Las argentinas avanzan hacia el poder
Un decreto dispone que al menos el 30% de las candidaturas a cargos electos en Argentina sea ocupado por mujeres
El pr¨®ximo mes de octubre, cuando ocupen como m¨ªnimo 24 de los 72 asientos del Senado, las mujeres argentinas habr¨¢n alcanzado al fin la representaci¨®n pol¨ªtica que corresponde a su protagonismo hist¨®rico desde que Evita Per¨®n impulsara la llamada Ley de Voto Femenino aprobada en 1947, la que permiti¨® participar en las elecciones de 1951 a 4.225.467 mujeres, el 48% de la poblaci¨®n. El presidente de Argentina, Fernando de la R¨²a, acaba de firmar el decreto que reglamenta y pone en vigencia una ley aprobada en 1991 por la que se impone que al menos el 30% de las candidaturas a cargos electivos sea ocupado por mujeres. En la actual composici¨®n de la C¨¢mara Alta s¨®lo hay dos legisladoras.
Si este a?o las elecciones de renovaci¨®n parlamentaria fueran generales, el pr¨®ximo presidente de Argentina ser¨ªa una mujer. Elisa Carri¨®, diputada de la Uni¨®n C¨ªvica Radical pero disidente del bloque parlamentario de la Alianza en el poder, integrada junto con los diputados socialistas en el "movimiento de opini¨®n" autodenominado Asociaci¨®n para una Rep¨²blica de Iguales (ARI), dobla en imagen y en intenci¨®n de voto al gobernador peronista Carlos Ruckauf, el ¨²nico candidato ya lanzado para las presidenciales de 2003.
Desde que se inici¨® en la acci¨®n pol¨ªtica como convencional constituyente para la reforma de la Constituci¨®n en 1994, la diputada Carri¨® se ha destacado por su capacidad para liderar la lucha contra la corrupci¨®n durante el Gobierno del peronista Carlos Menem y por la consecuencia con sus ideas, aun cuando tuviera que enfrentarse a los dirigentes de la Alianza de partidos encabezada por Fernando de la R¨²a que sucedi¨® en el poder a Menem y a la que la representante de la provincia de El Chaco pertenec¨ªa. Entonces, ella dec¨ªa de s¨ª misma: "Las tengo todas en contra: soy mujer, soy gorda, soy divorciada y no me callo la boca". Ahora sabe que la sociedad espera m¨¢s de ella: "Si es necesario voy a aceptar la responsabilidad de ser candidata a la presidencia de la naci¨®n. Yo no lo tengo miedo al poder como Chacho ?lvarez [el ex vicepresidente que renunci¨® a su cargo el pasado mes de octubre]".
La renuncia de Evita
Evita, enferma de c¨¢ncer, renunci¨® a ser candidata a la vicepresidencia cuando su marido, Juan Per¨®n, fue reelecto en 1951. Evita muri¨® al a?o siguiente. El peronismo impondr¨ªa al fin a la tercera esposa de Per¨®n, Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez, conocida popularmente como Isabel , como candidata a la vicepresidencia junto a su marido en 1973. Per¨®n muri¨® un a?o m¨¢s tarde y el Gobierno encabezado por Isabelita, la primera mujer presidenta de Argentina, ser¨ªa el primero en el mundo encabezado por una mujer y derrocado por un golpe de Estado, el 24 de marzo de 1975. Hace casi 25 a?os.
La dictadura militar que hizo desaparecer a unas 30.000 personas y "rob¨®" a casi 500 ni?os secuestrados junto con sus padres o nacidos en cautiverio, no pod¨ªa imaginar que aquellos j¨®venes hijos dar¨ªan a luz a sus madres. El 30 de abril de 1977, catorce se?oras que se hab¨ªan conocido en el camino de la b¨²squeda de informaci¨®n sobre sus hijos se reunieron en la Plaza de Mayo para hacer p¨²blica su demanda ante quien quisiera verlas y escucharlas. Esas "locas de la plaza", como las llamaban, fueron obligadas por la polic¨ªa a "circular" y comenzaron a caminar alrededor de la pir¨¢mide central de la plaza. Nac¨ªan las Madres de Plaza de Mayo. Con ellas, tiempo despu¨¦s, las Abuelas de Plaza de Mayo, nominadas hoy al Premio Nobel de la Paz. Y alrededor de ellas, como si la piedra arrojada contra el r¨¦gimen reprodujera c¨ªrculos conc¨¦ntricos en el estanque de sangre donde los militares ahogaban al pa¨ªs, nacieron todas las organizaciones de lucha lideradas por mujeres que se mantienen activas y vigentes hoy en Argentina.
"Marchas del silencio"
Fue una mujer, la monja Martha Pelloni, la que con sus "marchas del silencio" se empe?¨® en revelar la trama pol¨ªtica que encubr¨ªa el asesinato de una adolescente en la provincia de Catamarca, al noroeste del pa¨ªs, sometida desde hac¨ªa m¨¢s de cuarenta a?os al caudillismo casi feudal de la familia Saadi. Los asesinos de Mar¨ªa Soledad Morales, condenados por la justicia, est¨¢n en la c¨¢rcel y la familia Saadi fue finalmente desplazada del poder.
Es una mujer, Laura Grinberg, la que sostiene junto con sus compa?eras de Memoria Activa la lucha para que se esclarezca el atentado con un coche bomba que demoli¨® el edificio donde funcionaba la sede de la Asociaci¨®n Mutual Israelita Argentina, (AMIA), el 16 de julio de 1994 y caus¨® 86 muertos. De las quince personas bajo proceso y en prisi¨®n preventiva porque el juez considera que han tenido una "participaci¨®n necesaria", once son polic¨ªas de la provincia de Buenos Aires.
El 24 de septiembre de 1996, las mujeres del pueblo de Winifreda, en la provincia de La Pampa, se enfrentaron a los encargados de la subasta del campo de Lucy De Cornelis, que iba a ser ofrecido al mejor postor porque ella no hab¨ªa podido hacer frente a la devoluci¨®n de los cr¨¦ditos concedidos por el Banco de la Naci¨®n. La ca¨ªda de los precios de la cosecha y la crisis del sector no resultaron explicaciones suficientes. Toda una vida de trabajo iba a ser liquidada. Lucy reaccion¨® y las esposas de los agricultores se pusieron de pie junto a ella para cantar una y otra vez el himno nacional de Argentina. La subasta fue postergada porque los agentes no escuchaban las ofertas. Nac¨ªa el Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha, hoy extendido a varias regiones del pa¨ªs.
La red solidaria anudada por mujeres de norte a sur, las manzaneras y comadres, ese ej¨¦rcito de casi 40.000 mujeres voluntarias que cada d¨ªa en la provincia de Buenos Aires reciben y reparten las bolsas de alimentos del Plan Vida y asisten a m¨¢s de un mill¨®n de indigentes; las vecinas que trabajan y atienden los comedores solidarios en toda la periferia de Buenos Aires; las mujeres que recogen, remiendan y regalan ropa en los centros de C¨¢ritas, la organizaci¨®n ben¨¦fica que administra la Iglesia... Las miles y miles de mujeres que est¨¢n ah¨ª, abajo, sosteniendo la dignidad de un pa¨ªs, suben, crecen, avanzan. Y se acercan al poder.
?D¨®nde est¨¢n los hombres?
La historia argentina reconoce a un hombre como "padre de la patria", el general Jos¨¦ de San Mart¨ªn, pero no a una mujer como "madre". Ese papel siempre fue atribuido a Espa?a, la "madre patria".
Hace tres a?os Nora D¨ªaz, miembro de Mujeres en Lucha del Alto Valle del R¨ªo Negro, resisti¨® la subasta de su peque?o campo. Ten¨ªa 58 a?os y no era "de salir, de ir a reuniones". Hasta que reaccion¨®. La ca¨ªda de los precios, las deudas, el fracaso despu¨¦s de tanto esfuerzo hab¨ªan sumido a su marido en la depresi¨®n. Entonces, dec¨ªa: "Veo que mi marido no se defiende, no s¨¦ qu¨¦ est¨¢ pensando hacer. Lo veo callado, fumando, y ahora se le dio por llorar. No es una cuesti¨®n de feminismo porque los hombres nos apoyan. Nosotras vamos al frente pero no s¨¦ si lo har¨ªamos si ellos no estuvieran cuid¨¢ndonos las espaldas".
Algunas Madres de Plaza de Mayo dicen que en principio ellas mismas instaron a los hombres a quedarse en casa, "porque los militares los pod¨ªan secuestrar y matar y pens¨¢bamos, ingenuamente, que no podr¨ªan hacer nada contra nosotras. Adem¨¢s, hab¨ªa que seguir trabajando, y viviendo". Nora Corti?as, Madre de la L¨ªnea Fundadora de la organizaci¨®n, sabe de "muchos que se enfermaron y se dejaron morir, eran suicidios".
Alba Lanzillotto, miembro de Abuelas, dice que "en todas las organizaciones de lucha y de defensa de los derechos humanos hay mujeres porque tienen algo m¨¢s fuerte adentro, son ellas las que toman la delantera. No hay Padres de Plaza de Mayo. Es as¨ª en general, algunas cosas las inician los hombres pero despu¨¦s las que quedan son las mujeres".
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