Agricultura admite que vacas y toros fueron alimentados durante a?os con piensos prohibidos
El Gobierno conoc¨ªa desde 1999 que muchos ganaderos usaban harinas c¨¢rnicas ilegales
Ya en 1998, el ministerio detect¨® que el 1,5% de las muestras de piensos recogidas en las explotaciones de vacuno conten¨ªan harinas c¨¢rnicas, principales transmisoras del mal de las vacas locas y prohibidas para la alimentaci¨®n de las reses desde 1994. Los responsables oficiales lo achacaron a contaminaciones accidentales de los piensos, y no lo hicieron p¨²blico.
Pero desde 1999 el ministerio sab¨ªa que, al menos en ciertos casos, no se trataba de un accidente, sino de un fraude, ya que la cantidad de harinas c¨¢rnicas contenidas en algunas muestras era demasiado alta para deberse a una contaminaci¨®n cruzada. Tampoco lo hicieron p¨²blico.
Y la situaci¨®n sigui¨® empeorando. 'Lo m¨¢s preocupante', relata el informe, 'son los datos del a?o 2000: un 2,7% de positividad en las muestras (...), el mayor n¨²mero alcanzado hasta la fecha. Este aumento hace descartar totalmente la teor¨ªa de la contaminaci¨®n cruzada y supone el peor escenario que cab¨ªa esperar'.
El informe enumera los 'tipos de producci¨®n donde se ha producido un mayor fraude'. En primer lugar, las explotaciones lecheras. Agricultura destaca, como posible raz¨®n de esa actividad ilegal, que las harinas c¨¢rnicas aumentan mucho la producci¨®n de leche. Y se?ala que, esperablemente, las granjas lecheras son las que est¨¢n dando cuenta de la mayor parte de los casos de vacas locas.
Todos los estudios cient¨ªficos internacionales han descartado hasta el momento que la leche pueda transmitir la encefalopat¨ªa espongiforme bovina, ni al ser humano ni a otros animales.
Pero eso no resta un ¨¢pice de responsabilidad a los ganaderos que hayan usado conscientemente esos piensos. Al ministerio le caben pocas dudas al respecto: 'Este sector [el lechero], en su mayor¨ªa, conoce cu¨¢ndo y c¨®mo ha usado las harinas de carne y hueso, y por tanto puede esperar la aparici¨®n de la enfermedad en cualquier momento'.
Otro de los sectores donde el fraude ha estado m¨¢s generalizado es el de la ganader¨ªa de lidia, seg¨²n el informe, que destaca que las harinas prohibidas se usan en el ¨²ltimo a?o de vida de la res (a los 4 o 5 a?os de edad) para 'conseguir un acabado morfol¨®gico del animal de acuerdo con los gustos del p¨²blico taurino actual, gusto muy equivocado en ciertos aspectos'.
Los responsables del ministerio recuerdan que, si el toro come las harinas s¨®lo durante su ¨²ltimo a?o de vida, la probabilidad de que desarrolle la enfermedad es muy peque?a, pero tambi¨¦n subrayan que los animales reproductores de esas mismas ganader¨ªas de lidia que hayan recibido la misma alimentaci¨®n 'por error o dejadez' s¨ª suponen un riesgo, entre otras cosas porque pueden transmitir la enfermedad a su descendencia.
El informe tambi¨¦n reconoce que 'se ha detectado la presencia de harinas c¨¢rnicas en formulaciones destinadas a los terneros tras su destete'. Se trata de los llamados piensos de arranque o leches reconstituyentes. Las etiquetas de estos productos no especifican en muchos casos si sus prote¨ªnas son de origen animal o vegetal. Agricultura considera 'muy probable que los terneros que ingieran harinas contaminadas se contagien', ya que los primeros meses de vida son la edad de mayor riesgo.
El informe tambi¨¦n aclara por qu¨¦ el ministerio defiende la eliminaci¨®n total de las explotaciones donde haya aparecido una vaca enferma, a pesar de que esta medida ha sido muy criticada por sindicatos agrarios y asociaciones ganaderas, que la consideran excesiva. El ministerio defiende la destrucci¨®n total porque la experiencia de otros pa¨ªses demuestra que cada explotaci¨®n afectada da un promedio de cinco reses positivas. 'Es preferible', dice el informe, 'sacrificar todo el reba?o frente a esperar que la enfermedad se repita con el paso del tiempo en otro animal de la granja'.
Agricultura sabe que, tras la prohibici¨®n total de las harinas c¨¢rnicas adoptada en diciembre (una medida que dificulta enormemente el fraude), y debido al largo periodo de incubaci¨®n de la enfermedad, el n¨²mero de reses detectadas seguir¨¢ subiendo durante al menos tres a?os, por lo que defiende la estrategia de hacer todos los an¨¢lisis posibles cuanto antes, para adelantar como sea la bajada de la curva.
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