'Los informes del tribunal van a levantar ampollas'
El actual presidente del Tribunal Vasco de Cuentas P¨²blicas (TVCP), Rafael Iturriaga, entrar¨¢ en funciones a partir del pr¨®ximo 15 de marzo. La disoluci¨®n del Parlamento hace imposible la renovaci¨®n del ¨®rgano fiscalizador de las administraciones vascas, cuyo mandato expira la semana que viene. Al final de su mandato es cuando han comenzado los desencuentros entre el tribunal y la Administraci¨®n. Iturriaga plantea que los futuros informes no s¨®lo fiscalicen las irregularidades contables, sino que se adentren en una senda m¨¢s pol¨ªtica, ya abierta, de analizar la eficacia del gasto p¨²blico.
Pregunta. El TVCP ha detectado irregularidades en la construcci¨®n y contrataciones del Museo Guggenheim y el director de la pinacoteca les acusa de manipulaci¨®n de datos. Es la primera vez en su mandato que le reprochan algo as¨ª
'La proliferaci¨®n de sociedades p¨²blicas regidas por el derecho mercantil y con participaci¨®n p¨²blica es a la Administraci¨®n como la grieta al 'Titanic'
Respuesta. Es cierto. Otras veces se han sucitado pol¨¦micas entre el tribunal y otras instituciones, pero esas manifestaciones de Juan Ignacio Vidarte son criticables por injustas e irreales. Una acusaci¨®n es que los datos son manipulados por el tribunal y eso supone no leerse las cifras y no tener conocimiento de lo que el Parlamento pidi¨® al tribunal, que fue el c¨¢lculo del coste total del museo. Las cifras que maneja Vidarte s¨®lo hacen referencia a la construcci¨®n, pero se trata de un museo, con lo que el gasto total incluye el suelo, la obra, los gastos corrientes y fiscales, y el coste de las obras de arte. Es decir, hemos calculado los costes desde que se pone la primera piedra hasta que se abren las puertas al p¨²blico.
P. Otra observaci¨®n que les ha hecho el director del Guggenheim es que el Museo actu¨® en las contrataciones conforme a su 'naturaleza jur¨ªdica privada' y, por lo tanto, fuera del alcance del tribunal.
R. Privado es aquello que cuando se pierde hay alguien que sabe que lo ha perdido, y p¨²blico es aquello que cuando se pierde nadie es consciente de que lo ha perdido ¨¦l. Las inversiones realizadas y las empresas constituidas para construir y gestionar el Guggenheim est¨¢n formadas por el Gobierno vasco, la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao. Todos los capitales invertidos son p¨²blicos. Decir que es privado es una barbaridad jur¨ªdica y de sentido com¨²n. Vidarte confunde el concepto de empresa p¨²blica sujeta jur¨ªdicamente a la legislaci¨®n mercantil con el concepto de privada. El museo es de todos.
P. La trayectoria final de su mandato se ha caracterizado por el desencuentro entre el tribunal y las instituciones sometidas a an¨¢lisis. Cada informe que realizan es contestado. ?Encajan mal los responsables de las instituciones las cr¨ªticas, a pesar de que las recomendaciones del tribunal se van a aceptando?
R. As¨ª es. Las recomendaciones del tribunal son bastante m¨¢s seguidas por las instituciones de la impresi¨®n que se da por las contestaciones. Recuerdo ahora el caso de Osakidetza, que lleg¨® a contestar el informe del tribunal con un anuncio remitido a la prensa. Sin embargo, poco tiempo despu¨¦s, el consejero de Sanidad reconoc¨ªa que el seguimiento de las recomendaciones del tribunal hab¨ªa sido exitoso, logrando reducciones de costes en la compra de material sanitario. El tribunal no est¨¢ para fastidiar, sino para informar al Parlamento y recomendar lo que estime conveniente para la mejora de la gesti¨®n p¨²blica. Para m¨ª es motivo de orgullo que, al final de mi mandato, los informes abandonen el terreno mec¨¢nico del trabajo puramente contable y vayan entrando cada vez m¨¢s en los terrenos de la evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas, de la evaluaci¨®n de la eficacia y de la eficiencia del gasto.
P. ?Eso significa salir del terreno de la contabilidad y los procedimientos administrativos para meterse en otro m¨¢s pol¨ªtico?
R. S¨ª, y lo cierto es que la palabra 'pol¨ªtica' sigue siendo un poco tab¨². En la medida que hemos logrado que el Parlamento se interese por la utilizaci¨®n del tribunal como una herramienta que le ayuda en su labor de control, ¨¦ste gana eficacia como fiscalizador. Antes el tribunal hac¨ªa informes de manera mec¨¢nica, se remit¨ªan al Parlamento y la C¨¢mara no los le¨ªa. Era una labor lit¨²rgica. En estos momentos lo que cambia es que el Parlamento se interesa por el uso del tribunal como una herramienta para su labor de control, con lo que solicita informes en los que va indicando por medio de preguntas la informaci¨®n que quiere recibir. Esto supone m¨¢s dificultades para el tribunal, al no discurrir por los cauces de la mera contabilidad, sino que debe entrar a informar sobre la eficacia del gasto, los programas y la actividad p¨²blica, lo que va a levantar m¨¢s ampollas en el gestor, que estaba muy poco acostumbrado a recibir ese tipo de cr¨ªticas. El tribunal va a tocar zonas sensibles que escocer¨¢n a la clase pol¨ªtica.
P. ?Cree que las administraciones fiscalizadas le facilitar¨¢n la informaci¨®n necesaria para realizar este tipo de an¨¢lisis de eficacia?
R. Hay enormes resistencias al cambio. Entrar al an¨¢lisis de la evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas es dif¨ªcil. No hay una gu¨ªa clara de la metodolog¨ªa y de los pasos a seguir. Para el personal auditor del tribunal tambi¨¦n supone un cambio de mentalidad muy importante. Todav¨ªa estamos iniciando la investigaci¨®n en estos aspectos. Me extra?aba aquella paz de cementerio con la que se recib¨ªan en el pasado algunos informes del tribunal, sin causar ning¨²n movimiento en las aguas institucionales, porque el control siempre es algo duro de recibir. ?C¨®mo es posible que con tanto control no ocurriera nada? Pues porque era un control lit¨²rgico y contable. Pero ahora, a medida que entremos a informar sobre la gesti¨®n, llover¨¢n las cr¨ªticas de los pol¨ªticos encargados de la gesti¨®n.
P. Otra de las aportaciones durante su mandato ha sido la recomendaci¨®n a las administraciones de no crear sociedades p¨²blicas para extirpar el ¨¢rea de gesti¨®n. ?Cree que la falta de ideas hace que los pol¨ªticos recurran a esta estrategia?
R. S¨ª. La proliferaci¨®n de sociedades con participaci¨®n institucional es a la administraci¨®n como la grieta al Titanic. Se trata de un grave riesgo. Si se crean sociedades para gestionar algo porque razonablemente se entiende que la forma jur¨ªdica de esa sociedad va a ser m¨¢s eficaz, que se haga. Pero la proliferaci¨®n desmesurada, que es lo que est¨¢ ocurriendo ahora, implica un aumento de los costes, ya que la administraci¨®n no se reduce.
P. ?Y se relajan los controles?
R. El control a trav¨¦s de los mecanismos burocr¨¢ticos tradicionales se relaja de manera extraordinaria. Y el sueldo de los directivos de estas sociedades es un ejemplo de que est¨¢n fuera control. En la medida en que se pierde el control, florecen los privilegios y el despilfarro. Por eso lo que digo es que hay que tener cuidado: no es obligatorio crear empresas para todo ni siempre es conveniente. El riesgo en el Pa¨ªs Vasco es mayor que en otras zonas. Las administraciones crean sociedades p¨²blicas regidas por el derecho mercantil que se sit¨²an fuera de su control, al existir un porcentaje de participaci¨®n de la administraci¨®n por debajo del 50%. Ninguna instituci¨®n se hace responsable de la marcha de la sociedad. Es un fraude de ley. Alguien tiene que decir al Parlamento que se le est¨¢n vendiendo como legales cosas que dudosamente lo son.
P. El uso excesivo en la contrataci¨®n directa, la mala gesti¨®n de personal, el abuso de los gastos imprevistos. Esta era la t¨®nica habitual de las conclusiones de los informes hasta ahora. ?Las administraciones vascas funcionan de una manera eficaz para sus ciudadanos?
R. Es dif¨ªcil saberlo. Eficacia es el resultado que se da entre los objetivos propuestos y los resultados conseguidos. En los presupuestos, que es donde tienen que estar los objetivos se?alados, no se detallan. Entonces, ?c¨®mo vamos a saber si los resultados logrados se ajustan a los objetivos? No se deber¨ªa consentir al Gobierno elaborar un Presupuesto sin plazos e indicadores. Hacen falta presupuestos con objetivos, acciones e indicadores claros, una gesti¨®n trasparente y que exista un debate sobre la liquidaci¨®n [del ejercicio] donde no se mire cu¨¢nto dinero se ha gastado, sino qu¨¦ objetivos se han cumplido y c¨®mo se han conseguido.
P. El Gobierno no ha presentado un proyecto de presupuestos para este a?o porque no ten¨ªa asegurada en el Parlamento la mayor¨ªa necesaria para aprobarlo. ?Tiene obligaci¨®n legal de hacerlo?
R. Si se cree en la democracia y en la divisi¨®n de poderes, el Gobierno es gobierno porque representa al pueblo y dirige la funci¨®n p¨²blica con unos Presupuestos. ?C¨®mo puede abdicar de esto un Gobierno sin que esto suponga una rebeli¨®n? La democracia de un pa¨ªs est¨¢ enferma para que esto ocurra. La obligaci¨®n de decir lo que se piensa hacer con la Administraci¨®n a trav¨¦s de unos presupuestos es ineludible para el Gobierno y no puede renunciar a esa obligaci¨®n porque, al no disponer de la mayor¨ªa que le vaya dar el s¨ª, tal vez el Parlamento le cambie las cuentas. El due?o de los presupuestos es el Parlamento. La obligaci¨®n de cualquier Gobierno no es ganar unos presupuestos, sino presentarlos. Si la C¨¢mara los cambia y el Ejecutivo cree que van contra su esp¨ªritu, lo que tendr¨ªa que hacer es presentar la dimisi¨®n.
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