Propuesta de reforma penal en Brasil para evitar la violencia en las c¨¢rceles
El actual C¨®digo fue promulgado en 1941
Las propuestas de alteraciones presentadas por el Ministerio de Justicia al Parlamento a la actual legislaci¨®n que rige en Brasil son 150. Dichas propuestas ampl¨ªan fuertemente los poderes del Ministerio P¨²blico, disminuyen la autonom¨ªa de la polic¨ªa en las investigaciones y prev¨¦n un plazo m¨¢ximo de 30 d¨ªas para la conclusi¨®n de una pericia policial tras el hecho delictivo, con el objetivo de agilizar las interminables investigaciones actuales.
Tambi¨¦n cambian la fianza irrisoria por cr¨ªmenes con condenas superiores a cuatro a?os, que ascienden hasta a 1,8 millones de euros.
Privilegios
El nuevo texto acaba con toda una serie de privilegios concedidos hoy a los presos especiales, que son los que acaban organizando los motines en las c¨¢rceles ya que disponen de todos los instrumentos de la tecnolog¨ªa para comunicarse con el exterior y, por supuesto, con armas y drogas.
Pretende terminar tambi¨¦n con las visitas fuera del horario determinado; los presos no podr¨¢n recibir nada del exterior, ni siquiera comida, tel¨¦fonos o aparatos electr¨®nicos de cualquier g¨¦nero.
Asimismo, cambia el m¨¦todo de interrogatorios de la polic¨ªa y la presencia de los abogados en dichos interrogatorios. Actualmente se necesitan cuatro interrogatorios de la polic¨ªa antes de que el caso pase al juez. Ahora bastar¨¢ uno.
En realidad, lo que ocurre es que la actual legislaci¨®n deja todas las grietas abiertas para que se introduzca la corrupci¨®n a todos los niveles.
Los verdaderos delincuentes no llegan nunca a la c¨¢rcel o acaban saliendo al poco tiempo o viven dentro como reyes. Hay c¨¢rceles en las que los traficantes de drogas cuentan con restaurantes propios y reciben todo tipo de objetos. Ellos controlan la vida interior de las prisiones.
Seg¨²n el ministro de Justicia, Jos¨¦ Gregori, a lo que aspira el cambio del C¨®digo Penal es "dar una respuesta r¨¢pida al aumento de la criminalidad". Mientras en Estados Unidos, seg¨²n el ministro, existen 2,2 millones de detenidos para una poblaci¨®n de 280 millones, en Brasil, con una poblaci¨®n de 170 millones, existen s¨®lo 220.000 presos, que adem¨¢s est¨¢n hacinados en pocas c¨¢rceles. Seg¨²n el ministro, Brasil deber¨ªa tener en la c¨¢rcel a un n¨²mero cuatro veces superior al actual.
Y la culpa es de la actual legislaci¨®n. Baste pensar que en S?o Paulo, el Estado donde est¨¢n ocurriendo las mayores acciones violentas en las c¨¢rceles, el pasado a?o s¨®lo un 13% de delitos registrados policialmente se transform¨® en procesos llegados a la Justicia. El actual C¨®digo de Procesamiento Penal fue elaborado en 1941 durante la dictadura de Getulio Vargas.
Algunos art¨ªculos hab¨ªan sido enmendados despu¨¦s de Vargas para acomodarlos a la nueva democracia. Con la llegada de los militares al poder en 1967, volvieron a incluirse normas muy r¨ªgidas y severas. De este modo, el texto qued¨® anacr¨®nico cuando lleg¨® la nueva Constituci¨®n del a?o 1988.
Desde entonces, se hab¨ªa intentado en vano hacer una reforma a fondo que se ve¨ªa siempre paralizada por toda una serie de intereses privados del sector.
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