctima de ETA- o se concede pensi¨®n a la familia del que fuera presidente de Franco, el almirante Luis Carrero Blanco, v¨ªctima de atentado mortal el 20 de diciembre de 1973.

Para combatir ese revisionismo que hunde sus ra¨ªces en el secretismo, L¨®pez Bulla pidi¨® la reforma de la ley de secretos oficiales; y 'que se haga como en Estados Unidos, que 20 a?os despu¨¦s se puede tener acceso a la informaci¨®n', dijo. Eso ahora, porque esa noche muchos hicieron de tripas coraz¨®n. As¨ª CC OO convoc¨® un paro tambi¨¦n en defensa de la Corona.

No es extra?o si se tiene en cuenta el tenor de la conversaci¨®n relatada ayer por Sellar¨¨s, entonces joven militante de CDC, quien en el Palau de la Generalitat oy¨® esa noche como un oficial de los mossos hablaba con Capitan¨ªa General y ped¨ªa instrucciones en los siguientes t¨¦rminos: '?Qu¨¦ hacemos con estos payasos?', en referencia al Gobierno catal¨¢n. Luego Sellar¨¨s llegar¨ªa a director general de Seguridad Ciudadana y obligar¨ªa a esos agentes - 'porque nosotros perdonamos y nos reconciliamos'- a quitarse de los uniformes las insignias de la Divisi¨®n Azul que algunos llevaban. 'Cada 20-N hab¨ªa cinco o seis que estaban de baja y yo les llam¨¦ para interesarme por esas bajas colectivas, los dej¨¦ seguir yendo a Madrid'. 'Ahora si volviera a suceder un episodio como el del 23-F tendr¨ªamos a dos mil o tres mil mossos para defendernos', agreg¨®, a lo que Guti¨¦rrez apostill¨®: 'Espero que no necesitemos que Miquel nos defienda con los mossos'.

Por encima de diferencias, todos los ponentes subrayaron el papel desempe?ado por Jordi Pujol, que estuvo tan bien como Llu¨ªs Companys el 6 de octubre de 1934, seg¨²n Barrera. 'Estuvo digno', destac¨® L¨®pez Bulla, el ¨²nico que mantuvo una agria pol¨¦mica con el presidente por negarse a que CC OO desconvocara ese paro general que defend¨ªa la Constituci¨®n, la democracia y la Corona para el 24-F.