La isla de metal

Un entorno de lujo para vivir y negociar mientras se viaja por el planeta, un h¨ªbrido entre crucero y barrio exclusivo, una isla paradisiaca de alta tecnolog¨ªa en continuo tr¨¢nsito. Todo esto es lo que ofrece el Barco de la Libertad, una gigantesca nave que, salvo imprevistos, comenzar¨¢ a construirse en breve en Honduras por la compa?¨ªa estadounidense Freedom Ship International. Con m¨¢s de un kil¨®metro de largo, 300 metros de ancho y 25 pisos de altura desde el nivel del agua, ser¨¢ el mayor objeto m¨®vil jam¨¢s construido por el hombre, una verdadera y completa ciudad flotante con 40.000 habitantes permanentes, que se alojar¨¢n en sus 20.000 apartamentos, con restaurantes, discotecas, supermercados, centros comerciales, amplias zonas al aire libre, hoteles, un hospital, peluquer¨ªas, cines, teatros, plantas de energ¨ªa, escuelas y una universidad, que cubrir¨¢n las necesidades de los residentes y de hasta 60.000 visitantes adicionales.

La larga azotea har¨¢ las veces de pista de aterrizaje para peque?os aviones o helic¨®pteros. Quince mil empleados velar¨¢n para que nada empa?e el brillo de este mundo perfecto sobre el agua. Una gran urbe moderna que estar¨¢ en permanente viaje por mares tropicales y circundar¨¢ el planeta cada dos a?os. Un tercio del tiempo estar¨¢ en movimiento; el resto, anclado a 300 metros de los puertos m¨¢s tur¨ªsticos del orbe.

El fara¨®nico buque naci¨® de la imaginaci¨®n del millonario ingeniero estadounidense Norman Nixon, cuyo sue?o inicial era recrear una nueva Hong Kong en una isla del archipi¨¦lago de las Bahamas. Las trabas burocr¨¢ticas para conseguir los permisos y licencias necesarios le hicieron replantearse su proyecto. Nixon se puso en contacto con expertos en los m¨¢s diversos campos, desde ingenieros hasta entendidos en leyes, desde dise?adores a doctores en medicina. Un nutrido grupo que, tras seis a?os de trabajo, tuvo listos los planos de la nueva ciudad-barco, la primera de una serie de cinco naves si todo sale seg¨²n lo previsto. La constructora realiz¨® varios estudios t¨¦cnicos en diversas partes del mundo para encontrar un lugar con las condiciones necesarias para pasar del papel a la realidad. La elecci¨®n recay¨® en Bah¨ªa Trujillo, en la costa caribe?a de Honduras, 250 kil¨®metros al norte de Tegucigalpa. La profundidad de la zona es la ¨®ptima, es el lugar m¨¢s cercano a EE UU de los posibles y las condiciones para el astillero son inmejorables: la mano de obra es abundante y barata y el Barco de la Libertad se construir¨¢ en r¨¦gimen de zona franca, es decir, la empresa estadounidense no pagar¨¢ ni un centavo en impuestos.

La negociaci¨®n con el Gobierno hondure?o no fue f¨¢cil. Cerca de 14 meses tardaron las autoridades en dejarse seducir por la promesa de la multimillonaria inversi¨®n y de trabajo para miles de sus ciudadanos.

Puede que este proyecto insufle algo de aire fresco en la maltrecha econom¨ªa del quinto pa¨ªs m¨¢s pobre del continente, seg¨²n el informe sobre desarrollo humano del a?o 2000, elaborado por Naciones Unidas, que a¨²n se cura las heridas abiertas por el hurac¨¢n Mitch en el a?o 1998.

Seg¨²n las cifras de la compa?¨ªa, se crear¨¢n entre 10.000 y 15.000 empleos directos durante cuatro a?os y 20.000 indirectos. 'Al final ser¨¢ un producto fabricado en Honduras con mano de obra nacional, por lo que quedar¨¢ personal capacitado y con experiencia', afirmaba a la prensa local Dar¨ªo Hern¨¢ndez, viceministro de Comercio Interior hondure?o.

La inversi¨®n ser¨¢ de 8.000 millones de d¨®lares estadounidenses, equivalente al 170% del producto interior bruto (PIB) local. La construcci¨®n constar¨¢ esencialmente de dos fases: la fabricaci¨®n de varios m¨®dulos en tierra firme y su ensamblaje en el agua, 300 metros mar adentro, para lo que se utilizar¨¢ madera y vidrio local.

El Barco de la Libertad quiere ser mucho m¨¢s que un crucero de lujo que deje al c¨¦lebre y cinematogr¨¢fico Titanic a la altura de una chalupa. Promete 'un nuevo y excitante estilo de vida para los que se quieran unir al proyecto', seg¨²n reza su p¨¢gina en Internet (www.freedomship.com). Algunos ya se han dejado seducir. El 15% de los lujosos apartamentos de a bordo ya han sido reservados. Los precios oscilan entre 21 millones de pesetas para los interiores de reducidas dimensiones y los 623 millones de pesetas que cuestan los m¨¢s espaciosos con vistas al mar.