Estaci¨®n de Retiro
Acabo de ser testigo de los hechos que relato: como cada d¨ªa, tomo la l¨ªnea 2 del metro desde Sol hasta Goya. Recorrido que, en muchas ocasiones, es amenizado por excelentes m¨²sicos (generalmente suramericanos) que nos hacen ese recorrido m¨¢s llevadero. En m¨¢s de una ocasi¨®n he podido comprobar que nos han emocionado a m¨¢s de uno con sus interpretaciones llenas de sentimiento.
Pues bien, al llegar a la estaci¨®n de Sevilla, he visto a un vigilante jurado con una radio de bolsillo que, evidentemente, estaba avisando de que se estaba llevando a cabo en nuestro tren el delito (imagino que tipificado en el C¨®digo Penal) de tocar m¨²sica en un vag¨®n de metro.
Efectivamente, en la estaci¨®n de Retiro y mientras los m¨²sicos tocaban una excelente versi¨®n andina de A mi manera, los han sacado dos vigilantes jurados con muy malos modos (tampoco es que sepan de otros).
?Ay! Emblem¨¢tica estaci¨®n la de Retiro, pues este recorrido de por la ma?ana lo realizo en sentido inverso, pero andando, por la tarde (por aquello de mover el coraz¨®n).
Yo les invito a que pasen a cualquier hora por la entrada de dicha estaci¨®n en el parque del Retiro. Es un lugar en el que te ofrecen droga y, si simplemente est¨¢s paseando, te dejan muy claro que o compras o mejor es que no pases por all¨ª.
La semana pasada y cuando estaba a la altura de este emblem¨¢tico lugar, pude ver que un coche de Polic¨ªa Nacional se acercaba. Pens¨¦: 'Ya era hora de que se dieran por enterados', pero, sorprendentemente, cuando estaban a unos quince o veinte metros de la concentraci¨®n de traficantes de droga, tomaron otro camino y desaparecieron.
Considero que pagar el sueldo a tres vigilantes jurados para que eviten que m¨²sicos toquen en los vagones del metro, a la vez que existen problemas de drogas y delincuencia, es, simplemente, escandaloso.
He vivido muchos a?os en Estados Unidos y lo que s¨ª les puedo asegurar es que estas injusticias, tarde o temprano, se pagan muy caro.-
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