Las cat¨¢strofes disparan las adopciones infantiles
La acogida de beb¨¦s extranjeros por parejas espa?olas creci¨® m¨¢s del triple desde 1997
Las adopciones infantiles internacionales se han disparado en los ¨²ltimos tres a?os en Espa?a. El a?o pasado al menos 3.000 ni?os de pa¨ªses como Colombia, China o Ru-mania encontraron un hogar espa?ol, lo que supuso un incremento de adopciones de un 26% respecto a 1999 y de casi el triple respecto a 1997. A modo de ejemplo, Arag¨®n multiplic¨® por 1,8 el n¨²mero de adopciones infantiles en relaci¨®n a 1999 mientras que Andaluc¨ªa y Catalu?a la multiplic¨® por 1,5 y Valencia y Madrid por 1,3.
Pero con el aumento de estas adopciones los desaprensivos han encontrado un buen fil¨®n para hacer negocio. Unicef ya ha dado la voz de alerta contra las mafias que pueden hacer su negocio a costa de los 7.000 hu¨¦rfanos que ha dejado el ¨²ltimo terremoto de la India. 'Hay que evitar que estos ni?os est¨¦n disponibles para la adopci¨®n', afirma tajante V¨ªctor Soler, asesor para asuntos internacionales de esta asociaci¨®n, 'y que las mafias se aprovechen de este drama humano. En la adopci¨®n hay zonas oscuras y aspectos espeluznantes'.
El terremoto en India ha dejado 7.000 hu¨¦rfanos. Unicef alerta sobre el riesgo de que sean v¨ªctimas de las mafias que explotan el deseo de adopci¨®n
La tremenda dificultad de adoptar a un ni?o espa?ol y el efecto de los medios de comunicaci¨®n con sus informaciones sobre la situaci¨®n de abandono que padecen millones de ni?os en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, parecen ser dos de los desencadenantes del incremento de solicitudes de ni?os extranjeros que se inici¨® en la d¨¦cada de los noventa. Precisamente del temor al tr¨¢fico de menores surgi¨® el convenio de La Haya de 1993 sobre protecci¨®n de menores y cooperaci¨®n en materia de adopci¨®n internacional, del que son miembros 48 pa¨ªses, y que est¨¢ vigente en Espa?a desde noviembre de 1995. La puesta en marcha en 1997 de las Entidades Colaboradoras de Adopci¨®n Internacional (ECAI), asociaciones sin ¨¢nimo de lucro que contempla la Ley del Menor, ha descentralizado la gesti¨®n de un proceso que antes estaba en manos de la Administraci¨®n.
Eduardo y Rosa, un matrimonio de 39 y 42 a?os respectivamente, residentes en Valencia, viajaron hace dos meses a Colombia para recoger al ni?o que llevaban esperando tres a?os. 'Tuvimos mucha suerte, s¨®lo estuvimos en aquel pa¨ªs tres semanas'. El proceso de adopci¨®n lo gestion¨® ADECOP, una de las ECAI autorizadas en su comunidad. Los tr¨¢mites de adopci¨®n y el viaje a Colombia les ha costado cerca de dos millones de pesetas. Ahora est¨¢n en el proceso de adaptaci¨®n. 'El cr¨ªo ha vivido siempre en el campo y tiene ya cinco a?os, todo supone un gran cambio para ¨¦l', explica Eduardo; 'adem¨¢s, no sabemos nada de su pasado y a veces es dif¨ªcil entender sus reacciones'.
La mayor¨ªa de los ni?os que se adoptaron en 1999 (sin incluir Catalu?a) eran de Colombia (904), China (562), India (369), Rumania (364) y Rusia (302), seg¨²n el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El tiempo y el dinero que cuesta la adopci¨®n depende en gran medida del pa¨ªs de origen. Por ejemplo, el n¨²mero de ni?os rumanos adoptados en Espa?a pas¨® de cero en 1997 a 280 en 1999, y el de rusos se duplic¨® en el mismo periodo. Lo mismo sucedi¨® con las chinas, que se ha incrementado un 150%. Mientras, del ?frica negra s¨®lo se han adoptado a 25 ni?os desde 1997.
En Espa?a funcionan 45 ECAI. Aunque la creaci¨®n de estas agencias ha facilitado el proceso de adopci¨®n -en Madrid, el 75% se ha hecho a trav¨¦s de una de ellas-, no dejan de recibir cr¨ªticas. En la comunidad madrile?a, desde 1997 se ha desautorizado a cinco -SAIC, Grupo 94, ASADIYAH, ADIA y AIPAMR, esta ¨²ltima funciona en Valencia-, mientras que en Catalu?a y Valencia otra ECAI -ADDIA- ha sido desautorizada por falta de recursos econ¨®micos. La desautorizaci¨®n de una agencia en una determinada comunidad no le impide seguir trabajando en otras.
A la oficina de Javier Urra, Defensor del Menor de Madrid, llegan continuas quejas a las ECAI, sobre todo por familias que reciben ni?os enfermos. En opini¨®n de Urra, estos problemas se evitar¨ªan si las administraciones ejercieran mayor control sobre estas agencias.
Ana Mart¨ªn Boado, abogada de ASHRAM, una de las cuatro ECAI que trabaja desde 1997 con la India en siete comunidades aut¨®nomas, considera que el control que ejerce la Administraci¨®n es inadecuado, en parte porque hay demasiadas ECAI. En su opini¨®n, se deber¨ªa restringir su n¨²mero, aunque tambi¨¦n cree que la competencia genera un mejor servicio. 'Las ECAI m¨¢s peque?as est¨¢n destinadas a desaparecer ya que ser¨¢n absorbidas por las m¨¢s eficientes'.
Una de las principales objeciones que se hace a las administraciones es el escaso control que ejerce sobre los pagos que hacen los padres a los orfanatos. Los mismos padres, ante la desesperaci¨®n, hacen donativos por su cuenta a las casa de acogida a fin de agilizar el proceso. Los expertos creen que deber¨ªa haber acuerdos entre pa¨ªses que regularan los donativos.
Para los adoptantes, lo peor del proceso no es ni el gran desembolso econ¨®mico, ni el largo viaje al pa¨ªs de origen del ni?o ni las monta?as de documentos que hay que tramitar; lo peor es la espera, que puede prolongarse de uno a cinco a?os. Cuesta entender que tantos ni?os se vean obligados a permanecer hacinados en orfanatos durante a?os. Sin embargo, muchos opinan que el tiempo de espera tiene su efecto beneficioso: deja en el camino a los despistados, a los que en alg¨²n momento deciden adoptar siguiendo la moda del momento, a los que s¨®lo son moment¨¢neamente solidarios.
Uno de los pasos que hace m¨¢s lento el proceso, seg¨²n ADOPTA, una agencia que trabaja en Latinoam¨¦rica, es conseguir la sentencia de un juez que garantice que el ni?o est¨¢, efectivamente, abandonado. Una vez la situaci¨®n legal del ni?o est¨¢ clara, los padres tienen entre 15 d¨ªas y tres meses para recogerlo. Tanto Soler, de Unicef, como Urra consideran la adopci¨®n como un 'parto administrativo' que debe llevar 'como m¨ªnimo nueve meses. No se puede dar por hecho que un ni?o est¨¢ abandonado. La adopci¨®n debe llevar su tiempo y el que quiera hacerlo debe tener paciencia', dice Soler. Sin embargo, ambos coinciden en que la lentitud de la burocracia y un mal funcionamiento de la adopci¨®n legal favorece a las mafias.
A Mart¨ªn Boado le parece prudente esperar dos o tres meses a que se reunifiquen las familias que ha separado el terremoto en Gujarat (India), como indica Unicef, aunque est¨¢ en contra de que se paralicen todas las adopciones en este pa¨ªs porque perjudicar¨ªa a muchos otros menores. 'El procedimiento jur¨ªdico de adopci¨®n en la India', puntualiza Mart¨ªn Boado, 'es legal y trasparente, porque aunque no ha firmado el Convenio de La Haya tiene una normativa propia de 1995 basada en este convenio que es una garant¨ªa de legalidad'.
Desde Unicef se defiende el derecho del menor a conservar sus ra¨ªces culturales, y considera la adopci¨®n internacional como el ¨²ltimo recurso. 'En los pa¨ªses ¨¢rabes, asi¨¢ticos y africanos existe la familia extendida compuesta por hasta 500 miembros unidos por v¨ªnculos remotos y es all¨ª donde hay que integrar al ni?o. En caso de no encontrar a ning¨²n familiar', explica Soler, 'se da en adopci¨®n a alguna familia del pa¨ªs de origen y si ese recurso falla, se acude a la adopci¨®n internacional'.
Urra considera que la adopci¨®n internacional es una soluci¨®n para muchos ni?os, pero no la ¨²nica. 'Es positiva porque favorece el mestizaje, pero hay que evitar que el mundo se divida en dos: el mundo rico, el geri¨¢trico, y el pobre, el de la guarder¨ªa infantil'. El Defensor del Menor recuerda la redacci¨®n de un ni?o adoptado de seis a?os que empezaba as¨ª: 'Una hormiga adopt¨® a un elefante...'.
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