El tr¨¢fico en Bilbao

Desde hace alg¨²n tiempo venimos sufriendo en Bilbao los aires de grandeza de sucesivos y loados alcaldes. Edificios como el Guggenheim y el Euskalduna, muy importantes como centros culturales pero s¨®lo accesibles para un sector determinado de la poblaci¨®n de nuestra ciudad, aquellos privilegiados con invitaci¨®n o aquellos turistas que dan la propina a la entrada, son muestra de lo que mentes con poca visi¨®n integradora y social pueden hacer cuando se les permite jugar con el dinero p¨²blico.

Sin embargo uno de los mayores problemas de Bilbao es el del tr¨¢fico. Los visionarios a sueldo dise?an bonitos tranv¨ªas de dudosa funcionalidad m¨¢s all¨¢ de la tur¨ªstica y grandes t¨²neles y viales preparados para transportar veh¨ªculos que no personas, cuando lo realmente importante es la persona. Mientras tanto siguen los barrios mal comunicados y que las nuevas infraestructuras marginar¨¢n m¨¢s todav¨ªa, creando mayores diferencias entre la zona tur¨ªstica y de alto standing y aquellas destinada a que los habitantes duerman. El autob¨²s languidece por encontrarse sumergido en la trampa viaria en la que hemos convertido Bilbao. El servicio nocturno (b¨²hos) brilla por su ausencia, los carriles r¨¢pidos se cuentan con los dedos de las manos, los retrasos son normales ya que en cada calle principal hay un atasco, y para ir m¨¢s r¨¢pido se opta por el transporte privado con lo que el atasco aumenta. La pescadilla que se muerde la cola. El metro es s¨®lo el que se salva de la quema, ?quiz¨¢s por que va bajo tierra?, La falta de presupuesto - tranv¨ªa: m¨¢s de 4.000.000.000 millones; Guggenheim m¨¢s de 20.000.000.000 millones- para solucionar esto es uno los problemas que, paradojas de la vida, no se puede solucionar, a alg¨²n pol¨ªtico se le ocurrir¨¢ eliminar las aceras que no son utilizables por los turistas para hacer m¨¢s carriles para los coches.

Desde Gazte Abertzaleak apostamos por un transporte p¨²blico de calidad, que se cuestione continuamente preguntando al usuario las carencias que perciba, que atienda a las necesidades de todos, que ampl¨ªe su servicio y que sea realmente una alternativa eficaz. Apostamos tambi¨¦n por la penalizaci¨®n en el uso del transporte privado de una manera real pero coherente - l¨®gicamente no se puede castigar si el servicio p¨²blico es malo- y que se apueste por la solidaridad y la racionalidad como elementos que mejoran la calidad de vida de todos y no de unos pocos.

Basta ya de infraestructuras fara¨®nicas, invirtamos en solidaridad y progreso, no en ego¨ªsmo autocomplaciente te?ido de boom tur¨ªstico; es una labor de todos y para todos.