La mitad de los espa?oles no come carne de vaca
El estudio de la compra diaria de 6.000 familias revela la 'revoluci¨®n silenciosa' del consumidor
La mitad de los espa?oles que compraba habitualmente ternera o vacuno antes de detectarse, el pasado 22 de noviembre, la primera res afectada por la encefalopat¨ªa espongiforme bovina (EEB) ha dejado de hacerlo, seg¨²n el avance del ¨²ltimo estudio sobre la compra diaria de 6.000 familias elaborado por el Ministerio de Agricultura. Esta encuesta, adelantada a EL PA?S, cifra en torno al 48% la ca¨ªda del consumo respecto a enero de 2000, y constituye, a efectos oficiales, el dato m¨¢s fiable en el marasmo de estimaciones contradictorias que circulan en estos tres primeros meses de la epidemia en Espa?a.
El 48% es una ca¨ªda espectacular, seg¨²n los expertos, s¨®lo superada en la Uni¨®n Europea por el 50% de los consumidores alemanes. Para Carmen N¨²?ez, subdirectora de Promoci¨®n Agroalimentaria de Agricultura, se trata de un dato tanto m¨¢s sorprendente porque el consumidor espa?ol es 'muy conservador' en sus gustos culinarios. N¨²?ez recuerda que ni la peste porcina de hace dos a?os ni la m¨¢s reciente de pollos intoxicados con dioxinas hicieron mella en la cesta de la compra. La relativa sorpresa de esta analista de h¨¢bitos alimentarios no lo ha sido tanto para el director del Instituto Nacional de Consumo, ?scar L¨®pez, quien opina que la crisis de las vacas locas ha evidenciado un comportamiento social in¨¦dito hasta ahora entre la mayor¨ªa de los espa?oles, pero, en su opini¨®n, sin vuelta atr¨¢s: 'Ya no estamos ante un consumidor que se traga lo que le echen. Ahora el mercado se enfrenta con un comprador m¨¢s culto, mucho m¨¢s preocupado por la calidad y la relaci¨®n con el medio ambiente de los alimentos, nada dispuesto a correr riesgos'.
Sin recuperaci¨®n
Arantza Laskurain, presidenta de Hispacoop -Confederaci¨®n Espa?ola de Cooperativas de Consumidores y Usuarios-, lo comprueba cada d¨ªa en los 44 h¨ªpers y el millar de supermercados de la asociaci¨®n que dirige. 'El consumo se ha desplomado y no hay s¨ªntomas de recuperaci¨®n. Los carn¨ªvoros que entran en nuestros centros optan por el pollo, el cerdo y el cordero. Los dem¨¢s, por pescado o vegetales. Da lo mismo que nos hayamos adelantado a las normas de etiquetado, exhibamos certificados de calidad o expliquemos que la carne cuenta con todas las garant¨ªas. Simplemente, no compran'.
Los carniceros afrontan la crisis como pueden. Muchos recurren a grandes carteles aclarando que su ternera proviene de Argentina; otros muestran cuantos controles sanitarios requiera el ama de casa. En algunos hipermercados de Alcampo se ha adornado el fondo del mostrador con p¨®sters de vacas pastando en verdes praderas soleadas. Muchos detallistas han a?adido a las barquetas de ternera una pegatina que dice: 'Producto natural'. Otros reparten folletos explicativos en las puertas de los comercios. Nada ha funcionado.
La mayor¨ªa de las etiquetas sigue sin explicar c¨®mo y d¨®nde ha sido alimentado el animal. Los centros de Eroski, Maxi Coop y Consum s¨ª lo hacen -ninguna normativa legal obliga- y mantienen por ello una clientela fiel, pero sin sumar adeptos. Si la ternera ha sido severamente castigada por el consumidor, sus derivados han ca¨ªdo en picado. Seg¨²n los sondeos de Hispacoop, casi nadie compra salchichas, y las latas con ternera para gatos -que, a diferencia de los perros, s¨ª desarrollan la EEB- se amontonan en los anaqueles. Laskurain comenta: 'Las vacas locas marcan un antes y un despu¨¦s en la historia del consumo'.
?Est¨¢ justificada esta reacci¨®n de los consumidores? El presidente de los mataderos y salas de despiece agrupados en Asocarne, Fernando Pascual, cree que una conjunci¨®n de factores, ajenos a la enfermedad en s¨ª misma, han contribuido a la deserci¨®n del comprador: 'Las im¨¢genes de la vacas muertas entre r¨ªos de sangre, con la lengua fuera, de la mina abandonada de Lanz¨¢ (A Coru?a), la ministra hablando del caldo, los medios de comunicaci¨®n insistiendo todos los d¨ªas, la Uni¨®n Europea sembrando alarma...Todo ha influido'. Pascual cree que con una amnist¨ªa general al sector -'los ganaderos son un colectivo muy especial y si se les amenaza con multas o sanciones no colaboran. Es mejor no buscar responsabilidades y ser pr¨¢cticos'- y un buen etiquetado en el futuro, problema resuelto. Nada que ver con lo que piensan las asociaciones de consumidores.
Un sondeo a 1.500 consumidoras realizado por Ceaccu (Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios), cuyos resultados se presentar¨¢n en breve, muestra el creciente rechazo de las espa?olas ante las hormonas, antibi¨®ticos, dioxinas, clembuterol, piensos incontrolados y pesticidas que se utilizan para el crecimiento antinatural de animales y vegetales. 'Guerra total a todo lo que suponga un riesgo para la salud', asegura la presidenta, Isabel ?vila. El confuso etiquetado actual y la ausencia de inspecciones y sanciones incrementa tambi¨¦n el recelo de estas 1.500 amas de casa. ?vila cree que la crisis de las vacas locas ha generado 'desconcierto, indignaci¨®n y desconfianza', al menos entre las 400.000 asociadas a Ceaccu. 'Han primado los intereses econ¨®micos de una forma salvaje, y ha fallado despu¨¦s la inspecci¨®n y la actitud de los gobiernos. Las autonom¨ªas act¨²an como reinos de taifas; la Administraci¨®n central se empecin¨® en que a nosotros no nos iba a pasar y que Espa?a, por alguna raz¨®n incomprensible, era inmune al mal que afectaba a nuestros vecinos. Claro, ahora la gente ya no se cree nada de lo que le cuentan'. Antonio L¨®pez, portavoz de Cecu, otra importante asociaci¨®n de consumidores, cree, como ?vila, que lo que las vacas locas cuestiona es el modelo de producci¨®n agr¨ªcola y ganadera. 'Todo ha valido con tal de generar beneficios r¨¢pidos, y ahora se han ca¨ªdo con todo el equipo'. L¨®pez ve 'relaci¨®n directa' entre el 'liberalismo desaforado de Margaret Thatcher' y el actual desastre que vive el Reino Unido. El portavoz de Cecu, la presidente de las amas de casa, el director de Consumo, la responsable de Hispacoop...Todos creen que la reacci¨®n de los consumidores constituye una 'revoluci¨®n silenciosa' extraordinariamente eficaz. Al dejar de comprar han generado la mayor crisis que ha vivido el sector vacuno en la Uni¨®n Europea.
Todos siguen con expectaci¨®n el debate que Alemania ha puesto sobre la mesa en Bruselas: si se ataca el problema desde su ra¨ªz y se prima una producci¨®n m¨¢s acorde con la ecolog¨ªa y la calidad, como propone el Gobierno alem¨¢n y la Comisi¨®n Europea, o se echa mano de las subvenciones p¨²blicas para calmar a los ganaderos y despu¨¦s ya se ver¨¢, como pretenden Francia y Espa?a. A excepci¨®n del representante de los mataderos, los expertos consultados est¨¢n convencidos de que 'en un futuro muy pr¨®ximo, ya no toleraremos esa barbaridad de engordar un pollo en siete d¨ªas', como afirma Antonio L¨®pez, y que 'va a ser muy dif¨ªcil que los consumidores perdonen las chapuzas', en palabras de Arantza Laskurain.
En el Instituto de Consumo trabajan con un reciente estudio de SigmaDos para la Fundaci¨®n Entorno que, seg¨²n su director, les ayuda a reconocer el presente y anticiparse al futuro. El sondeo revela que el 78% de los consumidores aseguran que no comprar¨ªan un producto del que supieran que, para su fabricaci¨®n, se ha causado da?o al medio ambiente. El 12% que contest¨® que le resultaba indiferente inclu¨ªa una presencia insignificante de j¨®venes. S¨ªntomas como ¨¦ste permiten al subsecretario de Sanidad, Julio S¨¢nchez Fierro, buscar una vertiente optimista al problema: 'Yo creo que esta cat¨¢strofe va a tener consecuencias positivas. Y es que obligar¨¢ a cambiar las pr¨¢cticas an¨®malas de todo un sector. Los consumidores han ense?ado los dientes'.
Men¨²s sin ternera tambi¨¦n fuera de casa
La mayor¨ªa de los viajeros, padres de alumnos y parejas casaderas siguen sin fiarse de la ternera. Algunas de las grandes empresas de catering que suministran men¨²s a colegios, comedores universitarios, asilos y banquetes de boda han eliminado el vacuno de sus men¨²s. As¨ª lo afirma, entre otros, una portavoz de Iberswiss, la empresa que llena cada a?o las bandejas de 14 millones de pasajeros de Iberia y Swiss Air. 'Los pasajeros la rechazaban, porque la sustituimos por cerdo, cordero, aves o pasta. S¨®lo la servimos si nos la piden'. Un representante de Wagon Lits, que abastece las grandes l¨ªneas de Renfe, comenta: 'La gente no la quer¨ªa. La hemos suprimido en preferente, porque es men¨² fijo. Mantenemos la oferta en restaurantes y cafeter¨ªas, donde el cliente puede elegir'. En los colegios se observa tambi¨¦n una reticencia general, inexistente para una de las empresas consultadas. Se trata de Sodexho. Patricia Canillas, su representante, dice que s¨®lo han protestado 'tres o cuatro asociaciones de padres'. Alberto del Pozo, directivo de la firma aragonesa Seral, SA, proveedor de centros de la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza (FERE), comedores universitarios y asilos, ha retirado la ternera por deseo de los directores. Valero Sanz, de Alcesa, asegura: 'En los 30.000 men¨²s diarios que destinamos a la poblaci¨®n escolar no se incluye vacuno desde noviembre de 2000'. En el sector p¨²blico, muchos colegios recuperan lentamente la rutina alimentaria, aunque con menos consumo que antes. En diciembre y enero el rechazo fue mayoritario, seg¨²n Educaci¨®n. Ahora empieza a remontar, despu¨¦s de que los Gobiernos aut¨®nomos remitieran cartas a padres y educadores avalando la calidad sanitaria de la carne. Donde existe unanimidad es en las empresas que organizan banquetes nupciales. La firma Lepanto, de Madrid, dice que un 35% de sus clientes han rechazado la ternera y solicitado en su lugar pato, cordero o avestruz. En la empresa Orfeo comentan que cuando los novios solicitan segundos platos alternativos explican que sus invitados declinan el vacuno.
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