El secretario general de la OEA ratifica en Guatemala su apoyo al proceso democratizador
"En la OEA [Organizaci¨®n de Estados Americanos] no creemos que haya habido un intento de golpe de Estado en Guatemala". El secretario general de la OEA, el ex presidente de Colombia C¨¦sar Gaviria, hizo estas declaraciones despu¨¦s de una visita de 24 horas a Guatemala en cumplimiento de un acuerdo del Consejo Permanente de la organizaci¨®n, tras los insistentes rumores de golpe en el pa¨ªs centroamericano a finales de febrero.
"El Gobierno guatemalteco nunca dijo que un movimiento de esa naturaleza estuviera en marcha. En esa opini¨®n tambi¨¦n coincide el Cuerpo Diplom¨¢tico", dijo Gaviria en una rueda de prensa antes de regresar a Washington. "El Gobierno de Guatemala se?al¨® que las Fuerzas Armadas son totalmente leales al r¨¦gimen constitucional y que ninguna informaci¨®n relacionada con movimientos golpistas surgi¨® del seno del Ej¨¦rcito", a?adi¨® el ex presidente colombiano. Gaviria subray¨® que el origen de los rumores apunta a un intento de desestabilizaci¨®n del r¨¦gimen, aunque no se refiri¨® al posible origen de tal movimiento.
Desde que lleg¨® el lunes a Guatemala, Gavirira ha mantenido entrevistas con el presidente de la Rep¨²blica, Alfonso Portillo, con el Cuerpo Diplom¨¢tico y con algunos l¨ªderes de organizaciones pol¨ªticas y humanitarias.
"Guatemala debe hacer un alto en el camino y crear canales de comunicaci¨®n y encontrar mecanismos para tramitar las diferencias, porque la democracia toma un riesgo muy grande si las cosas contin¨²an as¨ª", apunt¨® el secretario de estado de la OEA al final de su viaje. Al sugerir v¨ªas para corregir el rumbo, tambi¨¦n afirm¨® que los acuerdos de paz de Guatemala, suscritos en 1996, constituyen una agenda ambiciosa a la que se pueden agregar elementos relacionados con el crecimiento, la prosperidad y la mejora econ¨®mica.
Gaviria reconoci¨® que la acumulaci¨®n de problemas no es exclusiva de Guatemala, y que el malestar y el descontento, as¨ª como las cr¨ªticas de incumplimiento de compromisos a determinados poderes p¨²blicos, son muy frecuentes en las democracias latinoamericanas.
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