Veinte comunidades de Pamplona piden una moratoria para las antenas de m¨®viles
Proponen su instalaci¨®n lejos de hospitales, escuelas y ¨¢reas p¨²blicas
El equipo de UPN que gobierna Pamplona, que ya rechaz¨® la moratoria, ha anunciado que no retirar¨¢ ninguna de las 30 antenas que hasta el momento ha autorizado a instalar. Pero, poco a poco, el clamor social ha ido aumentando. Numerosas comunidades de vecinos de Pamplona, hasta sumar una veintena, han recibido las quejas de personas que afirman estar sufriendo de una u otra manera la exposici¨®n a las ondas electromagn¨¦ticas que generan las antenas. Hasta el momento se habla de problemas de insomnio, ruidos, irritabilidad, zumbidos, mareos, dolores de cabeza y otras afecciones menores.
Los t¨¦cnicos municipales del ?rea de Urbanismo han se?alado que el vac¨ªo legal en la materia y la necesidad de dar cobertura a una poblaci¨®n de 170.000 personas exigen el mantenimiento de las antenas en los tejados de la ciudad e imposibilitan una regulaci¨®n del Ayuntamiento sobre esta materia. Adem¨¢s, consideran que no existe constataci¨®n m¨¦dica sobre la incidencia de las antenas en la salud humana.
Tere Gonz¨¢lez, la concejal de Batzarre que present¨® la petici¨®n vecinal ante la comisi¨®n de Medio Ambiente, considera que la presencia de las antenas es irregular, porque la normativa municipal no la contempla. ?ngel Luquin, uno de los portavoces vecinales, recuerda que el proyecto de real decreto que elabora el ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa obliga a ayuntamientos y gobiernos aut¨®nomos a tomar cartas en el asunto para aplicar medidas de reducci¨®n o evitar la exposici¨®n electromagn¨¦tica de la poblaci¨®n.
Fuera de urbanizaciones
Las comunidades pamplonesas demandan un banco de datos sobre las antenas ya instaladas y recuerdan que ya existen reglamentos para medir los l¨ªmites y radiaciones no ionizantes. El problema de los vecinos de Pamplona es que la telefon¨ªa comenz¨® a expandirse en la ciudad y tiene muchas antenas ya colocadas. Algunas incluso en el tejado de edificios p¨²blicos tan se?alados como el propio Servicio Navarro de Salud de la calle Conde Oliveto, en pleno centro de la ciudad. Otras est¨¢n en la azotea de edificios de la compa?¨ªa Telef¨®nica y de comunidades de vecinos que las autorizaron en r¨¦gimen de alquiler antes de que comenzara a hablarse de su posible incidencia sobre la salud.
Por esta raz¨®n, Zizur Mayor, un municipio de 12.000 habitantes a escasos kil¨®metros de Pamplona ha decidido por unanimidad reservar una parcela a dos kil¨®metros del n¨²cleo urbano para instalar las antenas. Y el Ayuntamiento del valle de Eg¨¹¨¦s, donde tambi¨¦n se han levantado numerosas urbanizaciones de lujo, impedir¨¢ la instalaci¨®n de antenas de telefon¨ªa m¨®vil en sus n¨²cleos urbanos. La operadora Amena acept¨® alejar su antena de m¨®viles de las viviendas de Gorr¨¢iz, una de las selectas urbanizaciones de la periferia de Pamplona.
As¨ª las cosas, Izquierda Unida de Navarra presentar¨¢ en el Parlamento foral una moci¨®n para conseguir una moratoria y que se regule la instalaci¨®n de las antenas a distancias razonables de las viviendas, centros educativos y sanitarios. El pasado 8 de febrero, el departamento de Medio Ambiente del Gobierno navarro paraliz¨® las obras de la estaci¨®n base de telefon¨ªa m¨®vil que Airtel estaba instalando sin autorizaci¨®n en el concejo de Ostiz. Airtel fue multada con diez millones de pesetas, entre otros motivos por no ajustarse a la orden foral 1324/2000 que regul¨® la utilizaci¨®n compartida por las operadores de estaciones base en suelo no urbanizable, con el objetivo de minimizar las afecciones medioambientales y urban¨ªsticas que pudieran generar.
La Asociaci¨®n de Estudios Geobiol¨®gicos considera una hip¨®tesis palpable la existencia del denominado s¨ªndrome del microondas, seg¨²n el cual, a menos de 600 metros de distancia, el organismo humano queda expuesto a los efectos de las ondas electromagn¨¦ticas y puede padecer hipertensi¨®n, fatiga cr¨®nica, depresi¨®n, irritabilidad o estr¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.