'Las expectativas eran tan altas...'
Jerry Yang confesaba en junio que su empresa deber¨ªa haber aprovechado para crecer m¨¢s
Es una experiencia aterradora'. Jerry Yang, uno de los dos j¨®venes fundadores de Yahoo!, explicaba la sensaci¨®n que hab¨ªa vivido el d¨ªa en que su compa?¨ªa empez¨® a cotizar en el Nasdaq, el 12 de abril de 1996. En una conversaci¨®n con EL PA?S en junio, cuando las puntocom empezaban a debilitarse en la Bolsa, Yang confesaba el p¨¢nico que hab¨ªan vivido ¨¦l y su amigo David Filo cuando su afici¨®n empez¨® a cotizar en Bolsa. Y es que en un a?o pasaron de las aulas de la Universidad de Stanford al parqu¨¦ de Wall Street.
-Yo creo que la gente piensa en la salida a Bolsa como el final; conseguir ser famosos y ricos. Nosotros lo ve¨ªamos como el principio porque, desde ese momento, nuestra compa?¨ªa tendr¨ªa que tratar con Wall Street, con una cotizaci¨®n que va arriba y abajo, arriba y abajo, y con accionistas. Antes de la salida a Bolsa, yo conoc¨ªa a todo el mundo que ten¨ªa que ver con el dinero en Yahoo!. ?ramos David y yo, y los inversores, y era genial, pero de repente tienes cientos de miles de accionistas, que ponen dinero en tu compa?¨ªa, y eso es m¨¢s responsabilidad de lo que pensaba en un principio, porque tienes que coger lo que tienes y hacerlo funcionar.
Jerry Yang ha sido siempre la cara de Yahoo! (aunque esta semana no la ha dado). Mientras el ex presidente Tim Koogle, lidiaba con inversores y analistas burs¨¢tiles, y David Filo se dedicaba a la tecnolog¨ªa, Yang cultivaba la imagen de hombre hecho a s¨ª mismo, versi¨®n puntocom: emigrante taiwan¨¦s criado en California, aficionado a los ordenadores, trabaj¨® 20 horas diarias clasificando p¨¢ginas web y, finalmente, puso en marcha la compa?¨ªa m¨¢s importante de Internet y se convirti¨® en millonario. En junio pasado, las primeras se?ales de alarma en forma de ca¨ªda burs¨¢til -Yahoo! hab¨ªa perdido un 10% desde su m¨¢ximo de enero- hac¨ªan reflexionar a Yang.
-Fuimos una de las primeras OPV de Internet. Ni siquiera ten¨ªamos un a?o de vida, y la gente esperaba tantas cosas de Yahoo!... Yo estaba muy nervioso con la idea de salir a Bolsa. Creo que Internet es algo que tiene un gran valor, y que realmente podemos hacerlo muy bien, pero no quiero inflar expectativas. Las expectativas eran tan altas, que yo siempre he tenido la sensaci¨®n de que no puedo llenarlas.
Yahoo! ha nacido, crecido y ca¨ªdo a velocidad de v¨¦rtigo, sin tiempo apenas para reflexionar o mirar atr¨¢s. Pero Yang confesaba entonces que ninguno de sus directivos -el triunvirato Yang, Filo y Koogle- se hab¨ªa planteado parar la carrera, y pensar en qu¨¦ direcci¨®n quer¨ªan seguir corriendo. 'S¨ª, est¨¢bamos nerviosos y asustados, pero ¨¦sa es la raz¨®n por la que los emprendedores son emprendedores. Ya sabe, no se paran porque sientan miedo; en realidad, el miedo les hace correr m¨¢s'.
Yang, millonario a los 30 a?os, casado y con un hijo, aseguraba que esta velocidad en la toma de decisiones y en el d¨ªa a d¨ªa es necesaria para triunfar en Internet. 'Creo que tienes que querer ganar. Hay gente que se contenta con ser feliz, pero la gente que tiene ¨¦xito en Yahoo!, y en esta industria, es muy, muy competitiva. David es muy competitivo, Tim tambi¨¦n lo es, todo el mundo en Yahoo! lo es'.
Cuando Yahoo! consigui¨® convertirse en el primer portal de Internet en obtener beneficios, muchos pensaron que la carrera de Yang y sus compa?eros hab¨ªa concluido. Para el fundador de Yahoo!, sin embargo, ¨¦sa no era la meta, sino m¨¢s bien un obst¨¢culo en el camino.
-Sabiendo lo que ahora s¨¦ -dec¨ªa en junio-, habr¨ªa invertido m¨¢s tiempo y m¨¢s dinero en ser m¨¢s grandes. Deber¨ªamos haber hecho todo lo posible por haber entrado en el negocio del e-commerce y de las comunicaciones antes; es decir, todo lo que hemos hecho, pero antes y mucho m¨¢s r¨¢pido. Usted puede pensar que es bueno que seamos una empresa rentable, y yo le digo que s¨ª, pero preferir¨ªa gastar m¨¢s tiempo y ese dinero en conseguir m¨¢s cuota de mercado. Es mejor ganar la guerra ahora que luchar en una batalla m¨¢s larga luego. As¨ª que si tuviera que hacerlo otra vez, lo har¨ªa m¨¢s r¨¢pido. Mucho m¨¢s r¨¢pido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.