Elvira Andrés asegura que dirigirá el Ballet Nacional 'sin protagonismos'
Andrés Amorós afirma que la compa?ía recibió el nombramiento con una ovación
Mientras el Ballet Nacional de Espa?a está de gira por el norte de Espa?a, Andrés Amorós, director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), presentó ayer por la tarde a los medios a la nueva directora artística de la compa?ía, que se mantenía en una compleja situación de interinidad desde el cese el pasado febrero de Aída Gómez.
La compa?ía viajaba ayer a Vitoria (donde se les unirá pasado ma?ana la nueva directora) para actuar allí el miércoles 14 y el jueves 15 y continuar con representaciones en Logro?o el sábado 17 y el domingo 18. La próxima semana estará en Pamplona, y el conjunto regresará a Madrid el primero de abril.
Amorós contó que el nombramiento fue bien recibido por la compa?ía: 'Enseguida llamé al BNE, que estaba en el autobús camino de Vitoria, y la noticia fue recibida con una ovación'. Y agregó: 'No ha sido el INAEM quien ha dado nombres a los medios, sino que algunos dicen que se les ha ofertado el puesto, y esto no siempre ha sido verdad'.
Los directores artísticos del Ballet Nacional de Espa?a han sido, desde su fundación, Antonio Gades (1978-1980), Antonio Ruiz Soler (1980-1983), María de ?vila (1983-1986), José Antonio (1986-1992) y Aída Gómez (1998-2001).
Elvira Andrés, que fue bailarina solista en la compa?ía titular espa?ola desde su fundación en 1978, la abandonó al cesar Gades, y actualmente fungía como ayudante de montaje en la puesta en escena de Fuenteovejuna que proyecta estrenar el Ballet Nacional.
Andrés tiene una corta trayectoria creativa, con solamente tres obras de carácter coral, que reflejan su gusto por el género clásico espa?ol: Trío (1990), Mujeres (1993) y A la luz (1994), estas dos últimas premiadas en el certamen de danza espa?ola de Madrid.
Amorós recalcó que 'el proyecto del BNE es amplio. Reforzaremos la gerencia y atenderemos a los diferentes estilos del baile espa?ol'. También el director general apuntó que recuperará la figura de la Mesa de Dirección de los Ballets Nacionales, algo que está en los estatutos fundacionales como órgano consultivo y que desde hace a?os se dejó de usar.
El otro punto de interés será la recuperación del taller de profesionalización: 'No me pregunten ahora el cómo y el cuándo, pero hay que recuperar esa escuela-cantera', dijo Amorós. A lo que Elvira Andrés agregó que 'todas las compa?ías importantes del mundo la tienen'.
Las reacciones en la profesión no se han hecho esperar. A la salida de la rueda de prensa, dos miembros del comité de empresa esperaban a la nueva directora para felicitarla y mostrar su interés en colaborar en la nueva etapa. En algunos círculos profesionales se citan, como su mayor logro profesional, los a?os junto a Antonio Gades, en los que participó en sus últimos montajes y en numerosas giras internacionales.
No bailará
Elvira Andrés afirmó que no bailará: 'Eso es una decisión mía. Sólo excepcionalmente, si llega el momento, haré una coreografía. Eso no lo descarto. Creo que un director del BNE no debe bailar. Yo no llego a este puesto con un equipo, vengo sola con mi experiencia y con ganas de trabajar. Tendré que hablar con todos los sectores de la casa, hay que asumir la crisis y avanzar. No voy a llevar adelante cargas ajenas de etapas anteriores que no me corresponden'.
Con respecto a su línea de actuaciones, Andrés precisó: 'No tengo que mirarme en el espejo de ningún director anterior. Estoy orgullosa de mi formación. Todo en la vida tiene su cara y su cruz. Ahora debo abandonar mi proyecto personal. No quiero ningún protagonismo excesivo en mi persona. Aquí, el protagonista debe ser siempre el BNE'.
Maribel Gallardo, primera bailarina del BNE desplazada por Aída Gómez, opina que Elvira Andrés 'es una luchadora nata. La conozco desde hace a?os, y, como persona, es muy buena. Como directora hay que darle tiempo a ver qué hace y, de hecho, tendrá todo mi apoyo. Ella es muy querida en la profesión'.
Promesas y repertorio
La crisis del Ballet Nacional de Espa?a no puede darse por cerrada, ni en lo artístico ni en lo burocrático. Ahora lo que comienza es una etapa de readaptación a la vida regular de un gran conjunto con una compleja y agitada vida interna. Calendarios agotadores, giras y montajes se suman a conflictos laborales y a la odiosa estela de los altercados personales. Elvira Andrés ha podido observar de cerca estos problemas, pues ha palpado tensiones, llantos y posturas diversas mientras ensayaba y ayudaba a Antonio Gades en el montaje de Fuenteovejuna que el BNE estrenará en los próximos meses. La figura de Elvira Andrés puede ser un efectivo catalizador de tales males. Persona trabajadora y tranquila, parece saber cuáles son sus límites y sus aspiraciones personales. No levanta pasiones, pero tampoco despierta odios, lo que quizá es más importante ahora que un glorioso nombre de relumbrón. Todos los observadores enterados opinan que el BNE necesita de una reconversión estructural que pasa por la administración y llega a su programa artístico, contemplando las promociones internas, la asunción de nuevos proyectos coreográficos y la elaboración de una selección muy pensada del repertorio histórico gestado en los 22 a?os de historia del conjunto.
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