90 minutos de Djalminha y 4 de Trist¨¢n
El brasile?o fue el mejor del partido; el delantero, el salvador del Deportivo
Cuatro minutos le bastaron a Diego Trist¨¢n para pasar a la posteridad del partido. Lo intent¨® primero con un remate desde fuera del ¨¢rea, alto. Pero su gran obra lleg¨® inmediatamente despu¨¦s: agarr¨® el bal¨®n en el ¨¢rea y le dijo que ni hablar al tiro ag¨®nico y desesperado que exig¨ªa la ocasi¨®n, con seis minutos tan s¨®lo por delante y el 1-2 que cerraba pr¨¢cticamente la temporada en el cogote. Trist¨¢n dijo que no, que ¨¦l s¨®lo concibe el f¨²tbol desde la pausa. Y se par¨®. Tent¨® a Celades a que le entrara para doblarle con un quiebro, pero, como el madridista le aguant¨®, levant¨® la ceja y ajust¨® el bal¨®n a un rinc¨®n. Gol: 2-2. Ox¨ªgeno para la Liga.
Djalminha. El mejor del partido, con muchos cuerpos de ventaja sobre el resto. Particip¨® mucho y de manera prodigiosa. Dej¨® pases interiores milim¨¦tricos y avisados de gol por todas partes -y malgastados por sus compa?eros-, cambios de juego letales, fintas de lujo y unos cuantos disparos venenosos. Estuvo filigranero, pero a la vez efectivo. El Madrid no supo responder a ninguna de sus maniobras. Todo lo que hizo el Deportivo en el primer tiempo, que fue mucho, pas¨® por sus zapatos. Tambi¨¦n se dej¨® llevar por esas protestas que le pierden, sobre todo camino de los vestuarios en el descanso. Pero lo bueno de su f¨²tbol gan¨® con mucho a lo malo de su car¨¢cter. De hecho, ni siquiera perdi¨® la fe. Se tom¨® el partido en serio y asumi¨® su condici¨®n de crack hasta el minuto final. El peligro del Deportivo. Fiel a s¨ª mismo, y pese a la trascendencia del momento, se atrevi¨®, y con ¨¦xito, a lanzar el penalti del 1-2 a lo Panenka.
Figo. Sorprendi¨® por partida doble. Para empezar, por lo t¨¢ctico: en sus fugas de la banda para arrastrar hasta el interior del campo a sus vigilantes y aclarar el costado derecho se escondi¨® buena parte del ¨¦xito del Madrid en los minutos iniciales. Lo hizo en el 0-1, cuando se las apa?¨® para abrirle una autopista a Salgado, pero tambi¨¦n en la mayor¨ªa de las contras de su equipo. Y sorprendi¨® por sus permanentes ayudas defensivas -tambi¨¦n las hizo Ra¨²l-, a las que le acab¨® obligando el perfil del partido. Su falta de pericia en estas funciones, eso s¨ª, le hizo arrollar a Djalminha en cuanto ¨¦ste le fint¨® en la jugada del penalti del 1-2.
Emerson. Infatigable. Por su culpa, por su habilidad para recuperar los balones que escup¨ªa el ¨¢rea, casi todos los ataques del Deportivo gozaron de una segunda oportunidad. El coraz¨®n de su equipo.
Casillas. Pocas veces hab¨ªa tenido tanto trabajo. Lo resolvi¨® de manera formidable bajo los palos en tres o cuatro remates, pero sufri¨® en los balones cruzados. La tranquilidad, pese a los agobios, volvi¨® a ser su mejor virtud. El poste, eso s¨ª, fue su gran amigo. Hasta cuatro veces la pelota impact¨® en la madera.
Celades. Simplemente, correcto. Pas¨® problemas para interpretar las apariciones de Djalminha por su zona y le falt¨® presencia para contener a Emerson. En el gol decisivo le concedi¨® a Trist¨¢n los cent¨ªmetros y los segundos que necesitaba para inventarse un disparo.
Makaay. Represent¨® como ninguno el principal mal del Deportivo. Dilapid¨® los mejores minutos tirando a la basura ocasi¨®n tras ocasi¨®n. Una de ellas, incomprensible: tras un disparo al palo de Djalmi-nha, a dos metros de la l¨ªnea de gol y solo, envi¨® con su izquierda el bal¨®n a las nubes. Tir¨® de primeras todo lo que le lleg¨®, como siempre, pero esta vez sin punter¨ªa.
Roberto Carlos. Pas¨® de puntillas por el encuentro. Sus subidas por la banda, una de las mejores armas del Madrid habitualmente, no aparecieron por ning¨²n lado. No se le vio en Riazor, pero ¨¦l sali¨® muy feliz del partido porque no recibi¨® la amonestaci¨®n que le habr¨ªa impedido jugar el s¨¢bado ante el Bar?a. Tal vez eso explique su dimisi¨®n de ayer.
![Figo intenta llevarse la pelota.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SI37Z5QRVK6IV6KJQBUNGTFJT4.jpg?auth=8c6e8e867202db098c3d2e6bdb3e471df09c3732890d073562ce2509da042210&width=414)
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