La locura alcanza a los buitres
Las medidas para controlar la encefalopat¨ªa bovina privan de alimento a las aves carro?eras
Ninguna disposici¨®n legal regula en Espa?a la utilizaci¨®n de cad¨¢veres o despojos de animales dom¨¦sticos para la alimentaci¨®n de aves carro?eras. Aun as¨ª, en los ¨²ltimos a?os se ha venido utilizando este recurso para facilitar la recuperaci¨®n de algunas de estas especies, como buitres o alimoches, sin que surgiera conflicto alguno. La propia Administraci¨®n ha apoyado a los colectivos conservacionistas que se han hecho cargo de comederos como los situados en las serran¨ªas malague?as, en la comarca de los V¨¦lez (Almer¨ªa) o en Sierra Pelada (Huelva).
Cada vez era menos frecuente el abandono de reses muertas, la ganader¨ªa extensiva iba reduciendo su presencia y escaseaban las cortijadas y granjas diseminadas por el monte. En estas circunstancias, las aves carro?eras ten¨ªan serias dificultades para cubrir sus necesidades. Los comederos vinieron a suplir esta escasez de alimento, originada por el progresivo despoblamiento de las zonas rurales y la modernizaci¨®n de los aprovechamientos ganaderos.
La f¨®rmula ha dado excelentes resultados, frenando el declive de algunas de estas especies protegidas. Sin embargo, con la aparici¨®n del mal de las vacas locas, y la bater¨ªa de medidas dictadas para controlarlo, la carro?a se ha convertido en un elemento peligroso. Desde el pasado d¨ªa 1 los cad¨¢veres procedentes de cualquier explotaci¨®n ganadera deben ser incinerados, lo que supone la brusca eliminaci¨®n de un recurso vital para las aves necr¨®fagas.
Peculiaridades
A juicio de las organizaciones ambientales e instituciones cient¨ªficas agrupadas en el Grupo de Trabajo para la Conservaci¨®n de Aves Carro?eras, esta normativa, dictada a escala europea, no tiene en cuenta las peculiaridades de nuestro pa¨ªs, en el que se concentra el 80% de la poblaci¨®n continental de estas especies. Si desaparece la carro?a procedente de la ganader¨ªa, explica Juan Criado, director de Conservaci¨®n de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa, 'se pondr¨¢ en evidente peligro a este grupo animal, ya que es un recurso que supone entre el 60% y el 100% de la alimentaci¨®n de estas aves'.
En opini¨®n de Consuelo Atencia, representante de la Federaci¨®n Andaluza de Asociaciones para la Defensa de la Naturaleza, 'la nueva normativa puede ocasionar en Andaluc¨ªa una aut¨¦ntica cat¨¢strofe', impidiendo, por ejemplo, los planes de reintroducci¨®n del quebrantahuesos y la recuperaci¨®n de las poblaciones de alimoche'. El buitre leonado, aunque en mejor situaci¨®n por su relativa abundancia, tambi¨¦n sufrir¨ªa 'un grav¨ªsimo descalabro'.
Atencia, que desde 1980 viene trabajando en diferentes programas de conservaci¨®n relacionados con estas especies, se muestra no s¨®lo preocupada por el posible cierre de los comederos, justo cuando la Consejer¨ªa de Medio Ambiente estudiaba el establecimiento de una red a escala regional, sino que considera a¨²n m¨¢s preocupante 'la desaparici¨®n del ganado muerto que hasta ahora se abandonaba en el monte, o el que se dispon¨ªa en el entorno de granjas y otras explotaciones similares'.
Id¨¦ntica preocupaci¨®n muestra Jos¨¦ Luis Tella, investigador de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, para el que 'las medidas dictadas no se han sometido a la necesaria reflexi¨®n, ya que no se puede considerar como material de riesgo cualquier carro?a'. Los pat¨®logos deber¨ªan identificar con precisi¨®n los elementos que suponen alg¨²n riesgo porque, hasta ahora, 's¨®lo se consideran peligrosas algunas partes del ganado bovino y ovino'. La mayor¨ªa de los comederos, sin embargo, se nutren de ganado caballar, y las partes inocuas de otros animales dom¨¦sticos podr¨ªan seguir siendo aprovechadas por estas aves.
Medio Ambiente ha convocado a los t¨¦cnicos de sus delegaciones para que, a lo largo de esta semana, aporten una evaluaci¨®n de las consecuencias que la nueva normativa estar¨ªa ocasionando. Asociaciones ecologistas y cient¨ªficos tambi¨¦n participar¨¢n en un encuentro de estas caracter¨ªsticas, precisa Jos¨¦ Guirado, director general de Conservaci¨®n del Medio Natural, 'de manera que la Administraci¨®n ambiental pueda contar con todos los datos y opiniones relevantes, y as¨ª trasladarlos al Ministerio de Medio Ambiente y al grupo que en Andaluc¨ªa trabaja en el control de la encefalopat¨ªa espongiforme bovina'.
En previsi¨®n de que hubiera que aportar carro?a, sometida a los correspondientes controles sanitarios, la consejer¨ªa ha dise?ado un plan de emergencia que ya se ha dotado con 30 millones de pesetas. En un caso extremo, si se planteara la necesidad de asumir la totalidad del alimento que necesitan las aves carro?eras, el coste de la operaci¨®n podr¨ªa rondar los 300 millones de pesetas anuales, una cifra, sostiene Guirado, 'desorbitada, sobre todo cuando es posible encontrar soluciones al problema'.
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
Red de muladares
Adem¨¢s de establecer un marco legal que permita la existencia de los comederos para aves carro?eras, cumpliendo los requisitos sanitarios correspondientes, y fijar qu¨¦ clase de despojos pueden utilizarse para estos fines al carecer de riesgo, cient¨ªficos y ecologistas proponen una serie de medidas adicionales. La m¨¢s importante tiene que ver con el establecimiento de una red de muladares que, en opini¨®n de Jos¨¦ Luis Tella, 'deber¨ªa dise?arse desde una perspectiva estatal y no regional, porque, obviamente, las poblaciones de estas aves no saben de fronteras auton¨®micas'. Los muladares deber¨ªan ajustarse a los requerimientos alimenticios de cada una de las especies y, al mismo tiempo, disponerse de tal manera que se evite cualquier problema de tipo sanitario, como la acumulaci¨®n excesiva de cad¨¢veres o el arrastre de residuos por las aguas de escorrent¨ªa. Consuelo Atencia, sin embargo, pone en duda la efectividad de esta medida. 'Despu¨¦s de 20 a?os trabajando con buitres y alimoches', precisa, 'hemos comprobado c¨®mo la efectividad de los comederos es muy desigual, y no es posible forzar las costumbres de estos animales oblig¨¢ndolos a alimentarse en puntos determinados como ¨²nico recurso'. Si adem¨¢s de estos enclaves no se mantiene la existencia de carro?a dispersa, 'estaremos tratando de convertir a las carro?eras en pordioseras, y esa no es su funci¨®n en la naturaleza'. En el conjunto de este grupo animal, preocupa sobre todo la situaci¨®n del alimoche, especialmente dependiente de basureros y despojos de granjas. En toda Espa?a su poblaci¨®n ha descendido un 30% en la ¨²ltima d¨¦cada, porcentaje que en Andaluc¨ªa se eleva, en id¨¦ntico periodo de tiempo, al 49%. Si en 1990 se censaron alrededor de 90 parejas en toda la regi¨®n, el pasado a?o la cifra hab¨ªa descendido a menos de 50, y la tendencia sigue siendo decreciente.
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