El balc¨®n de G¨¦nova
Ahora que se cumple el primer a?o de la ¨²ltima victoria en las urnas de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar convendr¨ªa, como reclamaba ayer un buen amigo periodista en el programa El primer caf¨¦ que dirige Isabel Sansebasti¨¢n en Antena 3TV, dotar a la fachada de la sede del PP en G¨¦nova 13 de un balc¨®n estable que reprodujera con fidelidad los ef¨ªmeros e improvisados balcones a base de mecano tubos a los que se asom¨® el l¨ªder triunfador, las noches del 3 de marzo de 1996 y del 12 de marzo de 2000 para dar cuenta ante los incondicionales congregados en la calle de los resultados electorales obtenidos. El primero contabilizado como minor¨ªa mayoritaria bajo m¨ªnimos y el segundo en condiciones de holgada diferencia. S¨®lo as¨ª quedar¨¢ para las futuras generaciones constancia duradera, arquitect¨®nica, de unos momentos estelares.
Ah¨ª est¨¢ el balc¨®n de la ahora de nuevo Real Casa de Correos en la Puerta del Sol, ligado por siempre a la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica el 14 de abril de 1931, que narr¨® de modo magistral Josep Pla (Madrid, el advenimiento de la Rep¨²blica. Ediciones Destino SL, Barcelona 1933). O el balc¨®n central de Palacio en la Plaza de Oriente donde el general Franco se explayaba a prop¨®sito de la incomprensi¨®n internacional y de la conspiraci¨®n judeo mas¨®nico bolchevique con la que tanto se honraba. Por eso es tambi¨¦n preciso un balc¨®n en la calle de G¨¦nova conmemorativo de esta segunda transici¨®n que con tanta generosidad nos est¨¢ siendo brindada. ?O es que s¨®lo quedar¨¢ el balc¨®n de Caraba?a con las efigies sepia de Aznar, Pedro Jos¨¦ y Rato cuando este ¨²ltimo acaba de descartarse como sucesor? En cuanto a los socialistas, ninguna deuda queda pendiente porque Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra la noche del 28 de octubre de 1982 vencidos por la timidez en lugar de salir al balc¨®n se limitaron a asomarse a la ventana del chafl¨¢n del hotel Palace.
En todo caso qu¨¦ interesantes las im¨¢genes del balc¨®n provisional de G¨¦nova al que fue vetado el acceso del presidente de la Comunidad de Madrid en 1996 y todav¨ªa m¨¢s la secuencia de las apariciones registradas en 2000. Primero, en solitario, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, recibiendo las aclamaciones. Luego sali¨® Javier Arenas, en premio a su docilidad tras haber sido postergado en la organizaci¨®n de la campa?a, para ocupar la derecha del l¨ªder, despu¨¦s Ana Botella que se situ¨® a la izquierda, a continuaci¨®n Mariano Rajoy y por ¨²ltimo Rodrigo Rato. Entonces enlazaron sus manos y las alzaron al aire. Enseguida Aznar se desplaz¨® hacia el centro de forma que Ana Botella qued¨® a su derecha y Rajoy a su izquierda mientras en los extremos quedaban Javier Arenas y Rato. Toda una premonici¨®n figurativa del orden de preeminencia que guardar¨ªa su nuevo Gabinete.
Pero los d¨ªas de conmemoraciones son tambi¨¦n d¨ªas de examen para comparar las promesas y los cumplimientos. Hasta 40 compromisos extrajo la agencia Servimedia de las intervenciones de Aznar en el debate. Volveremos otro d¨ªa sobre la cuesti¨®n, pero en el espacio restante s¨®lo cabe preguntarse al menos por cuatro promesas como estas: la Reforma de la Ley de Financiaci¨®n de los Partidos Pol¨ªticos, principio y fin de casi todas las corrupciones del actual sistema democr¨¢tico; la nueva regulaci¨®n de las televisiones p¨²blicas estatales, auton¨®micas y locales; la reforma de los Reglamentos de ambas C¨¢maras para facilitar en todo lo posible el control al Gobierno en Congreso y Senado, as¨ª como la conversi¨®n del Senado en C¨¢mara de representaci¨®n territorial mediante Ley Org¨¢nica sin modificar la Constituci¨®n, pero evitando que degenere en una C¨¢mara oscura una vez privada del debate sobre el Estado de las Autonom¨ªas y de cualquier otra tarea relevante
Dicen los centrifugados tras las elecciones del a?o 2000 que la primera legislatura fue reformista y la actual parece resignada, que la minor¨ªa llev¨® al consenso y la mayor¨ªa podr¨ªa acarrear la soledad. En Moncloa se da muy bien el culto a la personalidad, pero nadie ha tenido el detalle de organizar como en el 97 una celebraci¨®n del primer aniversario y llenar el palacio de los Deportes, m¨¢s ahora que preparamos Madrid para la candidatura a los Juegos Ol¨ªmpicos. Qu¨¦ ingratitud.
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