Juzgado dos veces en un d¨ªa un hombre por malos tratos a su esposa

Dos juicios en un d¨ªa por violencia dom¨¦stica. ?sa es la experiencia por la que pas¨® ayer Manuel Camacho Moreno en los juzgados de Barcelona, acusado de golpear a su esposa hace casi tres a?os y de amenazarla de muerte hace menos de tres semanas. El azar quiso que ambos juicios coincidiesen el mismo d¨ªa, algo que se hubiera podido evitar si se hubiesen acumulado las dos causas. En cualquier caso, la condena hubiese sido la misma, seg¨²n explicaron ayer fuentes judiciales.

Los dos juicios duraron unos minutos, pues el acusado se conform¨® con una pena de un a?o de c¨¢rcel en cada caso. A primera hora de la ma?ana Camacho se sent¨® en el banquillo del Juzgado de lo Penal n¨²mero 22 por discutir el 9 de mayo de 1999 con su esposa y golpearle reiteradamente en la cara hasta romperle varios dientes. Al acabar la primera vista, el acusado acudi¨® al Juzgado de lo Penal n¨²mero 3, donde se le juzg¨® por amenazar de muerte a su mujer el pasado 24 de febrero al negarse a mantener relaciones sexuales.

Ese d¨ªa, una dotaci¨®n policial hab¨ªa puesto paz en la discusi¨®n de la pareja, pero al marcharse los agentes el hombre volvi¨® a amenazar de muerte a su esposa. Los polic¨ªas volvieron a la casa alertados por uno de los cuatro hijos del matrimonio y el hombre acab¨® detenido.

Hace tres a?os, la mujer y los ni?os abandonaron el domicilio familiar por la violencia f¨ªsica, del hombre, pero regresaron al cabo de un tiempo. Tras la ¨²ltima agresi¨®n, volvieron a marcharse. Ayer, adem¨¢s de las dos penas de prisi¨®n, los jueces condenaron tambi¨¦n a Manuel Camacho a permanecer cinco a?os alejado de esposa a un m¨ªnimo de cinco kil¨®metros.

C¨¢rcel o tratamiento

Uno de los jueces, adem¨¢s, estudia la posibilidad de ordenar su ingreso en prisi¨®n y no concederle la remisi¨®n de la pena que se otorga habitualmente en condenas de hasta dos a?os de prisi¨®n. La defensa reclama que el hombre sea sometido a un tratamiento para combatir su alcoholismo.

En julio de 2000, la junta de jueces de Barcelona acord¨® que las denuncias por violencia dom¨¦stica en el seno de una misma familia se concentrasen en un mismo juzgado. En este caso, al ser la primera denuncia de 1999, no se llegaron a acumular.