El programa europeo de Ecoescuelas se consolida en m¨¢s de 100 centros de Andaluc¨ªa
El proyecto persigue mejorar la calidad ambiental de colegios, institutos y de su entorno
En el curso 1998-99 comenz¨® a implantarse en Andaluc¨ªa esta campa?a europea que cuenta con 200 centros adscritos y que en Espa?a desarrolla la Asociaci¨®n de Educaci¨®n Ambiental y del Consumidor (AEDAC) como miembro de la Fundaci¨®n Ambiental Europea, que est¨¢ formada por ONGs de 18 pa¨ªses. Entonces s¨®lo nueve centros de la comunidad solicitaron acogerse al programa de Ecoescuelas, cifra que en el curso 1999-2000 lleg¨® a 60 centros de Infantil, Primaria y Secundaria. C¨¢diz con 18 ecoescuelas, M¨¢laga con 15 y Sevilla y C¨®rdoba con 14 son las provincias donde mayor aceptaci¨®n ha tenido.
'Empezamos con nueve centros como una mera representaci¨®n del programa en cada provincia. El a?o pasado, con la ampliaci¨®n de la red a 60 centros, en Andaluc¨ªa cont¨¢bamos ya con m¨¢s de la mitad de las ecoescuelas existentes en el pa¨ªs', explica Jos¨¦ Larios, director de Educaci¨®n Ambiental del la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de la Junta. La acotaci¨®n del programa a una serie de objetivos bien definidos es la principal garant¨ªa de que sus resultados sean ¨®ptimos. Adem¨¢s, para asegurar que se cumple con la finalidad de esta campa?a en cada centro escolar se ha dispuesto un mecanismo de filtros que revisan la buena marcha de las iniciativas.
As¨ª, el Comit¨¦ medioambiental es elegido de forma aut¨®noma por cada centro y lo componen alumnos, profesores, personal y padres y madres de los alumnos. Su misi¨®n en planificar, organizar y evaluar las actividades que se desarrollan en su ecoescuela. Como complemento a este comit¨¦ se cre¨® la Auditor¨ªa medioambiental, que valora la situaci¨®n inicial del centro y del municipio y eval¨²a las necesidades en cuanto a los planes de acci¨®n a desarrollar. Por ¨²ltimo, con la informaci¨®n obtenida de estos filtros se redacta el Plan de acci¨®n del centro, que incluye los objetivos -reciclaje de papel, neum¨¢ticos y pl¨¢sticos, recogida de pilas y aprovechamiento de recursos como el agua o la energ¨ªa- y un calendario. Este plan engloba a todo el centro y se traduce en un C¨®digo de comportamiento para todos los miembros de la comunidad escolar.
Participaci¨®n
'Con este sistema se ha conseguido que el programa no s¨®lo se circunscriba al centro que lo desarrolla, sino que con la participaci¨®n directa de miembros de la comunidad tambi¨¦n se impliquen los municipios donde se ubican las ecoescuelas', indica Jos¨¦ Larios, quien resalta que lo m¨¢s novedoso y efectivo del programa es su marcado car¨¢cter pr¨¢ctico. Acciones de protecci¨®n y mejora del entorno como los talleres verdes, en los que los escolares crean sus propios viveros en los que cr¨ªan especies aut¨®ctonas que m¨¢s tarde sirven para reforestar v¨ªas pecuarias o zonas deficitarias en arbolado del municipio.
El siguiente objetivo del programa es conseguir que las ecoescuelas se doten de energ¨ªa solar y contribuyan a reducir as¨ª los elevados ¨ªndices de CO2, iniciativa que promueve Greenpeace. 'Estamos en la fase inicial, pero nuestra intenci¨®n es dotar a estos centros de un tejado solar de cinco kilovatios conectado a la red que evitar¨ªa la emisi¨®n a la atm¨®sfera de entre 75 y 275 toneladas de CO2 en 25 a?os. Adem¨¢s, la energ¨ªa solar permitir¨ªa a estos centros ahorrar entre 12 y 18 millones en este tiempo, lo que posibilitar¨ªa recuperar la inversi¨®n de seis millones en apenas ocho a?os'. 34 ecoescuelas de Andaluc¨ªa ya han solicitado acogerse a este proyecto.
Jab¨®n de Marchena para los saharauis y para Togo
Colegio P¨²blico Juan XXIII de Marchena, Sevilla. 11.00 de la ma?ana de un viernes y Antonio M¨¦rida trata de conducir por el pasillo la larga hilera de alumnos de segundo de Infantil a los que, seg¨²n el calendario fijado, les toca fabricar jab¨®n casero. Son 32 ni?os de cuatro a?os que, ayudados por profesoras, madres y abuelas, est¨¢n dispuestos a contribuir a que este a?o tambi¨¦n se alcancen los 1.000 kilos de jab¨®n que el pasado curso se destinaron a cubrir las necesidades del pueblo saharaui y de Togo, en ?frica. La receta es simple: un litro de agua, un kilo de sosa ca¨²stica y cinco litros de aceite usado recogido en sus casas y en bares del municipio. El proceso tambi¨¦n: un recipiente de pintura, un palo de escoba y a remover durante media hora hasta que la pasta espese. 'No movemos s¨®lo el palo, sino que agitamos a cuatro ni?os pegados a un palo', se queja entre risas Mar¨ªa Teresa, madre de Andrea, una de las alumnas m¨¢s d¨ªscolas de la clase. 'Esto se hace dos d¨ªas a la semana y yo trato de venir a ayudar siempre que puedo porque es algo con lo que los ni?os disfrutan ya que se sienten muy orgullosos de hacer sus jabones', explica mientras se esfuerza en zarandear el palo y los ni?os que se aferran a ¨¦l. 'Esto es una locura, pero es algo que los ni?os agradecen porque se les saca de la rutina', apostilla Antonio M¨¦rida, profesor encargado del programa en este centro. 'Este jab¨®n es buen¨ªsimo, sirve para todo: para fregar, lavar la ropa o los platos. Yo incluso le quit¨¦ unas manchas que le salieron a Andrea en la espalda', relata Mar¨ªa Teresa sobre las bondades de este jab¨®n elaborado con grasas vegetales. Adem¨¢s del taller jabonero, Antonio M¨¦rida est¨¢ pendiente de que no le pille la primavera sin que haya empezado otra de las iniciativas que desarrolla esta ecoescuela: la reforestaci¨®n de las v¨ªas pecuarias de Marchena con ¨¢rboles aut¨®ctonos que ellos mismos cr¨ªan en sus viveros, como las 12 variedades distintas de olivo que se dan en Marchena. Mientras, Antonio M¨¦rida mantiene en marcha otras actividades, como el Rinc¨®n del Agua: 'Aqu¨ª los alumnos llevan un registro diario del contador del colegio y hemos conseguido reducir el gasto de agua'. Llega la hora del recreo y los peque?os juegan en el patio. Pero en uno muy peculiar: 'Los ¨¢rboles los hemos plantado nosotros y los neum¨¢ticos que sirven de columpios los hemos reciclado tambi¨¦n'. Por algo este colegio y el Padre Marchena fueron galardonados en 1999 con la Bandera Verde de Ecoescuelas que distingue a los centros que ayudan a mejorar la calidad ambiental del centro y su entorno.
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