Los militares turcos aceptan una salida de la crisis que evite la convocatoria de elecciones
Sin que se haya producido ning¨²n reajuste en el Gabinete, el banco central turco cumpli¨® ayer su promesa e inyect¨® liquidez en el sistema bancario, que cerr¨® la jornada con un tipo de inter¨¦s del 139%, frente al 1.300% del viernes y a los astron¨®micos 5.000% y 7.500% que se manejaron entre el mi¨¦rcoles y el jueves. La Bolsa de Estambul tambi¨¦n se recuper¨® de parte de las p¨¦rdidas de la semana negra con una subida neta del 6,5%. Finalmente, la lira turca mejor¨® su relaci¨®n con d¨®lar estadounidense (182 pesetas), con el que se negoci¨® ayer con un cambio de 950.000 unidades, lo que supone una devaluaci¨®n del 27% frente al cambio del mi¨¦rcoles.
Con estos resultados parece evidente que los mercados financieros turcos recibieron con alivio el mensaje de tranquilidad enviado desde el poder, y refrendado por el silencio de las todopoderosas Fuerzas Armadas. El comunicado oficial del Consejo de Seguridad Nacional precis¨® que se hab¨ªa recomendado al Gobierno prolongar durante otros cuatro meses el estado de excepci¨®n en provincias del sureste del pa¨ªs, con mayor¨ªa de poblaci¨®n kurda.
Pero el plan de estabilidad econ¨®mica, que ha quedado abandonado, era una imposici¨®n a Ankara en su camino hacia la integraci¨®n en la Uni¨®n Europea (UE). Tal vez por este motivo el comunicado del Consejo aseguraba que se hab¨ªa debatido, en sus aspectos de seguridad, el programa nacional turco para la adhesi¨®n a la UE, que, seg¨²n se precisaba, 'est¨¢ casi concluido'.
La representaci¨®n de los Quince en Ankara ha planteado al Gobierno turco exigencias como la supresi¨®n del estado de excepci¨®n en el sureste y la introducci¨®n de la ense?anza del kurdo en las escuelas p¨²blicas de esa regi¨®n, as¨ª como la supresi¨®n de la legislaci¨®n que restringe derechos de expresi¨®n y reuni¨®n.
No han rodado cabezas en el Ejecutivo, la dimisi¨®n del gobernador del banco central de Turqu¨ªa, el respetado economista Gazi Er?el, fue seguida ayer por la renuncia del subsecretario del Tesoro, Sel?uk Demiralp, art¨ªfice tambi¨¦n del plan de estabilizaci¨®n pactado con el Fondo Monetario Internacional. Ambos se hab¨ªan mostrado a favor de que entrase en el Gobierno un nuevo equipo econ¨®mico para devolver la confianza a los ciudadanos tras el descalabro de la semana pasada.
La coalici¨®n formada por el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (DSP, socialdem¨®crata), de Ecevit; el Partido de la Madre Patria (ANAP, conservador), del ex primer ministro Mesut Yilmaz, y del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP, extrema derecha), dirigido por Devlet Bahceli, parece haber optado por la dolarizaci¨®n de la econom¨ªa para librarse de unas elecciones anticipadas.
Ecevit y Yilmaz son los principales interesados en no convocar a los turcos a las urnas, pues se arriesgan a quedar fuera del Parlamento. El voto de castigo contra los responsables de la crisis s¨®lo benefiar¨ªa a la extrema derecha. Para Ecevit y Yilmaz, parece dif¨ªcil poder superar en estos momentos el list¨®n del 10% de los sufragios que fija la ley electoral turca para contar con representaci¨®n parlamentaria.
Los islamistas del Partido de la Virtud intentan abrir un debate en el Parlamento sobre la crisis econ¨®mica, y han llegado a amenazar con presentar una moci¨®n de censura contra el Gobierno. Pero su posici¨®n pol¨ªtica es cada vez m¨¢s d¨¦bil, al pesar sobre su organizaci¨®n de nuevo un proceso de ilegalizaci¨®n abierto por la Fiscal¨ªa General del Estado.
S¨®lo el presidente de la rep¨²blica, el ex magistrado Ahmet Necdet Sezer, sale reforzado del enfrentamiento pol¨ªtico y la crisis econ¨®mica, con una cota de popularidad -de hasta el 90% de apoyo ciudadano, seg¨²n sondeos publicados por los peri¨®dicos- in¨¦dita entre la clase dirigente turca. Sezer, sin embargo, act¨²a en solitario, y no cuenta con la cobertura de un partido ni, al menos expl¨ªcitamente, de la c¨²pula militar. Pero la prensa, los sindicatos y los empresarios han saludado con br¨ªo la decidida acci¨®n del jefe del Estado contra la corrupci¨®n en la esfera p¨²blica.
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